PROLOGO
Ananda Marga fue el primer libro
publicado de los más de los doscientos libros de Shrii Shrii Anandamurtijii.
Apareció en el original bengalí en 1955 y fue traducido al ingles en 1961.
Cuando se revisó el original bengalí en 1963, se le añadió un subtítulo; así
cuando la versión revisada en bengalí fue traducida en la segunda edición en
ingles en 1967, esa segunda edición fue titulada Ananda Marga: Filosofía
Elemental. Al preparar esta primera edición en español en el año 2000,
decidimos añadir la palabra “espiritual” al subtítulo, para no dejar duda sobre
el carácter de la obre y para que el posible lector no la confunda con un libro
de texto sobre Filosofía en sentido general.
Aunque el autor produjo más de doscientos
libros entre 1955 y 1990, Ananda Marga: Filosofía Espiritual Elemental continua
ocupando un lugar clave como una introducción a la ideología entera del autor.
Su especialidad es el uso de una lógica formal, aunque sencilla para presentar
un caso absolutamente convincente de la existencia de la Conciencia
Suprema y de la necesidad de la práctica
espiritual.
El autor usó ciertas abreviaturas para
explicar las etimologías de las palabras. Bajo este sistema, un signo menos (-)
sigue a un prefijo, y un signo (+) precede a un sufijo. Así ava – tr + ghain =
avata’ra puede leerse, “la raíz tr con el prefijo ava y el sufijo ghain se
convierte en avata’ra”.
1. ¿Qué Es Dharma?
Los seres humanos son los seres más
evolucionados. Poseen una conciencia claramente reflejada, y esto les hace superiores
a los animales. Ningún otro ser tiene una reflexión tan clara de la conciencia.
Con la ayuda de su conciencia, los seres humanos pueden distinguir entre el
bien y el mal; y con la ayuda de su conciencia, pueden también encontrar una
salida cuando se encuentran en problemas.
A nadie le gusta vivir en la miseria ni con
sufrimiento; ni mucho menos al ser humano, cuya conciencia puede encontrar una
forma de alivio. La vida sin penas ni sufrimientos es una vida de felicidad y
bienaventuranza, y esto es precisamente lo que el ser humano desea. Todo el
mundo está buscando la felicidad. De hecho, la búsqueda de la felicidad, es
parte de la naturaleza misma del ser humano. Vamos a ver ahora que se puede
hacer para alcanzarla, y si se puede alcanzar por esos medios.
En su búsqueda de la felicidad, las
personas son primero atraídas por los placeres materiales. La gente amasa
fortunas, o intenta alcanzar poder y posición, con el fin de satisfacer sus
deseos de felicidad. Quien tiene cien monedas no se satisface con ellas; y
procura tener mil, pero incluso el tener las mil no le satisface; quiere un
millón; y así sucesivamente. También se observa que una persona que tenga
influencia en un distrito específico desea extenderlo por toda la provincia;
luego el dirigente de la provincia quiere convertirse en un dirigente nacional,
y, una vez que lo logra, avanza cautelosamente en su deseo por el liderazgo
mundial. La mera adquisición de riqueza, poder y posición no satisface a una
persona. La adquisición de algo limitado sólo crea el deseo por más, y la
búsqueda de felicidad no tiene fin. El deseo de poseer es interminable. Es
ilimitado e infinito.
No importa lo digno o elevado que cualquier
logro pueda ser; no consigue calmar la sed ilimitada de felicidad del ser
humano. Quienes anhelan riquezas no estarán satisfechos hasta que no
tengan una riqueza ilimitada. Y quien
busca poder, posición y prestigio no estará satisfecho hasta que no lo logre en
proporciones ilimitadas. Pero todos estos son objetos mundanos. Y el mundo mismo
es finito y no puede suministrar objetos infinitos. Por lo tanto, como es
natural, ni la más grande adquisición mundana —aun cuando se tratara del
planeta entero— podría aportar nada de carácter permanente o infinito. ¿Cuál es
entonces esa entidad eterna e infinita, que podría otorgarnos una felicidad eterna?
Unicamente la Entidad Cósmica es infinita y
eterna. Solo Ella es ilimitada. Y el eterno deseo de felicidad de los seres
humanos sólo puede saciarse con la realización del Infinito. La naturaleza efímera
de las posesiones mundanas —poder y posición— sólo nos pueden conducir a la
conclusión de que ninguna de estas cosas del mundo finito y limitado puede
calmar nuestra permanente ansiedad de felicidad. La adquisición de estas cosas
sólo hace que surjan más deseos. Unicamente la realización del Infinito puede
calmar nuestra mente. Y lo Infinito sólo puede ser una cosa: la Entidad
Cósmica. Por tanto, sólo la Entidad Cósmica puede suministrar felicidad
permanente, cuya búsqueda es la característica inherente de todo ser humano. En
realidad, detrás de este anhelo humano se halla escondido el deseo, la ansiedad
por alcanzar la Entidad Suprema. Esta es la naturaleza misma de todo ser vivo.
Sólo este es el Dharma de cada ser humano.
El término dharma significa “propiedad”. En
castellano, la palabra para esto sería “naturaleza”, “característica” o “propiedad.
La naturaleza del fuego es quemar o producir calor. Esta es la característica o
propiedad del fuego; también se le denomina la naturaleza del fuego. De manera
similar, el dharma o naturaleza del ser humano es buscar a la Entidad Cósmica.
El grado de divinidad en los seres humanos
está determinado por la claridad con que se refleja su conciencia. Todo ser
humano, habiendo evolucionado de los animales, tiene, como consecuencia, dos
aspectos: el aspecto animal y el aspecto consciente que lo distingue de los
animales. En los animales predomina solamente una cualidad el impulso animal,
mientras que los seres humanos, debido a su conciencia bien reflejada, también posee
racionalidad. El impulso animal en los seres humanos les da una inclinación
hacia la vida animal, o hacia el disfrute físico de los placeres materiales.
Bajo su influencia, anhelan el comer, beber y gratificar otros deseos físicos.
Son atraídos por ellos y corren tras ellos bajo la influencia de su impulso
animal; pero esto no les proporciona felicidad debido a que su deseo por ella
es finito. Como su deseo no es infinito, los animales están satisfechos con
estos goces limitados. No importa cuán grande sea la cantidad de cosas que se
le ofrezcan a un animal; éste tomará únicamente aquello que necesita y no se
molestará por el resto. Pero con certeza una persona actuaría de forma
diferente estando en las mismas condiciones. Esto sólo establece que los animales
se encuentran satisfechos con lo limitado, mientras que el deseo de los seres
humanos es ilimitado; aunque en ambos el deseo de placer está motivado y gobernado
por el aspecto animal de la vida. La diferencia entre los dos radica en que el
ser humano posee un claro reflejo de conciencia, algo de lo que el animal
carece. La naturaleza infinita del deseo humano por la felicidad absoluta se
debe únicamente a su conciencia. Es ella la que no se halla satisfecha con los
placeres mundanos de las posesiones, el poder y la posición; cosas que, aunque
lleguen a alcanzar grandes proporciones, siempre tienen un carácter
transitorio. Es su conciencia la que crea en el ser humano un anhelo por la
Entidad Infinita.
Las cosas de este mundo los placeres
materiales, no satisfacen la sed de felicidad del corazón humano. Sin embargo,
encontramos que las personas se sienten atraídas por ellos. El impulso animal
de las personas las conduce a la satisfacción de sus deseos animales, pero la racionalidad
de su conciencia permanece insatisfecha ya que todos ellos son transitorios y
de corta duración. No son suficientes para satisfacer la interminable e
ilimitada sed de la conciencia humana. Por eso, en los seres humanos existe una
constante lucha entre su impulso animal y su racionalidad. El aspecto animal
los atrae hacia los placeres mundanos del momento, mientras que su conciencia,
no sintiéndose satisfecha con ellos, los atrae hacia el Infinito. El resultado
es una lucha entre el impulso animal y la conciencia. Si los placeres carnales
derivados de la posición y el poder fueran permanentes e infinitos,
tranquilizarían la eterna sed de felicidad que tiene la conciencia. Pero no es
así, y por esto la efímera gloria de los goces temporales nunca puede asegurar
una paz duradera en la mente humana que conduzca a las personas al éxtasis.
Lo único que diferencia a los seres humanos
de los animales es la conciencia bien reflejada que poseen. Por esto resulta
imperativo para los seres humanos el que hagan uso de su conciencia. Cuando ésta
yace dormida detrás de su impulso animal, los seres humanos tienden a
comportarse como animales. En realidad se convierten en algo peor que animales
porque, pese a que han sido dotados de una conciencia bien reflejada, no hacen
uso de ella. Estas personas no merecen el calificativo de seres humanos. Son animales
en forma humana.
La naturaleza de la conciencia es buscar el
Infinito o realizar la Entidad Cósmica. Únicamente aquellos que hacen uso de su
conciencia y siguen sus dictados merecen ser llamados seres humanos. Por lo
tanto, haciendo un uso completo de su conciencia reflejada, toda persona gana
el derecho de llamarse ser humano, y encuentra que su dharma o naturaleza
consiste tan sólo en la búsqueda del Infinito o Entidad Cósmica. Este anhelo
por el Infinito es la cualidad innata o dharma que caracteriza a la condición
humana de las personas.
La felicidad deriva de obtener lo que uno
desea. Cuando no se logra lo que se desea, no se puede ser feliz. Uno se siente
triste y miserable. La conciencia claramente reflejada que tienen las personas,
que por sí misma las distingue de los animales, busca a la Entidad Cósmica o
Infinito. Por eso, las personas solamente logran verdadera felicidad cuando
consiguen alcanzar la Entidad Cósmica o cuando se involucran en el proceso de
alcanzarla. La conciencia no quiere placeres materiales porque, siendo estos
finitos, ninguno de ellos puede satisfacerla. La conclusión a la que llegamos
es que el dharma de la humanidad estriba en comprender al Infinito o Entidad
Cósmica. Es únicamente por medio de este dharma que las personas pueden gozar
de la felicidad y bienaventuranza eterna.
La característica o dharma de los seres
humanos es alcanzar la Conciencia Cósmica o Brahma. Es necesario, por tanto,
ver si Brahma existe o no, pues resultaría fútil intentar alcanzar algo que en
realidad no existe. Si Brahma existe tenemos que saber qué es.
Toda acción que una persona realiza, parece
ser ejecutada por sus órganos físicos, o indriyas. Estos órganos o indriyas son
diez. Y casi todas las acciones que una persona ejecuta parecen como si
hubieran sido realizadas debido a estos diez indriyas. Pero en realidad esto no
es así. Los indriyas no pueden llevar a cabo ninguna acción si la mente no está
detrás de ellos. Es ella, la mente, quien trabaja, y los diez indriyas no son
más que instrumentos por medio de los cuales se realiza el trabajo. La acción
que se origina en la mente sólo encuentra su manifestación externa con la ayuda
de los indriyas. Para explicar esto podemos tomar el ejemplo de una persona que
está leyendo un libro. La mente es quien visualiza el libro con la ayuda de los
ojos. Si la mente no funcionara, los ojos no podrían ver el libro. Por ejemplo,
una persona en estado inconsciente ocasionado por la anestesia o por cualquier
otro motivo no podrá ver el libro aun cuando sus ojos estuvieran completamente
abiertos. En un estado inconsciente como éste los ojos no están dañados; Sin
embargo, no pueden ejecutar su función natural porque el contacto con la mente
ha sido suspendido. Es por este motivo que los órganos o indriyas no funciona
bajo la influencia de la anestesia, aunque se encuentren en perfectas
condiciones. A veces, cuando estamos absortos en nuestros pensamientos, no nos
percatamos de la presencia de una persona o no reconocemos a un amigo que está
justo delante de nosotros. Esto simplemente ocurre porque la mente —que es
quien realmente lleva a cabo las acciones— no está haciendo uso de los indriyas,
aunque los ojos se encuentren en perfecto orden y completamente abiertos. Quien
trabaja es la mente; los órganos o indriyas solamente ayudan en su
manifestación externa.
Si es tan sólo la mente la que trabaja,
vamos a ver cómo actúa a través de estos indriyas. Por ejemplo, mirar un libro
es una acción que la mente ejecuta con la ayuda de los ojos. Cuando la mente ve
el libro, lo que realmente acontece es que ella, con la ayuda de los ojos, toma
la forma de algo que llamamos libro. Esta forma que la mente asume es diferente
de la que se crea en la retina, pues la mente puede ver el libro y, aun después
de cerrar los ojos, tomar la forma del libro; pero los ojos no pueden ver
cuando la mente no funciona. Entonces, quien asume la figura del libro durante
la percepción visual, es la mente. Esta porción de la mente, que asume la forma
del libro, se denomina citta o sustancia mental. Pero si citta o la sustancia
mental asume la forma de un libro, entonces, tiene que haber algo, aparte de
citta, que haga el trabajo de ver. La parte de la mente que ejecuta la acción
de ver se llama ahamtattva o “yo” actor. Pero “yo” no podría ver nada a menos
que “yo” exista. Por tanto, tiene que haber otra parte de la mente diferente de
las dos anteriores. Esta tercera parte de la mente es la que aporta el
sentimiento de existencia del “yo” y se denomina mahattattva. Sin el
sentimiento de existencia del “yo” o el conocimiento de sí mismo, no se puede
realizar ninguna acción. Este sentimiento de “yo” o conocimiento de sí mismo
viene de mahattattva o buddhitattva. El nombre colectivo de estos tres citta,
aham’ttattva y mahattattva es mente o antahkarana o fuerza psíquica introversa.
Pero estas tres porciones de la mente no constituyen más que su manifestación
externa. Es con esta mente que la acción de ver un libro se lleva a cabo; y
esto se denomina asimilación psíquica de rupa tanmatra.
Tanmatra es un término nuevo y, como tal,
debe ser explicado. La fracción microscópica de la onda irradiada por un objeto
y recibida por los órganos o indriyas se denomina tanma’tra o inferencia. Con
el fin de explicar esto un poco más, se puede añadir que la idea de un libro se
capta con la ayuda de ru’pa tanma’tra (la vibración conceptual de los nervios
crea una imagen o figura en la mente) cuando se mira el libro. Pero si los ojos
están cerrados o la persona se encuentra en una habitación a oscuras, aún puede
reconocer el libro por medio del tacto. En este caso, la idea del libro se
asimila gracias a otra inferencia o tanma’tra, el tanma’tra del tacto o
percepción táctil. De nuevo, si alguien deja caer un libro fuera de nuestra
vista y fuera de nuestro alcance, aun es posible identificarlo como un libro
por medio del tanma’tra auditivo. La sustancia mental o citta entra en contacto
con los tanma’tras solo cuando aham’ttattava así lo quiere. El acto de mirar el
libro o de identificarlo tiene que ser hecho por aham’ttattva, ya que el citta
no tiene la capacidad de llevar a cabo ninguna función. Cuando aham’ttattva o
la parte de la mente que trabaja, quiere ver un libro, citta entra en contacto
con el órgano de la vista, es decir, los ojos. Estos perciben el ru’pa
tanma’tra del libro. Este tanma’tra, que está siempre presente en el ambiente
en forma de ondas, llega a chocar contra citta a través de los ojos, que hacen
de puerta por la que citta entra en contacto con el mundo exterior. Entonces,
citta asume la forma del libro y aham’ttattva lo identifica o lo ve según sea
la forma que citta haya sumido. De manera similar, cuando ahm’ttattva quiere
oír algo, pone a citta en contacto con los órganos de la audición; los oídos. Estos
perciben el tanma’tra del sonido—que siempre esta presente en el ámbito físico—
utilizando como médium las ondas auditivas. Por el impacto de este tanma’tra,
citta se convierte en el sonido mismo, y aham’ttattava oye ese sonido. Esto
muestra que citta asume la forma de cualquier cosa que aham’ttattva desea o
hace. Por decirlo de otro modo, citta pone de manifiesto las acciones que
aham’ttattva ejecuta.
Ya se ha explicado antes que la mente está
constituida por citta, aham’ttattva, y mahattattva o buddhitattva. Citta sólo
tiene la capacidad de asumir la forma que aham’ttattva quiera. Similarmente,
aham’ttattva sólo tiene la capacidad de ejecutar las acciones. Sólo puede trabajar.
Tiene que haber algo que lo haga trabajar. Ese algo es mahattattva o buddhitattva,
que proporciona el sentimiento de “yo”. Este sentimiento de “yo” se deriva de
la mente, y este “yo” en la mente hace que aham’ttattva y citta lleven a cabo
sus respectivas funciones. Sin este “yo” no es posible sentir ni ver el libro,
ni aun en caso de que, por la influencia de aham’ttattva, citta tomara la forma
del libro. Pero entonces este “yo” es sólo una parte de la mente. Es decir, existe
otro “yo” que es el “yo” poseedor, o el “yo” que sabe que existe una mente. La
existencia del “yo” en la mente únicamente prueba que existe otra entidad que
se encuentra más allá de la mente, y que sabe que esta existe. Este “yo” que es
la entidad testigo y que atestigua la existencia de la mente y la existencia de
buddhitattva o sentimiento de “yo”, se denomina a’tman o conciencia individual.
Así pues, por medio de la introspección y el pensamiento concentrado se observa
que a’tman y la mente, es decir, la conciencia individual y la mente, son dos
entidades distintas.
El a’tman o conciencia individual y la mente
son dos entidades separadas; pero tienen que relacionarse una con la otra. En
la primera instancia parece que soy consciente de mi propia existencia, me hace
trabajar, y una parte de mi mente llamada citta toma la forma del libro a
través de los tanma’tras, o dicho de otra forma, me capacita para que yo pueda
ver el libro. El “yo” que me da conciencia, o el “yo” que atestigua la
existencia de mi mente y así del “yo” que el sentimiento de “yo existo”, es
a’tman o conciencia individual. El “yo” que da el sentimiento de que “yo
existo” y prueba la existencia de atman conciencia individual, es mahattattva.
El “yo” que trabaja o ve el libro es aham’ttattva, y la porción de la mente que
sume la forma del libro y permite que aham’ttattva lo vea, es citta. Esto demuestra
que el mismo “yo” tiene diferentes funciones en cada etapa. El cómo surgen las
diferentes funciones del mismo “yo”, requiere de mayor aclaración. La
afirmación “yo existo” presupone la existencia del “yo”, quien es el testigo de
est existencia. Esta entidad atestiguadora es el a’tman o conciencia
individual, y su presencia se establece por el sentimiento de existencia que
uno despliega a través de cada acción. El que esta afirmación de “yo existo”
sea diferente de a’tman o la conciencia individual se aprecia claramente a
partir del hecho de que este “yo” presupone la presencia de mi a’tman o conciencia
individual. Este sentimiento prueba que esa conciencia individual es únicamente
conciencia, y que sin conciencia, la existencia misma no es posible. ¿Qué
atestiguaría entonces la existencia del “yo”? Por tanto, la conciencia es
esencial para crear el sentimiento de mahattattva o buddhitattva. Para ser más
explícitos, mahattattva o buddhitattva no puede existir sin a’tman o conciencia
individual.
Pero la entidad que atestigua y el
sentimiento puro de “yo” aparentan ser dos formas funcionales diferentes de un
mismo “yo”. De hecho, el “yo” de “yo existo”. El “yo” que atestigua es la
conciencia individual o a’tman y se manifiesta como mahattattva o buddhitattva,
estableciendo así su propia existencia. Cuando la entidad testigo o conciencia
individual asume la función del “yo” de “yo existo”, se llama mahattattva o
buddhitattva. Así, pues, la conciencia individual no es sólo conciencia; tiene
además una cualidad con cuya ayuda se manifiesta a sí misma a través de
distintas funciones. Esta cualidad no es conciencia, de otra manera, no sería
necesario que la conciencia individual se manifestara como mahattattva y se
expresara como el “yo” de “yo existo”, el cual, es diferente de la entidad
atestiguadora. Entonces, la conciencia y su cualidad son dos entidades
separadas en el a’tman o conciencia individual. Y si esta cualidad es distinta
de la conciencia, debe haber sido obtenida de alguna parte. Debe haber algún otro
factor que cualifique a a’tman para que ésta se manifieste como mahattattva.
Aquello que le proporciona esta cualidad a a’tman se llama Prakrti. En otras
palabras, es debido a que Prakrti cualifica a a’tman que a’tman se manifiesta
como mahattattva y obtiene el sentimiento de “yo”.
Prakrti requiere de mayor explicación.
Prakrti es la entidad que controla los fenómenos naturales. Prakrti no es ni
naturaleza ni cualidad. Por ejemplo, se dice que la cualidad de quemar es la
naturaleza del fuego; tal como existe una entidad que le da su cualidad a la
conciencia individual, y no la cualidad que despliega debido a su influencia.
Prakrti es un término sánscrito, y se deriva de pra—kr+ktin, que significa
hacer algo de una manera especial. La conciencia individual establece su existencia
únicamente por el hecho de ser cualificada por Prakrti. En otras palabras,
Prakrti cualifica a la conciencia individual o a’tman para proporcionarle el
sentimiento de su existencia. Se requiere de energía para llevar a cabo cualquier
acción. Como Prakrti realiza la acción de cualificar a a’tman o la conciencia
individual, es una fuerza única. Es el principio que cualifica a la conciencia
individual. Es Prakrti quien, por su influencia sobre la conciencia individual,
le proporciona a ésta las cualidades de sus diferentes funciones. Prakrti es
una fuerza única, un principio. Pero algunas de las preguntas que pueden surgir
son: ¿de quién es ese principio? Y ¿de dónde viene?
Prakrti es el principio de Purus’a
(conciencia), y es por Su propio principio que Purus’a es influencia y
cualificada. Siendo Prakrti el principio de Purus’a, Ella debe existir dentro
de Purus’a. De hecho, siempre es así. La conciencia individual y su Prakrti
nunca pueden separarse una de la otra, tal como el principio de quemar que
tiene el fuego no puede separarse del fuego. Cualquier cosa que adquiere una
cualidad particular debido a la influencia de un principio o fuerza, no puede
existir si dicho principio o fuerza es retirada de ella. Los dos siempre
estarán juntos, tal como la conciencia individual y su principio, Prakrti. La
conciencia individual y su Prakrti son inseparables como las dos caras de una
hoja de papel. La única función de Prakrti es crear continuamente formas
diferentes, por medio de Su influencia sobre la Conciencia.
La conciencia individual es la entidad
testigo, y realiza su existencia solamente cuando es cualificada para
manifestarse como el “yo” de “yo existo”. El principio de Prakrti que establece
la existencia de la conciencia individual al cualificar a Purus’a, se llama
sattvagun’a, el principio sutil; y la parte de la mente que se forma así para
dar el sentimiento de “yo existo” se llama mahattattva o buddhitattva. Sería
más correcto decir que bajo la influencia de sattvagun’a, la conciencia
individual se manifiesta como mahattattva o buddhitattva.
Toda acción presupone existencia. A menos
que yo existía, yo no podré ver. Aquí también encontramos que este “yo” tiene
dos funciones o aspectos diferentes. El primero es la entidad testigo o conciencia,
la cual, para poder probar o percatarse de su existencia, ha adquirido el
sentimiento de “yo existo”, y ese mismo “yo” realiza ahora la acción de ver. El
“yo” de “yo existo” es buddhitattva, el cual, al ver algo, asume la función de
ver además de haber establecido la existencia de la conciencia individual.
Cuando la conciencia individual es influenciada por Prakrti, se manifiesta como
buddhitattva. Similarmente, la habilidad adicional de realizar una acción es
también ocasionada por la influencia de Prakrti sobre buddhitattva. Por Prakrti
se halla presente también en buddhitattva por ser solo una manifestación de la
conciencia individual, y Prakrti está obligada a estar con la conciencia
individual en cualquier forma y lugar en que ésta pueda existir. El principio o
gun’a de Prakrti que le proporciona esta
cualidad o capacidad a buddhitattva se llama rajogun’a, o principio mutativo.
Así pues, cuando buddhitattva es influenciado por Prakrti, presenta dos
funciones o aspectos. El último, que obtiene de rajogun’a y que le proporciona
la capacidad o cualidad de llevar a cabo una acción, es conocido como
aham’tattva. Esto es, mahattattva se manifiesta como aham’tattva cuando es
influenciado por rajogun’a o el principio mutativo de Prakrti.
Toda acción finalmente tiene que tener un
resultado. Por ejemplo, cuando miras un libro, el resultado es ver el libro. El
cómo vemos un libro ya ha sido explicado anteriormente. Citta que es una parte
de la mente toma el libro la inferencia o tanma’tra que produce su forma, y
asume la forma del libro. Ese es el libro que aham’tattva ve. Citta asume la
forma que aham’tattva quiere. Cuando aham’tattva ve un libro, citta se
convierte en ese libro, y cuando aham’tattva escucha un sonido, citta se
convierte en ese sonido. Por tanto, la forma de citta depende completamente de
aham’tattava. Citta se mantiene cambiando su forma según sea el mandato de
aham’tattva. En consecuencia, tiene que estar íntimamente relacionado con
aham’tattva. El cómo se forma citta requiere de aclaración. Como se explicó
anteriormente, citta es una parte de la mente, y buddhitattva y aham’tattva son
las otras dos partes. Buddhitattva y aham’tattva son manifestaciones de la
conciencia individual formadas debido a la influencia de sattvagun’a de Prakrti
sobre ella, y a la influencia de rajogun’a sobre buddhitattva. En otras
palabras, es la conciencia individual quien, bajo la influencia de Prakrti,
asume la función de aham’tattva y está obligada a cualificarlo aún más. En
realidad, es debido al hecho de que Prakrti cualifica a aham’tattva, que éste
se manifiesta como citta. La cualidad de Prakrti que influye sobre aham’tattva
se llama tamogun’a, o principio estático. Es debido a la influencia de tamogun’a
que aham’tattva o el “yo” que realiza las acciones tiene que asumir la imagen
mental del resultado de su acción. Esto significa que cuando “yo” veo un libro,
es ese “yo” que se convierte en el libro. Es así cómo otro “yo” que se
convierte en libro. Es así cómo otro “yo” surge bajo la influencia de
tamogun’a. Es este “yo” el que asume la imagen mental del libro durante la
percepción. Este “yo” que se convierte en el libro o que asume la forma del
libro es citta. En consecuencia, es la misma conciencia individual la que
gradualmente se manifiesta como citta.
En los párrafos precedentes se ha
establecido con lógica y razón que es únicamente la conciencia individual
quien, bajo la influencia de los distintos principios de su Prakrti, se manifiesta
gradualmente como citta, y como resultado de esto, surge la mente. La
existencia de la conciencia individual es esencial para la mente, la cual no es
más que la manifestación gradual de la conciencia individual bajo la influencia
cualificadora de Prakrti. La mente, de hecho, no puede formarse sin la
presencia de a’tman o la conciencia individual. Pero también sabemos que la
mente se halla presente en todo ser. Hay innumerables seres en este universo, y
debido a que la conciencia individual o a'tman está reflejada en cada uno de
ellos, pareciera que se tratara de muchas conciencias individuales o a'tmans.
El nombre colectivo de todos estos a'tmans o conciencias individuales es Parama’tman,
Bhu’ma’caetanya, Brahma o Bhagava’n. Tal como diez unidades forman una decena y
doce unidades una docena, y el nombre colectivo de un gran número de soldados
es ejército, del mismo modo, el nombre colectivo de todas las conciencias
individuales es Parama’tman, Bhu’ma’caetanya, Brahma o Bhagava’n. El nombre de
Bhagava’n no debería representarse como una poderosa figura humana con grandes
manos y pies. El es la compilación de todas nuestras a'tmans o conciencias
individuales. El término más parecido que puede utilizarse para a'tman o
conciencia individual es “alma”; por tanto, Bhagava’n puede también ser llamado
Conciencia Universal o Alma Universal. Esto muestra que Bhagava’n existe y que
existe como Parama’tman o Alma Universal, Bhu’ma’caetanya o Conciencia Cósmica
o Brahma, la Bienaventuranza Eterna.
2.-¿Qué Es La Entidad Cósmica?
Ya se ha establecido que Brahma existe y
que El es Parama’tman, Bhu’ma’caetanya, Conciencia Universal o Conciencia en su
totalidad.
Bhu’ma’caetanya o Conciencia Cósmica o
Conciencia en su totalidad es también conocida como Citishakti o Purus’a.
(Conciencia), y que es tan sólo Ella, Prakrti, quien cualifica a Purus’a.
Prakrti es un principio de Purus’a, y está siempre tan íntimamente ligada a El
que resulta imposible separarlos. Son tan inseparables como el fuego y su
propiedad de quemar. Así como éstos no pueden ser separados, Purus’a y Prakrti
nunca pueden separarse. Prakrti es una fuerza única; el principio cualificador
de Purus’a. Una fuerza o principio que le proporciona una característica o
propiedad a algo, no puede separarse de ese algo. De manera similar, aunque
Purus’a y Prakrti son dos entidades distintas, no pueden separarse. Por lo
tanto, Purus’a está obligado a estar presente dondequiera que Prakrti se
encuentre; y el término colectivo para los dos es Brahma.
Sabemos que Purus’a es Jina’na, Caetanya o
Conciencia. De estos términos podemos entender la existencia de algo, pero no
podemos visualizar ninguna forma o imagen. Sólo podemos formarnos una idea de
Purus’a o Caetanya con la ayuda de nuestro bha’va’na (flujo introverso de
nuestra mente objetiva). Así pues, Purus’a o Caetanya es una entidad abstracta
y nuestra mente puede apreciarla sólo en su expresión objetiva. Prakrti, el
principio cualificador de esta entidad abstracta, también puede ser entendido
únicamente como una energía, fuerza o principio que tampoco puede ser visto,
aun cuando cualifique a las cosas más burdas. Su forma o figura no pueden ser
descritas. El fuego es un objeto burdo, y su atributo, la capacidad de quemar,
es también una cualidad burda. Sin embargo, este atributo no puede ser visto.
Por burdo que sea el atributo de una cosa, siempre será sutil en forma. Una
energía o principio nunca podrá tener forma. No puede ser vista ni oída. Prakrti,
siendo también una fuerza única, un principio; es una entidad sutil. Ambos,
Purus’a y Prakrti son sutiles. Brahma, el nombre colectivo de los dos, es
también sutil y sólo puede ser apreciado en la etapa final de la fusión de la
mente con su origen. Por lo tanto, Brahma no podría tener ninguna forma o
figura. No sería posible describirle, ni aun decir a qué se parece. Brahma no
tiene forma. Realmente no puede tener ninguna forma.
Antes se dijo que buddhitattva existe como
resultado de la influencia del principio de sattvagun’a de Prakrti sobre la conciencia
individual o a’tman. Aham’tattva se forma debido a la influencia de rajogun’a
sobre buddhitattva y, finalmente, citta es el resultado de la influencia de tamogun’a
sobre aham’tattva. La formación de citta depende de aham’tattva, puesto que
existe solo como resultado de la influencia de tamogun’a sobre aham’tattva. Por
lo tanto, la existencia de citta no es independiente. Si el principio de
tamogun’a de Prakrti no influye sobre aham’tattva, o si aham’tattva deja de
existir, citta no puede formarse. Pero la ausencia de citta no significaría la
ausencia de aham’tattva ni de Prakrti. Unicamente significa que el principio de
tamogun’a de Prakrti no está ejerciendo
influencia alguna sobre aham’tattva, y que la existencia de aham’tattva no
depende de la presencia o ausencia de citta. Es independiente de citta. Si
aplicamos el mismo razonamiento a aham’tattva podemos ver que depende de la
influencia del principio de rajogun’a de Prakrti sobre buddhitattva. Pero la
existencia de buddhitattva no depende de la presencia o ausencia de
aham’tattva. Buddhitattva es independiente de aham’tattva. Similarmente, la existencia
de buddhitattva depende de la influencia del principio de sattvagun’a de
Prakrti sobre la conciencia individual. Pero la existencia de la conciencia individual
es independiente de buddhitattva. Por ejemplo, el acero puede ser moldeado
hasta formar una olla de acero, pero el que la olla no exista no significa que
el acero tampoco exista. Como la olla está hecha de acero, la olla depende del
acero, pero el acero existiría aunque la olla no existiera. Por lo tanto, la
existencia del acero es independiente de la existencia de la olla. De manera
similar, la conciencia individual es independiente del sentimiento de buddhitattva.
Todas las distintas formas, desde citta hasta buddhitattva, dependen de la
conciencia individual; ya que la existencia de cada una de ellas dependa de la
otra. Pero cuando nos referimos a la conciencia, podemos ver que su existencia
no depende de ninguna de estas formas, de hecho, no podemos hallar nada de lo
cual dependa la existencia de la conciencia. La Conciencia es por lo tanto, absolutamente
independiente.
La Conciencia o Purus’a es completamente
independiente. En el párrafo anterior ya se vio que no depende de nada y que no
tiene principio o causa original. Es sin causa. Prakrti es el principio
cualificador de Purus’a y está obligada a estar presente dondequiera que
Purus’a exista. Sin embargo, esto no dignifica que Prakrti haya sido creada por
Purus’a. La capacidad de quemar del fuego es su principio cualificador y
siempre existirá dondequiera que haya fuego. Pero aun así, esta cualidad no ha
sido creada por el fuego. Al igual que el fuego no puede crear su principio
cualificador, Purus’a no puede crear a Prakrti. Su principio cualificador. Incluso,
Purus’a es incapaz de percatarse de Su propia existencia sin la influencia cualificadora
de Prakrti. Con certeza tal Purus’a nunca puede crear a Prakrti. Exactamente
como en el caso de Purus’a nunca puede crear a Prakrti. Exactamente como en el
caso de Purus’a, el origen o la causa de al creación de Prakrti, no pueden
encontrarse. Prakrti también es sin causa. Brahma es el nombre colectivo de
Purus’a y Prakrti. Así pues, Brahma es ciertamente sin causa.
Brahma no tiene principio ni causa que lo
origine. No tiene origen. Pero, ¿tiene Brahma un fin? Si lo tiene, deberíamos
averiguar lo grande que es. Para poder averiguar esto tendríamos que medir a
Brahma. Se requiere diferentes instrumentos para medir diferentes cosas. Por
ejemplo, para medir la tierra precisamos de varas y cadenas; para medir cereales
necesitamos balanza y pesas. Precisamos de un termómetro para medir la
temperatura y de un barómetro para medir la presión atmosférica. El instrumento
requerido depende de la naturaleza de la cosa que se va a medir. Brahma es
sutil y, tal como ya vimos, no es más que una expresión ideológica. El instrumento
para medir algo más sutil que Brahma para poder medirlo.
Toda la materia de este mundo puede
clasificarse en cinco factores fundamentales o tattvas. La materia puede
existir como aka’sha (factor etéreo), va’yu (factor aéreo), agni (factor luminoso),
jala (factor liquido) y ks’iti (factor sólido). La presencia de los tanma’tras
es lo que distingue a algo burdo de algo sutil. Una cosa burda siempre tendrá
tanma’tras, mientras que algo sutil no. Así pues, cualquier cosa que contenga
un mayor número de tanma’tras será más burda. Hay cinco tanma’tras: shabda (sonido),
sparsha (tacto), ru’pa (forma), ra’sa (gusto) y ghanda (olor). Aka’sha o el
factor etéreo, o la supuesta atmósfera sutil que está más allá de las
atmósferas de los planetas, no contiene nada que pueda ser visualizado. Sin
embargo, contiene al tanma’tra del sonido (shabda tanma’tra) y por ello se
cataloga como burda. Va’yu o el factor aéreo contiene dos tanma’tras: el sonido
(shabda) y el tacto (sparsha). Es decir, el factor aéreo o va’yu transporta el
sonido y también puede sentirse por medio del tacto. Por eso, el factor aéreo o
va’yu es más burdo que el factor etéreo o aka’sha. Los factores luminosos o
agni, liquido o Jala y sólido o Ks’iti, son todos aún más burdos ya que pueden ser
vistos; además de los otros tanma’tras, tienen también forma o ru’pa tanma’tra.
Por lo tanto, los cinco factores fundamentales o tattvas en que la materia
puede existir, son burdos. Ninguno de ellos puede formar un instrumento lo
suficientemente sutil como para poder medir a Brahma, que es una entidad sutil.
En estos cinco factores fundamentales,
aka’sha, va’yu, agni, jala y ks’iti; hay otro elemento presente, aparte de la
materia. Este otro elemento es la mente o antahkaran’a (fuerza psíquica
introversa). Aplicándole a la mente la misma prueba, tal como hicimos con los
tanma’tras, encontramos que la mente es sutil. Tan sólo la mente es abstracta;
no es posible encontrar tanma’tras en ella. Es decir, únicamente ella es sutil
y todo lo demás en el universo es burdo. Por lo tanto, la mente es la única cosa
a partir de la cual se puede preparar un instrumento para medir a Brahma, pero
como la mente no tiene inferencias tanma’tras, no se le puede atribuir ninguna
forma física o burda. Ella no puede ser oída, tocada, vista, degustada, ni
olida. En ausencia de estas cualidades no se puede preparar un instrumento a
partir de la mente. La mente es sutil, y sólo posee la cualidades de captar
ideas, pensar y sentir. Estas son las maneras en que la mente puede medir a
Brahma.
La mente está compuesta de buddhitattva,
aham’tattva y citta. Buddhitattva es formado por Prakrti al cualificar a la conciencia
individual; aham’tattva surge cuando Prakrti sigue influenciando a buddhitattva.
Y de manera similar, citta inicia su existencia al ser cualificada por Prakrti.
Aham’tattva es aquella parte de la mente que trabaja. La capacidad para
realizar una acción se encuentra únicamente en aham’tattva. Por lo tanto, si
Brahma va a ser medido por la mente, tendrá que ser medido por aham’tattva.
Buddhitattva separa a la conciencia individual de aham’tattva. En consecuencia,
aham’tattva no podrá llegar a la conciencia individual a menos que pase a
través de buddhitattva. Pero aham’tattva es tan sólo una forma funcional de
buddhitattva. El “yo” del “yo existo” de buddhitattva se convierte en
aham’tattva cuando adopta la función de “yo trabajo”. En el momento en que
aham’tattva revierte a buddhitattva, la identidad funcional del “yo trabajo” de
aham’tattva deja de existir. Aham’tattva no puede fundirse en la conciencia
individual como aham’tattva. Tiene que convertirse en buddhitattva antes de entrar
en contacto con la conciencia individual, y en ese estado no puede llevar a
cabo ninguna función; ni mucho menos la de medir a la conciencia individual.
Como la mente no es capaz de entrar en contacto con la conciencia individual,
nunca puede medirla. Brahma es el nombre colectivo de todas las conciencias
individuales, así que el asunto de medir al múltiplo supremo de todas las
multiplicidades de conciencias individuales no tiene sentido. La mente nunca puede
pensar, sentir o captar ninguna idea sobre el tamaño de Brahma.
La mente sólo puede determinar los limites
de algo que se encuentre dentro de su ámbito. No le puede establecer límites a
algo que está más allá de su alcance. La creación es únicamente una parte de
Brahma (esto será explicado más adelante en el próximo capítulo). La mente
existe dentro de esta creación. Al retraer la mente (aham’tattva) hasta sus
límites, todavía encontramos algo más allá de ella, que la mente no tiene
capacidad para comprender. Así, pues, la creación se extiende más allá de los
límites de la mente. Es infinita. La creación es sólo una parte de Brahma, y si
una parte puede ser infinita, Brahma, el todo, debe ser infinito.
El nombre compuesto para Purus’a y Prakrti
es Brahma. Anteriormente se vio que tanto Purus'a como Prakrti son sin causa.
Obviamente, si ambos son sin causa, esto significa que son independientes uno
del otro. Ninguno de ellos está subordinado al otro. El estado de Brahma en
donde tanto Purus’a como Prakrti son independientes por ser sin causa, es el
estado supremo de Brahma o Brahmasvaru’pa. Prakrti es un principio o fuerza
única, cuya función consiste en atribuir gun’as o cualificar a Purus'a. En
términos generales, gun’a significa atributo o cualidad. En sánscrito, gun’a
denota una cuerda utilizada para atar algo. Atribuir una gun’a significa atar
con una cuerda. El que Prakrti esté cualificado o atribuyéndole gun’as a
Purus'a, significa que lo está atando con una cuerda y lo conduce según sean
Sus deseos y designios. Pero en el estado supremo de Brahmasvaru’pa, Purus'a es
independiente. Por lo tanto, Prakrti no puede cualificar o encadenar a Purus'a.
Sin embargo, Prakrti existe ahí por Purus'a, ya que Brahma es el nombre combinado
para los dos. Aquellos que están durmiendo no pueden utilizar sus potenciales
ni su capacidad para trabajar. Están inactivos en ese estado. Si embargo
todavía tienen capacidad para trabajar. De manera similar, Prakrti está
inactiva en Brahmasvaru’pa. No realiza ninguna función o no es capaz de
ejecutarla. La función de Prakrti consiste en cualificar o atribuir gun’as a
Purus'a. Purus'a no adquiere ningunos atributos ni cualidades cuando Prakrti no
funciona. Entonces, El está más allá de las gun’as, o existe sin gun’as.
¿Cómo es que Prakrti, cuya única función es
cualificar a Purus'a, no ejerce ninguna influencia ni es incapaz de cualificar
a Purus'a en Nirgun’a Brahma? Sólo puede haber dos motivos para esto: Prakrti
está dormida en Nirgun’a Brahma o Brahmasvaru’pa. Pero hay un punto en el que
Prakrti cualifica a Purus’a. Si ella está dormida en Nirgun’a Brahma, alguien
tiene que despertarla para que pueda cualificar a Purus’a. En Nirgun’a Brahma
sólo están Purus’a y Prakrti. Como no hay otra entidad, solo Purus’a puede
despertar a Prakrti. Pero sabemos que Purus’a o es capaz ni de percatarse de Su
propia existencia sin haber sido cualificado por Prakrti. Entonces, ¿cómo puede
El llevar a cabo la función de despertar a Prakrti? De modo que tenemos que
descarar la posibilidad de que Prakrti esté dormida en Nirgun’a Brahma, sino,
en ausencia de otra entidad, no seria posible despertar a Prakrti para que
cualifique a Purus’a a fin de que Este se manifieste como buddhitattva. Prakrti
está despierta, aun en Nirgun’a Brahma. Ella no esta dormida. La cualidad,
dharma o función de Prakrti, consiste en cualificar a Purus’a, y si ella está
despierta en Nirgun’a Brahma, tiene que cualificar a Purus’a. Purus’a no está
cualificado en Nirgun’a Brahma, a pesar de la presencia de Prakrti,
completamente despierta. La única razón posible para esto es, que Prakrti es
más débil que Purus’a en Nirgun’a Brahma. Ella es menos poderosa y, por
consiguiente, incapaz de cualificar a Purus’a. Así es cómo Prakrti y Purus’a
han coexistido en Brahma desde la eternidad. En consecuencia, Purus’a es por
naturaleza más poderoso que Prakrti y es la entidad trascendental, y Prakrti es
el principio innato. El estado en el que Prakrti es más débil que Purus’a y en
el que es incapaz de influenciarlo o cualificarlo es el estado de Nirgun’a
Brahma o Brahmasvaru’pa es decir, el estado Brahma en el que Purus’a no esta
influenciado.
En el estado de Brahma en el que Purus’a no
esta influenciado ni cualificado por Prakrti y en el que Purus’a en Brahma se
mantiene inexpresado; Purus’a se denomina Nirgun’a Purus’a —Conciencia no
Cualificada— y el estado en el que Purus’a es influenciado o cualificado por
Prakrti, El es llamado Sagun’a o Gun’ayukta Purus’a o Conciencia Cualificada.
Por lo tanto, Sagun’a Brahma es aquel estado en el que Purus’a es influenciado
y cualificado por Prakrti.
Esto da lugar a un par de preguntas: en
primer lugar, si Nirgun’a Brahma es Brahmasvaru’pa o el estado supremo de
Brahma, entonces, ¿qué puede ser Sagun’a Brahma? En segundo lugar, si Purus’a
es más poderoso por naturaleza, ¿cómo puede ser influenciado y cualificado por
Prakrti en Sagun’a Brahma? En otras palabras, la cuestión es ¿cómo surge
Sagun’a Brahma?
Nirgun’a y Sagun’a no son más que dos
estados diferentes de Brahma. En el estado de Nirgun’a, Purus’a y Prakrti coexisten,
pero Prakrti no puede cualificar a Purus’a. En el estado de Sagun’a ambos
también coexisten, pero en éste Prakrti tiene influencia sobre Purus’a y lo
cualifica. Es precisamente debido a esta diferencia en la relación entre
Purus’a y Prakrti que el primero es llamado Nirgun’a Brahma y el segundo
Sagun’a Brahma. Simón dormido y Simón despierto únicamente indican dos
diferentes estados de existencia de la misma persona. No quiere decir que se
trate de dos personas distintas. Similarmente, Nirgun’a Brahma y Sagun’a Brahma
son dos estados diferentes del mismo Brahma.
Anteriormente concluimos que buddhitattva
surge tan pronto como la conciencia individual es cualificada por Prakrti. Bhu’macaetanya,
Parama Purus’a o la Conciencia Cósmica es sólo el nombre colectivo de las
infinitas conciencias individuales. La Conciencia Cósmica tiene también que
seguir los mismos principios o dharma que la conciencia individual. Las propiedades
de ambas tienen que ser las mismas; la única diferencia consiste en que el
campo de acción de la conciencia individual es finito. Esto debe significar,
por lo tanto, que la creación comienza a existir tan pronto como la Conciencia
Cósmica o Parama Purus’a es influenciada y cualificada por Prakrti. Es estado
en el que Purus’a es cualificado por Prakrti se llama Sagun’a Brahma. El
universo es creado a causa de Sagun’a Brahma.
Tenemos que aceptar la existencia
de Sagun’a Brahma ya que esta creación que se forma o surge de Sagun’a Brahma,
la podemos ver a cada instante de nuestra existencia. Esto también muestra que
Prakrti influye y cualifica a Purus’a en el estado de Sagun’a Brahma. Sólo
pueden darse dos condiciones bajo las cuales Prakrti podría cualificara a
Purus’a. O bien Prakrti es más fuerte en Sagun’a Brahma que en Nirgun’a Brahma,
o bien Purus’a es más débil en Sagun’a Brahma que Prakrti. Como sabemos,
Prakrti es un principio especial o fuerza única. Ella se encuentra presente con
la misma intensidad en todas partes. Se le puede comparar con cualquier energía
burda; por ejemplo, la electricidad. Una corriente eléctrica que corre a lo
largo de un cable de un kilometro de longitud medirá los mismos 440 voltios en
cualquier punto del cable. El voltaje no varia en los distintos puntos.
Igualmente, Prakrti es una fuerza única, y siempre estará presente con la misma
potencia en todas partes. La cuestión de que sea más poderosa en Sagun’a Brahma
no tiene ningún sentido. Entonces, Purus’a tiene que ser más débil que Prakrti
en Sagun’a Brahma, de otro modo no podría ser influenciado por Prakrti. En el
Brahma infinito Purus’a se encuentra tanto condensado, como menos condensado.
La Conciencia de Brahma infinito no es la misma en todas partes. Prakrti cualifica
a Purus’a encontrándolo débil dondequiera que la conciencia o Purus’a está
menos condensada; y como resultado de esto surge la creación]. Prakrti es impotente y no puede cualificar a Purus’a cuando la
conciencia está condensada. En este caso, Purus’a no está cualificado y se
llama Nirgun’a Brahma , la Entidad Cósmica no cualificada.
Brahma es infinito y Su estado supremo es
Nirgun’a. Cuando el infinito Purus’a (Conciencia) está menos condensado en
Nirgun’a Brahma y comienza a ser influenciado por Prakrti, es entonces cuando
nos encontramos ante Sagun’a Brahma. Entonces con certeza Sagun’a Brahma se
encuentra dentro de Nirgun’a Brahma. Aham’tattva es como un enorme iceberg, pero
el resto del agua permanece en su estado original. Del mismo modo, Purus’a está
menos condensado en Nirgun’a Brahma y donde quiera que debido a la influencia
de Prakrti sobre Purus’a, Purus’a es cualificado.
]La cuestión de por qué Purus’a se encuentra en un estado menos
condensado o por cuánto tiempo ha querido Prakrti influenciarlo, no tiene sentido.
Es así porque la relación causal es solo una acción mental. Ni la Mente Cósmica
ni la mente individual existían antes de Sagun’a Brahma. Mahattattva,
Aham’tattva, etc., no habían sido creados. Por lo tanto, la ley de causa y
efecto (relación causal) no existía. Por lo tanto, el investigar la causa de la
creación de Brahma está más allá del alcance de la mente. En los Vedas
(Na’sadiiya Su’kta) se dice que ni aun Brahma conoce la razón de su existencia.
Esto es absolutamente cierto. No podríamos llamar a Brahma “sin causa” si El
supiera la causa de Su creación. Si Brahma no fuera “sin causa” estaría dentro
del campo de la ley de causa y efecto (relación causal) y hubiera tenido que
crear otras cosas precedentes, lo que solo habría echado a perder Su carácter
infinito.
Este se convierte en Sagun’a Brahma; pero
el resto permanece siendo Nirgun’a Brahma. Así pues, Sagun’a Brahma se
encuentra dentro de Nirgun’a Brahma.
Sagun’a Brahma o la Conciencia Cualificada
está dentro de Nirgun’a Brahma o Conciencia no Cualificada. Donde quiera que
Purus’a es cualificado por Prakrti, se llama Sagun’a. Ya vimos anteriormente
que el estado supremo de Brahma o Brahmasvaru’pa es la Conciencia no
cualificada. Sagun’a Brahma o la Conciencia Cualificada no es por consiguiente
el estado supremo de Brahmasvaru’pa; sin embargo, debe ser llamado Brahma,
puesto que tanto Purus’a como Prakrti se hallan presentes. Retomando el ejemplo
de un iceberg en el océano, podemos explicar lo que es Sagun’a Brahma. Una
porción del agua se convierte en iceberg debido a los cambios en las
condiciones climáticas. Si comparamos el océano con Nirgun’a Brahma, el iceberg
podría ser comparado con Sagun’a Brahma. El hielo es comparable a Purus’a en Sagun’a
Brahma, y el clima que congela al agua, a Prakrti. El agua aún no congelada que
permanece en el océano sería equiparable a Purus’a en Nirgun’a Brahma. El hielo
y el agua no congelada que permanece en el océano no son más que dos formas
diferentes de la misma agua; la única diferencia entre ellas consiste en que
las condiciones climáticas han modificado su estado en una parte especifica
convirtiéndola en hielo. El hielo es solo una forma cambiada del agua, pero no
podemos llamarle agua; simplemente hay que aceptarlo como un estado distinto
del agua. De igual manera, no podemos llamar a Sagun’a Brahma el estado supremo
de Brahma o Brahmasvaru’pa. De aquí que para la realización de Brahmasvaru’pa o
el estado supremo de Brahma, tenemos que conocer a Nirgun’a Brahma. La mera
realización de Sagun’a Brahma no nos conducirá a la realización del estado
supremo, porque Sagun’a Brahma solo es otro estado del grado supremo.
Entonces, ¿qué es Bhagava’n?; ¿Sagun’a o
Nirgun’a? Bhagava’n es un término sánscrito derivado de bhaga+matup, es decir,
aquel que tiene bhaga es Bhagava’n. Bhaga significa poder absoluto, benevolencia
y luz. Por lo tanto, Bhagava’n es aquello que es lo más luminoso, benevolente y
omnipotente (jyotirmaya, maungalamaya y sarvashaktima’n). Así, pues, Bhagava’n
posee estos tres atributos o cualidades. Entonces Bhagava’n es Purus’a
cualificado (gun’ayukta). Purus’a no está cualificado en Nirgun’a Brahma. En
consecuencia, Bhagava’n es únicamente Sagun’a Brahma. Nirgun’a Brahma es el
estado supremo de Brahma o Brahmasvaru’pa. Sagun’a Brahma es tan sólo Su otro estado.
Por lo tanto, Bhagava’n no es la realización de Brahmasvaru’pa o el estado
supremo. Para conocer a Brahmasvaru’pa uno tiene que dar un paso más allá de
Bhagava’n y tiene que realizar a Nirgun’a Brahma. Esa es la entidad que debe
ser alcanzada.
¿Qué Es Este Mundo?
Como Brahma es el múltiplo supremo de la
múltiples conciencias individuales, es conciencia en su totalidad. Ya se ha
mostrado anteriormente que cada conciencia individual es no causal, tal como lo
es Brahma. El resultado de todas las conciencias individuales es infinita. Por
tanto, el número de conciencias individuales tiene que ser infinito. Aquí surge
una cuestión sobre la manera en la que Brahma se convirtió en el múltiplo de
todas las conciencias individuales. ¿existía el número infinito de conciencias
individuales antes de Brahma o Brahma se multiplicó a Sí mismo en un infinito
número de entidades, y por eso se le denomina como el múltiplo de las
conciencias individuales?
Ya se explicó antes que la conciencia
individual es no causal y que cada persona posee una conciencia individual o
a’tman. Sin embargo, la historia de la Tierra revela que los humanos sí tienen
una causa. Ni siquiera son los primeros seres vivos que surgen en el planeta.
La Tierra se formó del Sol. Al principio no era más que una bola de fuego.
Gradualmente se fue enfriando, y llenándose de agua hasta que apareció el
terreno. Seguidamente vino la formación de los reinos vegetal y animal, y tan
solo después de esto evolucionó el ser humano. El origen de los humanos, por lo
tanto, depende de la Tierra y no se puede decir que los seres humanos sean no
causales. Pero como el a’tman o la conciencia individual es no causal, no pudo
haber surgido con los seres humanos, y debería haber existido aun antes de
ellos. La conciencia individual debe haber existido incluso antes de la
evolución de los seres humanos; de otro modo, ¿cómo habrían podido ellos
conseguir un a’tman o conciencia individual? Antes de la creación de los seres
humanos la conciencia individual sólo podría haber existido en la Conciencia
Cósmica, puesto que ambas son no causales, y debido a que la Conciencia Cósmica
no es otra cosa que la sumatoria de las conciencias individuales. Solo fue con
la creación o evolución de los seres humanos, que la conciencia individual que
es, la Conciencia Cósmica debe ser sinónima de ellas. Entonces, vemos que el
número infinito de conciencias individuales no existía originalmente como
entidades individuales. Brahma se reflejó en numerosas conciencias individuales
y es precisamente por eso que se le denomina como el múltiplo de todas las
conciencias individuales. Esto también muestra que los seres humanos obtienen
sus a’tman o conciencias individuales únicamente de la Conciencia Cósmica.
Los seres humanos no son sin principio
puesto que su origen depende de la Tierra. Si ellos se han originado de la
Tierra también deben haber obtenido su conciencia individual de ella. No la
hubieran podido obtener de ninguna otra entidad; por lo tanto también debe
haber conciencia en la Tierra. Por ejemplo, la mantequilla puede obtenerse a
partir de la leche sólo porque ella existe en la leche. De manera similar, la
conciencia individual también existe en la Tierra, de otra manera, el cuerpo
humano obtenido a partir de la tierra no podría tener conciencia individual. La
mantequilla, aunque existe en la leche, no puede ser identificada como tal
hasta que es separada de la leche con la ayuda de un instrumento para batirla.
De igual forma la conciencia individual no es identificable o se encuentra
latente en la tierra, y sólo puede percibirse cuando se crea la mente humana
para reflejarla. Por ello, debe aceptarse que existe conciencia incluso en la
tierra. La tierra fue creada a partir del Sol, y éste es tan sólo una bola de
fuego cuya existencia depende de ciertos gases que se encuentran principalmente
en el factor aéreo. En consecuencia , el Sol dependen del factor aéreo para su
existencia, y se ha originado de él. En forma similar, el factor aéreo (va’yu)
depende del factor etéreo porque si no hubiera éter no habría espacio alguno
para que el aire existiera. El origen del aire puede rastrearse hasta el factor
etéreo. Podemos rastrear el factor etéreo como la fuente del aire, del Sol de
la Tierra y de los seres humanos.
Un ser humano tiene conciencia individual y
por ellos, el factor etéreo también debe tenerla. Si no la tuviera, ¿cómo podría
un ser humano tener conciencia individual habiendo sido creado a partir de dicho
factor? El factor etéreo es burdo. Ni tiene forma ni se puede medir su tamaño.
No contiene nada y es vacío; sin embargo, es burdo por cuanto el sonido puede
viajar a través suyo el hecho de que las ondas de sonido pueden formarse en el
demuestra que tiene que haber algo que las hace posibles y que le otorga al
éter un carácter burdo. Aunque se le llame burdo no posee una sustancia burda
en él es la nada, el vacío, o simplemente, el espacio. Pero, lógicamente, tiene
que admitirse que contiene conciencia, de otra manera los seres humanos, que
han sido formados a partir del éter, no podrían obtener una conciencia individual.
Por lo tanto, la única entidad que puede encontrarse en el éter es conciencia.
Por ejemplo, encontramos agua en el hielo, porque éste esta hecho de agua y no
contiene otra cosa más que agua. Similarmente, el éter, que no contiene otra
cosa mas que conciencia, tiene que estar hecho de conciencia. La conciencia
está en Brahma y por tanto, el éter tiene su origen únicamente en Brahma.
Entonces el factor etéreo o vyomatattva se ha originado de Brahma, como el
resto del universo, como el origen del aire, del fuego, del agua, de la tierra
y de la totalidad de los reinos vegetal y animal que ya hemos visto proviene
solo del factor etéreo. Así pues, toda la creación está hecha solamente de
Brahma tan solo Brahma es la causa de la creación del universo.
Sagun’a Brahma, la conciencia cualificada,
es la causa de la creación del universo. En otras palabras, el universo se ha
originado de Sagun’a Brahma. Pero sí Sagun’a Brahma o Bhagava’n creó el
universo, surge una pregunta bastante pertinente acerca de la disponibilidad
del material con el cual el universo fue hecho. Sagun’a Brahma también precisa
de algún material para crear el universo, tal como el alfarero necesita del
barro para moldear sus jarros. El alfarero tiene el barro de la tierra. Entonces,
¿también Sagun’a Brahma ha obtenido el material de alguien más? Tanto el
material como su dueño han debido existir antes que Sagun’a Brahma surgiera y
debe admitirse que este dueño es más grande que Sagun’a Brahma. De otra manera,
no le estaría disponible a Sagun’a Brahma. Ya se ha aceptado que Brahma es no
causal. Nada existía antes de Brahma; por lo tanto, el material con que el
universo ha sido creado tampoco podía haber existido antes de Brahma. ¿cuál
pudo haber sido el material con el que Sagun’a Brahma hizo el universo si nada
existía antes que El o más allá de El? El universo, que es tan visiblemente
existente, no pudo haber sido creado de la nada. El único material disponible
para Sagun’a Brahma en la creación fue Su propio Yo. Es por esto que tiene que
aceptarse que esta creación no es más que Sagun’a Brahma metamorfoseado en todo
lo que encontramos en el universo.
El universo entero está formado de Sagun’a
Brahma es tan solo Sagun’a Brahma lo único que se manifiesta como la creación.
¿no es entonces incorrecto el argumento de que Sagun’a Brahma es omnipresente?
Decir que Brahma se encuentra presente en un libro significa que el libro es
una entidad diferente de Brahma y que Este la ocupa. Esto da la impresión de
que hubiera dos entidades separadas: Brahma y el libro que pareciera estar
fuera de Sagun’a Brahma. Esto es totalmente incorrecto puesto que ya se ha
establecido que todo está hecho de Brahma; El ha asumido la forma de todo. Por
lo tanto, lo correcto sería decir que el libro es Brahma o bien, que El ha
asumido la forma del libro. Esto muestra que el libro y Brahma no son dos entidades separadas y que el libro no
existía antes que Brahma. Esta es la única expresión correcta, porque Brahma es
infinito y eterno, y nada puede existir antes que Él ni más allá de El. De
hecho, nada pudo haber existido antes que Brahma. Cada partícula de polvo no es
más que Brahma.
Brahma es la causa de toda la creación y
Brahma es el nombre colectivo de Prakrti y Purus’a. Entonces, ¿cuál de los dos
forma la creación? Tenemos que determinara si el material a partir del cual
surge la creación de Purus’a o Prakrti. Prakrti es una fuerza única; un
principio cuya única función consiste en cualificar a Purus’a. Como Prakrti es
solo una fuerza, no puede asumir ninguna forma. De otra manera perdería su
función cualificadora. Además, si Prakrti se convierte en la creación, debe
haber una fuerza o principio que le de forma. La única otra entidad en Brahma
que le podría dar su forma a Prakrti es Purus’a. Pero Purus’a, quien no puede
ni realizar Su propia existencia sin ser cualificado por Prakrti, no puede
llevar a cabo la tremenda tarea de darle a Prakrti la forma de la creación.
Esto deja en claro que Prakrti no asume la forma de la creación y que tan solo
Purus’a puede asumir dicha forma. Por lo tanto, el material del que el universo
entero se encuentra hecho es Purus’a. Prakrti cualifica a Purus’a para darle
diferentes representaciones, y Purus’a tiene que seguir los designios de
Prakrti. Por ejemplo, un alfarero moldea un poco de arcilla según sus
designios. La arcilla es comparable a Purus’a y el alfarero, quien aporta la
fuerza a Prakrti. Así mismo, Prakrti le da todas estas configuraciones a
Purus’a según el deseo de Ella de crear este universo. Purus’a únicamente sigue
los dictámenes de Prakrti formando la creación.
Es únicamente Purus’a, quien se proyecta en
todas las distintas formas de la creación. El es el material a partir del cual
todo esta hecho. Pero Purus’a es conciencia; en consecuencia, todo en este universo,
tiene conciencia. No existe nada que sea burdo, inanimado o sin conciencia. El
sólido ladrido, la madera muerta o incluso la tierra, a la cual generalmente se
le tiene como burda y sin vida, no lo es del todo. Todos son formas de la
entidad consciente: Purus’a. No pueden ser burdas y sin conciencia. Sin
embargo, todas ellas aparentan ser burdas e inertes, sin rastro alguno de
conciencia. Esto es debido a que Purus’a, siguiendo los dictámenes de Prakrti,
permanece en la condición en que Prakrti quiere que El esté. Un ladrillo es un
forma de Purus’a cualificada por Prakrti, y Purus’a permanece en esa condición
según el deseo de Prakrti. En este caso, Prakrti desea que El permanezca como
un ladrillo y es por eso que Purus’a permanece como tal, considerándose como
materia burda o inerte. El ladrillo no está en condiciones de expandir su conciencia
y permanece en estado inerte debido a que está siendo cualificado por ka gun’a
de Prakrti. La influencia de Prakrti hace que parezca como materia burda
inanimada, aunque posee conciencia. Por lo tanto, no existe nada en este mundo
que sea burdo; todo es una forma metamorfoseada de conciencia o Purus’a.
Ya se ha razonado que Purus’a es una
entidad sutil que cuando es cualificada, parece burda. En tal estado, como Su
conciencia no puede expandirse, El aparece más y más burdo, hasta que asume la
forma más burda posible de Ksititattva o factor sólido, en donde lo encontramos
como objeto inanimado, con Su conciencia en estado completamente durmiente. Así
pues, cuanto mayor es la influencia de Prakrti, más burdo aparece Purus'a
mientras que con menos influencia, El es más sutil.
El universo ha sido creado a partir de
Purus'a. En otras palabras, Purus'a, cuando es cualificado por las gun’as de
Prakrti ha creado el universo a partir de Su propio ser. Purus'a, como sabemos,
es una entidad sutil que sólo puede ser apreciada como una idea. Sin embargo,
la luna, el sol, las estrellas y los planetas la atmósfera de la tierra, hechos
del sutil Purus'a, se encuentran todos en esta creación. Tenemos que admitir
que esta creación ha sido formada por una entidad sutil que gradualmente se ha
crudificado. Ya hemos establecido con un razonamiento lógico que Purus'a es
sutil. Entonces, si este crudo universo ha sido creado a partir de esta entidad
sutil, su semilla debe haber existido en dicha entidad sutil y, al ser
cualificada por Prakrti, germinó hasta llegar a ser este universo expansivo. De
la misma forma podemos obtener la mantequilla a partir de la leche; únicamente
porque ella existía en la leche en otra forma. Pero si la semilla del universo
burdo existiera en El, Purus'a no podría llamarse sutil ni ser comprendido sólo
como una idea. Sutil es algo que puede únicamente ser comprendido o apreciado
como idea y que no contiene nada burdo. El factor etéreo, en el cual no se
puede encontrar ninguna sustancia burda perceptible, se cataloga como burdo,
porque el sonido puede viajar a través de él. El factor etéreo no tiene
dimensiones ni existencia perceptible; sin embargo, solo por la presencia de la
cualidad de permitir que las ondas sonoras viajen a través de él, se le clasifica
como burdo. La presencia de algo lo hace identificable; ya no se puede decir
que es sutil o que es comprensible únicamente como una idea. No se puede decir
que Purus'a es sutil si la semilla del universo existe en El. Tiene que ser
burdo, pero ya se ha establecido que Purus'a es sutil; en consecuencia, la
semilla del universo burdo no puede existir en El.
Aquí surge de nuevo una situación
contradictoria. Ya se dijo anteriormente que el universo ha sido creado a
partir de Purus'a, pero si la semilla no existía en El, ¿cómo pudo ser creado
el universo? Esto suena ilógico e irrazonable, y lo único lógico que podría
decirse es que el universo nunca fue creado puesto que Purus'a es sutil por
naturaleza, y el universo burdo no pudo haber sido creado a partir de El. Sin
embargo, ya se ha dicho antes que el universo fue creado de El, lo cual se ha
probado cierto con la lógica. El otro argumento racional posible sería decir que
el universo burdo nunca fue una realidad creada. Sin embargo, no puede
ignorarse la existencia de este universo visible. De hecho, este burdo universo
ha sido creado únicamente como la proyección del pensamiento de Purus'a. Al ser
influenciado por Prakrti surge una vibración en la mente de Purus'a, y como
resultado, la creación entera se convierte en una entidad imaginaria llena de
formas diferentes. El universo brota únicamente como entidad imaginaria en la
mente de Purus'a y no se requiere de material burdo alguno para su creación.
Los objetos imaginarios no son realidades burdas para cuya creación se requeriría
de algún material burdo. Así, Purus'a, que es sutil, puede fácilmente crear el
universo a partir de Su propio ser. Aceptar que la creación es tan sólo una
onda de pensamiento da lugar a las siguientes dudas:
1. ¿Porqué experimentamos este mundo como algo real si no se trata de
una realidad burda y existe únicamente como la proyección mental de Purus'a?
2. La creación llegaría a su fin en el momento en que la onda de
pensamiento de Purus'a dejara de existir. Las ondas de pensamiento o entidades
imaginarias son solo momentáneas, y su cesación traería consigo la aniquilación
completa.
Cuando la
imaginación hace surgir una forma en la mente de una persona, pareciera que no
se trata únicamente de ilusión. Es la mente quien imagina, y mientras la
persona se encuentre bajo el encanto de la ilusión, todo objeto ideado aparece
como real. Tan sólo cuando el encanto es roto la persona se percata de que ha
sido únicamente su imaginación.
Analicemos ahora la
imaginación y veamos cómo un objeto imaginado aparece como real en ella. En un
capitulo anterior se explicó que la parte de la mente que lleva a cabo las
acciones es aham'tattva (ego), y la parte de la mente que las muestra o que se
convierte en el resultado de las acciones se llama citta. Por ejemplo, cuando
aham'tattva ve un libro, citta capta el tanma'tra del libro y tiene que asumir
su misma forma. Similarmente, cuando una persona imagina una forma, aham'tattva
comienza a funcionar y citta tiene que tomar esa forma para permitir que aham'tattva
lo vea. Por ejemplo, Simón, sentado en Buenos Aires y pensando en Caracas, hace
que su aham'tattva piense en Caracas, y su citta tiene que asumir la forma de Caracas.
En ese mismo instante su aham'tattva comienza a ver Caracas en su imaginación.
A fin de tomar la
forma de cualquier objeto, citta capta su tanma'tra y primero se convierte en
el factor fundamental (bhuta) o estado de la materia del cual el objeto está
hecho. Por ejemplo al ver un libro, citta capta el ru'pa tanma'tra (formador de
la figura), y antes de poder asumir adecuadamente la forma del libro, tiene que
convertirse en la sustancia o estado de la materia de la cual está hecho el
libro. Si el libro está hecho de papel, que cae dentro del estado sólido de la
materia o ks'ititattva, citta tendrá que volverse como el papel o ks'ititattva
antes de poder tomar la forma del libro. Por lo tanto, es necesario que citta
se convierta en el tattva o bhu'ta (factor fundamental) del cual esta hecho el
objeto. Sólo entonces podrá asumir una forma completa y adecuada. El por qué
las figuras formadas en la imaginación aparecen como reales, puede comprenderse
fácilmente después de saber cómo se forma una figura imaginaria en la mente.
La aplicación
externa de citta se hace con la ayuda de los diez órganos o indriyas. Para ser
más claros, citta lleva a cabo sus acciones (de tomar las distintas formas) con
la ayuda de los órganos físicos o indriyas. Es a través del Indriya de los ojos
que citta capta el ru'pa tanma'tra de un libro y asume la forma del libro.
También se ha explicado ya antes que aham'tattva induce o conduce a citta a
entrar en contacto con un tanma'tra en particular. Por ejemplo, para poder
escuchar un sonido, aham'tattva envía citta hacia el órgano receptor de los
oídos; para ver el libro lo envía hacia los ojos, y para oler un perfume lo
envía hacia la nariz. Pero para imaginar a Caracas no se requiere de la ayuda
de ninguno de los indriyas, porque Caracas está a más de 6000 km. de Buenos
Aires, y en consecuencia, fuera de su alcance. Entonces, citta pierde contacto
con los indriyas y toma, por sí mismo, la forma de Caracas. Cuando citta pierde
contacto con los indriyas, estos quedan sin funcionar y la persona pierde el
sentido de distinción del lugar, tiempo y persona. Con sólo la ayuda de sus
ojos, Simón sabría de su existencia en Buenos Aires. Pero si citta ha perdido
su contacto con los indriyas y en su lugar ha asumido la forma de Caracas, no
podrá hacer uso del funcionamiento de dichos indriyas que reciben tanma'tras
del medio ambiente que los rodea. Esto es lo que hace que Simón vea Caracas en
su imaginación, pese a que se encuentre en Buenos Aires en ese momento. Citta
no puede recibir las impresiones de Buenos Aires y aham'tattva no puede ver
ninguna parte de Buenos Aires debido a que los indriyas han perdido sus
funciones. Sólo ve Caracas y se siente como si estuviera en Caracas. Citta
asume la forma de Caracas únicamente a instancias de aham'tattva. cItta no es
quien imagina; la imaginación es realizada por aham'tattva y citta tiene que convertirse
en esa sustancia y tomar esa forma. Tan pronto como la imaginación de
aham'tattva cesa, citta también pierde su forma y, en ese mismo instante, lo
indriyas comienzan a funcionar nuevamente. Tan sólo entonces Simón se percata
de que el Caracas que ha visto existe únicamente en su imaginación. Es debido a
este proceso que el objeto imaginado aparece como real mientras dura el encanto
de la imaginación. En el momento en que ese encanto se rompe, aparece como
imaginado y no real.
Citta tiene la
capacidad de tomar la forma de un objeto sin la ayuda de los tanma'tras, sólo a
instancias de aham'tattva. Por lo tanto, la forma que citta asume es
imaginaria, no real. La imaginación en sí misma no es real; la figura formada
en ella no puede ser real. La imaginación puede no ser real; sin embargo citta,
ciertamente tiene que asumir una forma, y por ello, aunque la forma sea
imaginaria o irreal, el hecho de que citta se convierte en ella es una
realidad.
Ya se ha analizado
la imaginación (kalpana') y se ha visto también por qué esta aparece como algo
real. Ahora falta ver si el universo ha sido creado como resultado de la
imaginación de Sagun'a Brahma o no. Anteriormente se dijo que al ser influenciado
por Prakrti, Sagun'a Brahma se proyecta a sí mismo como este universo. Esto
presupone la existencia de la mente, puesto que ninguna acción puede realizarse
sin ella. el múltiplo de todas las conciencias individuales es Purus'a en el
estado de Sagun'a Brahma. Ya se ha visto que cada conciencia individual obtiene
mente a causa de la influencia de Prakrti. Como Purus'a en Sagun'a Brahma es un
múltiplo de todas la conciencias individuales, El también adquiere una mente
cuando es influenciado por Prakrti. Su mente se convierte en la colección de
todas las mentes individuales. Así como cada conciencia individual es una
multiplicidad de la Conciencia Cósmica, así también cada mente individual es
parte de la Mente Cósmica. Esta, como colección de todas las mentes individuales
que es, se compone como ellas de Buddhitattva, Aham'tattva y Citta. Aham'tattva
es la parte que ejecuta una acción y citta se convierte en el resultado de esa
acción. Por lo tanto, este universo es creado por el Aham'tattva de Sagun'a
Brahma al hacer que su citta tome la forma de la creación. Citta se manifiesta
como una forma de dos maneras. Podría, bajo las órdenes de aham'tattva, asumir
la forma de un objeto, o bien captando las tanma'tras con la ayuda de los
indriyas, o asumir la forma sin captar ningún tanma'tra, a instancias de
aham'tattva y como resultado de las ondas de pensamiento de aham'tattva. Esta
última modalidad se llama kalpana' o imaginación; esto es, citta adoptando la
forma y figura de los objetos imaginados en las ondas de pensamiento de
aham'tattva. Nada existía antes ni mas allá de Sagun'a, por lo que su citta no
podía tomar la forma de ningún objeto externo, aún cuando Aham'tattva así lo
quisiera. En consecuencia, su citta tiene que adoptar las formas y figuras de
las ondas de pensamiento del Aham'tattva de Sagun'a Brahma. Citta se manifiesta
como el resultado de las acciones llevadas a cabo por Sagun'a Brahma y este
universo es una manifestación del citta de Sagun'a Brahma. Este citta ha
asumido la forma y figura de este universo, como fue imaginado por Su
Aham'tattva. Cuando citta adopta así una forma, se denomina kalpana' o
imaginación. Por lo tanto, esta creación es la imaginación o kalpana' de Sagun'a
Brahma.
Este universo no
debería aparecer como una realidad si existe únicamente en la imaginación de la
conciencia individual aparenta ser real, siempre que el hechizo de la
imaginación dure. La imaginación de Sagun'a Brahma, que es solo un múltiplo de
todas las conciencias individuales, también aparenta ser real por el mismo
motivo. Es precisamente esto lo que hace a la Mente Cósmica considerar también
Su imaginación como una realidad. La mente individual o la mente de un
individuo es tan sólo parte de la Mente Cósmica, y cualquier cosa que parezca real
para la Mente Cósmica también parecerá real para la mente individual. Entonces,
aunque este vasto universo existe únicamente en la imaginación, aparece ante
nosotros como una realidad.
Un mago presentando
sus trucos en la calle a veces parece arrojar al aire una soga que se queda
flotando. Su cómplice sube por ella con un puñal en la mano y desaparece.
Después de un rato, la cabeza y el tronco del cómplice caen uno tras otro bañados
de sangre. La audiencia entera se queda muda de asombro. El mago llora y gime
por su amigo y empieza a recoger los miembros descuartizados en una bolsa, y
colecta cuatro veces la suma que normalmente habría recogido gracias a la pena
y simpatía que despierta en su audiencia. Poco después, se ve a su cómplice
aparecer de la audiencia.
¿cómo hace esto el
mago? Toda la escena tiene lugar en presencia de un número de personas, lo cual
hace difícil considerarla falsa. Sin embargo, es un espectáculo tan extraño que
la mente de uno no está preparada para aceptarlo como real. Uno tiende a
preguntarse si el mago le ha devuelto realmente la vida a su amigo, cuya cabeza
y miembros fueron desprendidos del tronco. La duda de que uno haya sido
embaucado se desvanece ante el hecho de que muchas otras personas han presenciado
la misma cosa. No es posible que todos hayan cometido el mismo error. Tenemos
que analizar qué hace que semejante absurdo aparezca como real. Una soga no
puede quedarse quieta en el aire ni nadie puede escalarla. Aún menos probable
resulta la idea de que alguien pueda ser vuelto a la vida después de que sus
miembros han sido separados del tronco. ¿Cómo entonces uno lo ve tan claramente?
Todos observan el
espectáculo con la ayuda de sus intriyas, los ojos. Anteriormente vimos que la
función de ver es llevada a cabo por aham'tattva; y citta asume la forma del
objeto que aham'tattva quiere ver. Si el mago, con la ayuda de su poder sobrenatural
obtenido por la práctica intuicional, puede expandir su mente al punto de que
puede hipnotizar o influir sobre el aham'tattva de todo el mundo en la
audiencia, él detendrá el funcionamiento independiente del aham'tattva de toda
la audiencia. Entonces, la mente expandida del mago se convierte en la mente
colectiva de todos los individuos debido a que la mente de estos no funciona
independientemente. Es la mente del mago la que actúa, en lugar de las mentes
sin función de la audiencia. Si el mago piensa en el espectáculo antes
descrito, su citta asume esa forma y su
aham'tattva del mago trabajará en lugar del aham'tattva de quienes observan, y
en consecuencia, cualquier cosa que el mago vea como real o verdadera, aparece
también así para ellos. Como las ondas de pensamiento del mago aparecen como
una realidad objetiva, este espectáculo que existe en su imaginación parece ser
un suceso físico. Si la capacidad de la mente del mago parea proyectarse está
limitada a un radio de cien metros, únicamente las personas dentro de esa área
estarán bajo la influencia de la mente expandida del mago, y verán el mismo
espectáculo. Cualquiera que se encuentre fuera de esta área estará más allá del
límite dentro del cual el mago, puede expandir su mente; y no verá al mago
sentado con los ojos cerrados. No habrá huella del maravilloso acto de magia.
En realidad, la única verdad o realidad de todo este espectáculo consiste en el
mago con los ojos cerrados imaginando el espectáculo que la audiencia ve como
un hecho concreto e imagina que es real. Similarmente, aquellos que han caído
del camino del Yoga van por ahí mostrando sus poderes sobrenaturales. crean monedas,
billetes o dulces; lo que existe es únicamente la demostración de la mente expandida
del discípulo descarriado.
El espectáculo del
mago es un claro ejemplo que da testimonio del hecho de que este mundo
material, aunque es tan sólo la imaginación u onda de pensamiento de Sagun'a
Brahma, aparece ante nosotros como una gran realidad. De la misma forma que
consideramos el espectáculo del mago como algo real, también consideramos la
imaginación de Brahma como real. Quienes se encuentran más allá del campo de
influencia de la mente del mago no ven el espectáculo. Ven la verdad más allá
de él; únicamente al mago con los ojos cerrados. De manera similar, quienes con
la ayuda de la Sa'dhana o práctica intuicional van más allá del campo de la
Mente Cósmica, ven el burdo universo en su forma real, tal como la verdad en el
espectáculo del mago. Pueden comprender la realidad del universo. Ya que el
universo burdo es tan sólo la imaginación o una onda de pensamiento de la Mente
Cósmica, no puede ser Satya o verdad absoluta, y sólo quienes van más allá de
la Mente Cósmica pueden comprender la verdad, como en el espectáculo del mago.
Esta salvación o realización a través de la sa'dhana (práctica intuicional)
significa conocer la verdad última o absoluta, y quienes han conocido a este
Absoluto, son llamados Satyadras't'rs'i.
Dicen que Brahma
únicamente es Satya (última realidad) y que el universo es falso. Veamos hasta
qué punto esta aseveración es verdadera. Este universo está formado en la
imaginación de Sagun'a Brahma. Si este universo existe sólo en la imaginación
no puede, no puede ser una realidad. Si Kalpana' o la imaginación hubiera sido
una realidad, se le llamaría Satya (realidad última) y no imaginación. Por lo
tanto, si el universo está formado en la imaginación de Sagun'a Brahma, nunca
podrá ser Satya. El aham'tattva de Sagun'a Brahma imagina el universo y Su
citta asume esa forma para crear el universo imaginario como una proyección del
pensamiento de Brahma. La forma imaginaria puede no ser real, pero es una
forma. Similarmente, la forma imaginaria del universo que citta adopta, puede
no ser real, pero es un hecho que la sume. Pero la forma que toma es únicamente
imaginaria, y, en consecuencia, no es una realidad. Citta de Brahma se
manifiesta en la forma de este universo, y pese a que la forma en la que se ha
manifestado es imaginaria, es una realidad el que lo haya hecho. Esto es una
realidad o Satya. El universo tiene una forma, por lo que no se puede decir que
sea irreal, pero al mismo tiempo, debido a que esa forma se encuentra en la
imaginación de Brahma, no puede ser Satya. Por lo tanto, el universo no puede
ser considerado ni como verdadero no como falso; es algo entre los dos: es una
verdad relativa.
La creación es una
onda de pensamiento de Brahma, y el día que ella cese, el universo llegará a su
fin. Esto hace que surja el interrogante de por qué la onda de pensamiento aún
no ha llegado a su fin, y si ha de terminar en el futuro, cuánto será ese final.
El universo ha sido creado por Sagun'a Brahma al cualificar Prakrti a Purus'a
no condensado. Esto genera ondas de pensamiento en Purus'a , creando el
universo como resultado. Entonces, este universo ha sido creado debido a
Prakrti, o, para ser más precisos, debido a que Prakrti cualifica a Purus'a. Si
Purus'a pudiera liberarse de la influencia cualificadora de Prakrti, el universo
llegaría a su fin, puesto que Purus'a no tendría que continuar con Su
imaginación o sus ondas de pensamiento bajo la influencia de Prakrti. Purus'a,
en el estado cualificado de Sagun'a Brahma, se ha multiplicado en un número
infinito de conciencias individuales. Es por esto que Brahma es el Múltiplo
Supremo de todas las conciencias individuales. A fin de liberarse de la
influencia cualificadora de Su propio principio (Prakrti), Sagun'a Brahma
tendrá que liberar a ese número infinito de conciencias individuales de la
influencia de Prakrti. Sólo entonces podría la creación llegar a su fin.
Sagun'a Brahma contiene la totalidad de las muchas conciencias individuales, e
incluso si diez millones de conciencias individuales fueran liberadas de la
influencia de Prakrti, habría todavía un número infinito por liberar. Porque,
cualquiera que sea la cifra que sea sustraída del infinito, lo restante
continúa siendo infinito. Un número infinito quiere decir que no puede contarse
o que nunca termina. Así, si un millón, o incluso cien millones son sustraídos
de un número infinito, por grande que sea, el saldo no será finito, pues esto
permitiría conceptulizar su final. Por lo tanto, por grande que sea el número
de conciencias individuales que son liberadas de la influencia de Prakrti,
continuará quedando un número infinito de conciencias individuales, y mientras
Sagun'a Brahma se encuentre allí. La creación continuará existiendo. Como el
número de conciencias individuales es infinito, la creación nunca puede cesar.
Las ondas de pensamiento de Purus'a en
el estado de Sagun'a Brahma son creadas debido a la influencia de Su principio
Cualificador (Prakrti), y mientras exista, aunque sea una conciencia individual
bajo la influencia de Prakrti, la onda de pensamiento o imaginación tendrá que
continuar, y en ella se encuentra la creación.
La creación es la
proyección del pensamiento de Sagun'a Brahma. El cómo esta creación ha sido
formada en la imaginación de Sagun'a Brahma, requiere de explicación. Aunque
Simón se encuentre en Buenos Aires, puede crear a Caracas en su imaginación. Su
citta asume la forma de Caracas cuando su aham'tattva piensa en Caracas. La sustancia
mental o citta de Simón es una parte de su mente y Simón crea a Caracas en su
mente. Similarmente, Sagun'a Brahma ha creado el universo en Su imaginación. Su
citta se ha convertido en el universo como resultado del pensamiento de Su
aham'tattva. Como citta es parte de la mente de Sagun'a Brahma, el universo ha
sido creado en la mente de Sagun'a Brahma. Ya se ha visto que para poder tomar
la forma de Caracas, la citta de Simón - una entidad sutil - se convierte en
Caracas - un objeto burdo -. Para poder asumir la forma de objeto burdo, citta
tiene que cambiar de sutil a burdo. Este cambio no puede ocurrir repentinamente.
Citta tiene que crudificarse gradualmente, y sólo entonces puede asumir
adecuadamente la forma de Caracas (un objeto burdo). Si la leche ha de
convertirse en dulce de leche, esto no puede hacerse rápidamente. La leche
tiene que hervirse hasta que espese gradualmente. Es entonces cuando adopta la
forma sólida del dulce de leche. De la misma manera, el citta sutil de Sagun'a
Brahma se crudifica poco a poco, hasta que finalmente asume la forma de
ks'ititattva (factor sólido). Entonces, al creación, que es la transformación
de citta como resultado de su propia credificación, ha tenido que crudificarse
a partir de su estado sutil.
Sagun'a Brahma creó
el universo en Su citta crudificando gradualmente Su ser sutil. ¿Cómo se
crudificó la creación a partir de su estado sutil? Prakrti cualifica a Purus'a
en Sagun'a Brahma, lo cual resulta en la creación del universo. Como en el caso
de la conciencia individual, sattvagun'a, o el principio sutil de Prakrti,
cualifica a Purus'a primero y surge buddhitattva. Esto le proporciona a Purus'a
el sentimiento de "yo". Entonces, rajogun'a o el principio mutativo
de Prakrti lo cualifica más y se forma el Aham'tattva de Sagun'a Brahma. Por
último, tamogun'a o el principio estático de Prakrti cualifica al aham'tattva
de Sagun'a Brahma y se forma citta. La mente esta compuesta de Buddhitattva,
Aham'tattva y citta y los tres son sutiles por naturaleza. Entonces, el mundo
sutil o abstracto o la mente de Sagun'a Brahma es formado gracias a la influencia
cualificadora de Prakrti. Buddhitattva, Aham'tattva y citta son la
transformación gradual de Purus'a o conciencia. Buddhitattva, Aham'tattva y
citta son todos sutiles, pero Buddhitattva es el más sutil de los tres. El siguiente
en grado de sutileza es Aham'tattva, y el último es citta la contrapartida
objetiva. Existe una idea en Buddhitattva que es el sentimiento de
"Yo". En Aham'tattva encontramos otra idea además del sentimiento de
"Yo"; y esa es la idea de "Yo hago" (ego). Cualquier cosa
que contiene un gran número de factores es más burda que una que tenga menos;
por lo tanto, Aham'tattva es más burdo que Buddhitattva. Citta crea el resultado
de la acción de Aham'tattva y en consecuencia adquiere objetividad, ya sea sutil
o burda. Es más burda que Aham'tattva. Ya se ha visto anteriormente que el
primero en surgir es Buddhitattva. Después es seguido de Aham'tattva. Citta se
forma al final. Por lo tanto el movimiento en el flujo de la creación va de lo
sutil a lo crudo.
Antes se explico
que el universo es la proyección del pensamiento de la mente Cósmica. La influencia
de Rajogun'a (principio mutativo) crea una onda de pensamiento en el
Aham'tattva de Sagun'a Brahma, y su contrapartida objetiva, citta, asume la forma
del universo crudo. Citta es sutil por naturaleza pero tiene que crudificarse
como la creación. Para poder hacerlo, gradualmente tiene que tomar la forma de
los cinco tattvas o factores fundamentales, esto es Vyomatattva o A'ka'sha
(etéreo), maruttattva o va'yu (aéreo), tejastattva o agni (luminoso),
jalastattva (liquido) y ks'ititattva (sólido). Todos estos cinco son burdos, y
el universo ha sido creado a partir de esos cinco factores fundamentales. Un tanma'tra,
como hemos visto, es la forma sutil en que los indriyas perciben un objeto. Hay
también cinco tanma'tras: shabka (sonido), sparsha (tacto), ru'pa (vista), rasa
(gusto) y gandha (olfato). En la esfera sutil encontramos que Buddhitattva es
más sutil que Aham'tattva porque el primero tiene solamente el factor, "Yo
existo", mientras que Aham'tattva tiene dos factores: "Yo
existo" y "Yo hago". Similarmente en la esfera burda, algo que
contiene más tanma'tras es más crudo que aquello que contenga menos. La
ausencia absoluta de tanma'tras hace que algo sea absolutamente fino o sutil.
Esto también muestra que los tanma'tras no pueden ayudar a apreciar las cosas
de la esfera sutil en donde ellos se encuentran totalmente ausente. Para poder
apreciar esas cosas se requiere de Bha'vana- el flujo introverso de la mente
objetiva -, mientras que para conocer las cosas de la esfera burda, los
tanma'tras son absolutamente necesarios. Las cosas de la esfera burda pueden
ser percibidas únicamente con la ayuda de los tanma'tras. Citta asume la forma
de la creación que es burda y como loa tanma'tras son necesarios para conocer
las cosas de la esfera burda, citta tiene que tener tanma'tras. También citta
tiene que formar tanma'tras, pues no existe otra fuente de la que pueda
obtenerlos. El universo es así creado de citta, manifestándose gradualmente
como los cinco factores fundamentales (bhu'tas) y las cinco tanma'tras.
Podemos comenzar
con vyoma tattva o a'ka'sha tattva el factor etéreo. El vacío o la nada que
existe más allá de la supuesta atmósfera de los planetas es vyoma tattva o
a'ka'sha tattva. Este vacío indica la nada, y sin embargo, decimos que es burdo
porque contiene el tanma'tra shabda (sonido). Los científicos lo llaman éter.
Este vacío o éter no tiene forma ni figura. No tiene peso. No contiene nada y
es por eso que lo llamamos vacío o la nada. Pero el sonido puede viajar a
través de él. Las vibraciones sonoras no pueden formarse en ausencia de un
medio para su transmisión. Es debido a esto que al vacío lo llamamos burdo. La
presencia de el tanma'tra shabda (sonido) lo hace burdo. Pero este es el reino
más sutil de la esfera burda ya que sólo tiene un factor, el tanma'tra del
sonido. Por lo tanto, el primer factor que fue formado en esta creación fue
a'ka'sha tattva - el factor etéreo, y shabda (sonido) el primer tanma'tra.
Después de tomar la
forma de a'ka'sha tattva, citta se manifiesta como va'yu. Va'yu (aire) es más
burdo que a'ka'sha (éter) porque en él encontramos la presencia de dos
tanma'tras. El aire o va'yu contiene el tanma'tra de shabda (sonido). Por lo general,
las ondas sonoras son acarreadas de un lugar a otro por el aire, por lo que la
presencia del tanma'tra de shabda (sonido) resulta esencial. Sólo podemos
sentir la presencia del aire por el sentido del tacto; es por eso que el
tanma'tra de sparsha (tacto) también se halla presente. Así, encontramos dos
tanma'tras en el factor aéreo (va'yu), mientras que en el factor etéreo o a'ka'sha,
encontramos tan sólo uno. Por lo tanto, va'yu o el factor aéreo es más burdo
que a'ka'sha o factor etéreo y ah surgido después que éste.
Citta se manifiesta
como tejas tattva (factor luminoso) después de va'yu tattva (factor aéreo). El
fuego puede verse, y por eso se puede decir que tiene una forma o figura.
Contiene el tanma'tra de ru'pa o de la vista (la vibración que produce una
imagen o forma), de otra manera, no podríamos verle. El fuego también puede ser
sentido o tocado. Por lo tanto, contiene los tanma'tras de shabda (sonido) y de
sparsha (tacto). Hay tres tanma'tras en el factor luminoso ru'pa, sparsha y
shabda como contiene tres tanma'tras, es más burdo que va'yu y fue creado
después que va'yu, o factor aéreo.
Jala (factor
líquido) fue creado después del factor luminoso. Citta asumió una forma más
burda. El agua es un líquido y tiene sabor, por lo tanto, contiene al tanma'tra
de rasa (gusto). Además de esto, contiene los tanma'tras de shabda (sonido),
sparsha (tacto) y ru'pa (vista). En consecuencia, es más burdo que el fuego.
Que el agua contiene a shabda tanma'tra puede observarse realizando un simple
experimento. Si alguien habla al nivel del agua desde un lado de un río, puede
ser oído colocando el oído al mismo nivel en el otro lado. El agua puede ser
tocada y tiene también forma que se puede ver. Por lo que tiene cuatro
tanma'tras: shabda, sparsha, ru'pa y rasa; y es más burdo que el factor
luminoso. Así pues, el agua surgió después que el fuego.
Ks'ititattva
(factor sólido) se formó después de jalatattva. Citta tomó la forma aún más
burda de la tierra sólida. En la tierra o ks'iti encontramos un nuevo tanma'tra,
gandha (olfato). En el ks'titattva hallamos todos los cinco tanma'tras shabda,
(sonido), sparsha (tacto), ru'pa (forma), rasa (gusto) y gandha (olfato). En
consecuencia , Ks'ititattva es más burdo que los demás factores. Ks'ititattva
tiene el tanma'tra del sonido, y es por ello que vemos que éste viaja a través
de los cables telefónicos, hechos de sólido. Los sólidos pueden tocarse; tienen
forma y sabor definidos. Por último, únicamente las partículas sólidas tienen
olor. Así que, la tierra posee las cinco tanma'tras. Por tanto, la tierra o
Ks'ititattva es el más burdo de todos los factores y fue creado después de los
demás. Es en este último estado de la transformación de lo sutil a lo burdo que
citta se encuentra manifestada en su forma más cruda como el factor sólido.
Es debido al
reconocimiento psíquico de la Entidad Suprema Cualificada que esta creación se
ha transformado gradualmente de lo sutil a lo burdo. Su sustancia mental
(Citta), de acuerdo a las ondas de pensamiento de su Aham'tattva, gradualmente
se ha transformado de lo sutil a su forma más burda, el factor sólido
(ks'ititattva). Puesto que contiene los cinco tanma'tras, el factor
sólido(ks'ititattva) es la forma más burda, un objeto inanimado. Ya se ha visto
que en citta simplemente ocurre una metamorfosis gradual de Purus'a. Cuando
Purus'a fue cualificado por Prakrti asumió la forma de citta, y es éste el que
se ha convertido en algo inanimado como el más burdo de los factores: el factor
sólido (ks'ititattva). Esta Conciencia (Purus'a), después de haber sido
cualificada por Prakrti, se ha manifestado como un objeto inanimado, y con
certeza ha alcanzado el fin último en esa dirección. En esta condición modificada,
la Conciencia se ha convertido en algo absolutamente tan burdo, como un objeto
inanimado. No puede haber nada más burdo que esto. La Conciencia Cósmica ha
alcanzado el estado de un objeto inanimado como la forma más burda de la
materia bajo la extrema influencia de Prakrti. Al cualificar a Purus'a o
Conciencia Cósmica hasta conducirla al extremo de lo burdo, la capacidad del
Principio Cualificador (Gun'a) de Prakrti ha sido utilizada completamente, y
Prakrti ya no puede cualificarla más en esa dirección. Así, en el factor sólido
(ks'ititattva), tanto Prakrti como Purus'a se han convertido en inanimados.
Purus'a ya no puede crudificarse más y Prakrti ya no puede cualificarlo para
crudificarlo más. Cuando Purus'a y Prakrti han alcanzado sus limites de manifestación,
surge el interrogante de si este es el final de la creación. Si el factor
sólido (ks'ititattva) constituye el estado final de la creación, surge otra
cuestión sobre la presencia de objetos animados como las plantas y los
animales. El cómo y cuándo fueron estos formados, es una cuestión pertinente.
La mayor influencia
de Prakrti crudifica más a Purus'a (Conciencia). Ahí donde la influencia de
ella es menor, el es más sutil. Es debido a esto que la influencia extrema de
Prakrti hace a la Conciencia absolutamente inanimada en el factor sólido (ks'ititattva).
Este aparece como inanimado con sólo verle. La influencia de Prakrti ha
alcanzado su clímax. No se puede decir que las plantas y los animales sean
inanimados. La conciencia está reflejada en ellos. Ellos se originan a partir
de estos factores fundamentales. Es decir, citta de Sagun'a Brahma (la Entidad
Suprema Cualificada) que se ha manifestado como el factor sólido (ks'ititattva),
asume ahora la forma de las plantas y los animales. Es por esto que se dice que
la creación ha sido formada del cuerpo de Brahma. El factor sólido (ks'ititattva)
es inanimado, pero las plantas y los animales que surgen de él tienen conciencia
reflejada y no son inanimados. Con certeza son más sutiles que aquél. El factor
sólido (ks'ititattva) tiene que haber sido formado antes que ellos ya que tanto
plantas como animales surgen de él. Ellos no aparecen en la creación hasta
después de la formación del factor sólido (ks'ititattva). El hecho de que las
plantas y los animales sean más sutiles que el factor sólido (ks'ititattva)
sugiere que después que la creación alcanza su forma más burda en ks'ititattva,
avanza entonces hacia formas más sutiles.
La creación
evoluciona gradualmente de lo sutil a lo burdo. El sutil material mental
(Citta) poco a poco se convierte en el burdo factor sólido (ks'ititattva). De manera
similar, tendrá que retornar de nuevo lentamente a lo sutil. El sólido Ghee
(mantequilla clarificada) no puede derretirse de golpe. De igual manera, citta,
en la forma de la sólida tierra, poco a poco se utiliza. El que citta avanza
gradualmente de lo burdo a lo sutil es demostrado por la evolución de la vida
vegetal y animal sobre la tierra. La primera vida vegetal en el planeta aparece
bajo la clase de plantas llamadas Ka'ii (una forma del algas y musgos
rudimentarios). No se puede decir que Ka'ii sea inanimado porque muestra un
cierto reflejo de conciencia, cualquiera que éste sea.
Después de esto
surgieron plantas con hojas y flores. En ellas encontramos claros indicios de
vida, y definitivamente tienen un reflejo de conciencia más claro que en Ka'ii.
Después surgieron animales inferiores, seguidos de animales más evolucionados.
Es así cómo encontramos que la creación más primitiva sobre la tierra fue Ka'ii
y la más avanzada es el ser humano. Existe reflejo de conciencia en Ka'ii, pero
está tan nublado que uno permanece escéptico acerca de su presencia, mientras
que en los seres humanos encontramos la conciencia claramente reflejada. La
creación evoluciona gradualmente del grupo de plantas Ka'ii hasta los humanos.
El reflejo de conciencia aparece menor en las cosas burdas, mientras que en las
sutiles es mayor. En otras palabras, el grado de sutileza o de crudeza indica
también el grado de claridad del reflejo de conciencia. La vida más primitiva
en la tierra Ka'ii muestra muy poca conciencia, y la forma más avanzada de la
creación - el ser humano- presenta un reflejo muy claro de conciencia. Esto
significa que Ka'ii es la forma más burda de vida en la tierra y los humanos
constituyen la más sutil. Estos son más sutiles que Ka'ii. Por lo tanto, el
proceso de la creación en esta fase va de lo burdo a lo sutil.
Ya se ha dicho
anteriormente que el estado supremo de conciencia es sutil. El proceso de la
creación en esta fase de lo burdo a lo sutil significa que esa creación está
avanzando hacia un estado de Conciencia No Cualificada. La creación se
manifiesta en una forma burda a partir de la Conciencia sutil bajo la
influencia de Prakrti, y nuevamente se encuentra avanzando de lo burdo hacia lo
sutil. Bajo la presión cualificadora de Prakrti, la Conciencia asume primero
una forma burda, para más tarde avanzar de esa forma burda hacia la Conciencia
No Cualificada, que es sutil. Entonces, la creación completa presenta dos fases.
La primera fase es el proceso de transformación de lo sutil a los burdo y la
segunda de lo burdo a lo sutil.
La creación, como
hemos visto, es la proyección de pensamiento de la Entidad Suprema Cualificada
(Sagun'a Brahma). Purus'a, en el estado de Sagun'a Brahma, toma todas estas
formas bajo la influencia de Prakrti como ondas de pensamiento de Sagun'a
Brahma, y se convierte en la forma más burda: el factor sólido (ks'ititattva).
En la fase siguiente, cuando la creación avanza de lo burdo a lo sutil, lo que
ocurre en realidad es que las ondas de pensamiento de Sagun'a Brahma avanzan
hacia lo sutil. Los humanos son creados al final de todo, y es en ellos que encontramos
la conciencia completamente reflejada. Esto conduce a la conclusión de que los
humanos constituyen la expresión final de la onda de pensamiento de Sagun'a
Brahma, y que más allá de este estado se encuentra la fusión de la conciencia
individual con la Conciencia Cósmica. Esta es abstracta o sutil, pero bajo la
influencia cualificadora de Prakrti comienza a manifestarse como la creación,
primero de los sutil a lo burdo, y luego, nuevamente de formas burdas hacia
sutiles o abstractas. El estado más burdo en la creación es el factor sólido
(ks'ititattva), en donde la conciencia existe como objeto inanimado. Entonces,
en el proceso de la creación, cuanto más se mueve la conciencia hacia lo burdo,
menor es el reflejo de la Conciencia Cósmica; y cuando se mueve de lo burdo a
lo sutil, el reflejo de Conciencia Cósmica es proporcionalmente mayor. El hecho
de que la conciencia se halle totalmente reflejada en las personas muestra que
en su viaje de retorno de los burdo a lo sutil, la conciencia ha hecho de los
seres humanos su morada final, a partir de la cual se puede fundir con la
Conciencia Cósmica. La creación es tan sólo la onda de pensamiento de Sagun'a
Brahma; el estado último de la onda de pensamiento. Entonces, los humanos son
los seres más evolucionados y constituyen el estado último en la evolución de
la vida.
El burdo universo se forma como
resultado de la manifestación psíquica de la Entidad Suprema Cualificada
(Sagun'a Brahma) y los seres humanos aparecen en la última etapa de esa
manifestación, mientras que el factor etéreo (vyomatattva) aparece en la
primera. En la creación, junto a los millones de seres humanos, encontramos
también animales, plantas y materia en forma de los cinco factores
fundamentales: sólido (Ks'iti), liquido (Apa), luminoso (Agni), aéreo (Va'yu) y
etéreo (Vyoma). Los seres humanos, que forman hoy la última fase de la onda de
pensamiento de Brahma, tienen que haber existido también en el estado inicial del
factor etéreo (Vyomatattva). Durante el curso de esa onda de pensamiento,
tienen que haber evolucionado al siguiente estado del factor aéreo
(Va'yutattva); pero el primer estado del factor etéreo no pudo haber
desaparecido del todo, porque el aire o factor aéreo (Va'yutattva) no puede
existir sin la presencia del éter o espacio vacío. Incluso, cuando la primera
etapa de la onda de pensamiento evoluciona hacia el segundo estado, el éter
(Vyomatattva) continua existiendo. El interrogante que surge aquí es acerca del
reemplazo del factor etéreo (Vyomatattva), que ya ha pasado a la segunda etapa
de la onda de pensamiento. Existe tan sólo una posibilidad, y es que nuevamente
Brahma asume la forma del factor etéreo (Vyomatattva). El factor etéreo (Vyomatattva)
habría desaparecido completamente de la existencia durante el curso de la
creación si no fuera reemplazado, tal como cuando los estudiantes son
promovidos del nivel uno al nivel dos, la clase del nivel uno permanecería
vacante a menos que nuevos estudiantes sean admitidos. Y cuando los estudiantes
del nivel dos son promovidos al nivel tres, son reemplazados por promociones
del nivel uno en donde se hacen nuevas admisiones. Esto mismo se aplica para
las ondas de pensamiento de Brahma. Cuando el factor etéreo (Vyomatattva) se
convierte en factor aéreo (Va'yutattva), y éste en luminoso (Agni), la vacante
creada por la formación de aire (Va'yu) a partir del etéreo (Vyomatattva) en
Sus ondas de pensamiento. El estudiante que se vincule antes a la clase uno obtendrá
su grado más pronto. Similarmente, la conciencia individual que formó la
primera etapa de la onda de pensamiento de Brahma como protozoo primitivo,
después de pasar de lo sutil a lo burdo y luego de lo burdo a lo sutil, se desarrollará
antes como humano. La partícula de polvo, que como estado intermediario en la
evolución yace hoy como un objeto inanimado, algún día se transformará también
en ser humano.
El que Sagun'a Brahma (Entidad Suprema
Cualificada) sea sutil y la creación se mueva de lo sutil a lo burdo y luego
nuevamente, de lo burdo a lo sutil, muestra que la creación se forma a partir
del Él y regresa nuevamente a Él.
Purus'a es sutil por naturaleza. Purus'a
llega a su mayor punto de crudeza en el factor sólido (ks'ititattva) debido a
la máxima influencia de Prakrti. Cuando la influencia de Prakrti es mayor,
Purus'a se crudifica más, y cuando es menor permanece más sutil. El motivo por
el cual Purus'a se convierte en algo inanimado (ja'da) en el factor sólido
(ks'ititattva) es porque la aplicación de los principios cualificadores de
Prakrti ha alcanzado su clímax. Después
de esta fase la creación avanza de nuevo hacia lo sutil a partir de se
forma burda, resultando en el desarrollo de una cercanía al Purus’a No
cualificado. El desarrollo muestra la gradual liberación de Purus’a de la
influencia de Prakrti. A menos que Purus’a sea liberado de la influencia de
Prakrti, su retorno al estado No Cualificado es imposible. Entonces,
encontramos que como la creación se mueve de lo burdo a lo sutil, Purus’a se
libera gradualmente de la influencia cualificadora de Prakrti.
Purus’a se libera poco a poco de la
esclavitud de la influencia de Prakrti en el movimiento de la creación de lo
burdo a lo sutil, mientras que en la otra fase de la creación, gradualmente
está cayendo cada vez más bajo la influencia de Prakrti debido a que la
creación va de lo sutil a lo burdo. Finalmente se convierte en algo inanimado
(ja’da) en la forma del factor sólido (Ks’ititattva) bajo la influencia extrema
de los principios cualificadores de Prakrti. La propiedad de Prakrti consiste
en cualificar a Purus’a. En la fase de la creación en donde lo sutil cambia por
lo burdo, encontramos que Prakrti cualifica gradualmente a Purus’a, como resultado
de lo cual El es privado de Su capacidad de reflejar a la Conciencia Cósmica,
hasta el punto en que aparece completamente privado de conciencia y yace como
un objeto inanimado en la forma del factor sólido (Ks’ititattva). Durante el
movimiento de lo sutil a lo burdo, Prakrti ejercita al máximo su propiedad
cualificadora. Pero durante la otra fase de la creación, en la que el movimiento
es de lo burdo a lo sutil, encontramos que el reflejo de conciencia se aclara
poco a poco. En otras palabras, Purus’a se está liberando gradualmente de la
influencia de Prakrti. En esta fase de la creación Prakrti ya o puede ejercer
adecuadamente su cualidad limitadora, porque, en lugar de caer cada vez más
bajo su influencia, Purus’a se está liberando como estado del proceso. El cómo
Purus’a puede liberarse de la influencia de Prakrti, siendo la naturaleza o
propiedad de ella cualificar e influir sobre El, requiere de explicación.
La Conciencia Cósmica (Bhu’ma’caetanya) se
ha manifestado como un número infinito de conciencias individuales en la
creación bajo la influencia del Principio Cualificador de Prakrti. Sólo unas
cuantas de estas conciencias individuales han llegado a la forma de factor sólido
(Ks’ititattva), y éstas, gradualmente están siendo liberadas de la influencia
de Prakrti en el movimiento de la creación de lo burdo a lo sutil. Toda
creación tiene origen en Sagun’a Brahma, y es por ello que la Entidad Suprema
es la causa de la transformación de la conciencia individual en esta creación
burda, y también de su liberación de la fuerza cualificadora. Sagun’a Brahma es
el responsable de esto. Sagun’a Brahma mismo tiene que ser emancipado se El es
responsable por la emancipación de Sus conciencias individuales. De otra
manera, Sagun’a Brahma no podría ser la causa de la liberación de las
conciencias individuales. Quien se encuentra encadenado no puede liberar a
otros de las cadenas. Si Simón y Roberto han sido ambos encerrados, Simón nunca
podrá liberar a Roberto mientras él mismo se encuentre encarcelado. Simón nunca
podrá lograrlo desde dentro de la prisión; no importa cuanto lo intente; Simón
nunca podrá ser el instrumento de la liberación de Roberto. Pero alguien que se
encuentre fuera de la prisión podría liberar a Roberto, aun con poco esfuerzo;
podría se la causa de su liberación. Quienes no se encuentran libres ellos
mismos, no pueden ser la causa de la liberación de otros. Entonces, si Sagun’a
Brahma ha de ser la causa de la liberación de la conciencia individual, tiene
que ser alguien que ya ha alcanzado la emancipación (Mukta Purus’a).
¿Qué significa Mukta Purus’a? Tanto Prakrti
como Purus’a son independientes en Nirgun'a Brahma (Entidad Suprema No Cualificada). Ahí
Purus’a, gracias a su independencia, no está cualificado por el Principio
Cualificador de Prakrti, y es el Purus’a de Nirgun'a Brahma. El se convierte en
el Purus'a de Nirgun'a Brahma únicamente alcanzando a Nirgun'a Brahma por medio
de la sadhana (práctica intuicional) es una Mukta Purus'a. Al alcanzar el
estado de Nirgun’a uno se libera de la atadura de los principios de Prakrti.
Sin embargo, si tales personas regresan bajo la influencia de Prakrti por
voluntad propia, por un determinado periodo con la intención de liberar a
otros, continuarán siendo Mukta Purus'a. No han sido atados por la influencia
de Prakrti. Ellos mismos han aceptado la influencia cualificadora de Prakrti
por un periodo determinado. Prakrti no podrá mantenerlos bajo su influencia una
vez el periodo haya terminado. De ahí que una persona que ha alcanzado el
estado de Nirgun'a a través de su práctica intuicional (sadhana) y regresa bajo
la influencia de Prakrti durante un tiempo, por voluntad propia, con el
propósito de liberar a la humanidad, es un Mukta Purus'a.
Un Mukta Purus'a no puede ser la causa de
la atadura de otros. Aquí, atadura significa ser cualificado por el principio
de Prakrti. Ser la causa de la atadura de otros significaría caer bajo la
influencia de Prakrti. Atar a otros no sería posible sin estar cualificado por
Prakrti. Ya que los Mukta Purus'a están libres de la atadura de Prakrti, no
pueden ser influenciados por ella y por lo tanto, nunca podrán ser la causa de
la atadura de otros. Toda vez que Sagun'a Brahma es Mukta Purus'a, El no puede
ser la causa de la atadura de otros.
Sin embargo, durante el curso de la
creación encontramos que el vasto universo surge según la voluntad de Sagun'a
Brahma, cuando toda conciencia individual cae bajo la influencia de Prakrti.
Sagun'a Brahma, siendo Mukta Purus'a, El mismo es Mukta (emancipado), pero todos
sus seres no son individualmente libres y han caído bajo el control de
Prakrti por el propio deseo de Sagun'a
Brahma. Esa así cómo Sagun'a Brahma se convierte en la causa de la limitación
de la conciencia individual limitándose El mismo. Pero ya hemos concluido que
Sagun'a Brahma es Mukta Purus'a. Si tal es el caso, entonces ¿por qué todos sus
seres tienen que caer bajo la influencia de Prakrti y, después de todo, por qué
se crea el universo? Mientras se explicaba el término Mukta Purus'a se dijo
anteriormente que aquéllos quienes, después de haber alcanzado el estado de
Nirgun'a, aceptan la influencia de Prakrti por voluntad propia durante un
periodo determinado con el propósito de ayudar a los demás, sin Mukta
(emancipado). Como Mukta Purus'a que es, Sagun'a Brahma tiene que aceptar la
influencia de Prakrti por un cierto tiempo, después de haber alcanzado el
estado de Nirgun'a, en el objeto de servir a los seres vivos (jiiva). Toda
conciencia individual tiene su origen en Sagun'a Brahma, y es con el objeto de
atenderlos que Sagun'a Brahma ha aceptado libremente la atadura de Prakrti por
un cierto tiempo. El mayor servicio posible a la conciencia individual es le
llevarla de regreso al Estado Supremo en donde Prakrti no ejerce influencia.
Por tanto, el bienestar de Purus'a yace en ser liberado de la atadura de Prakrti
a fin de poder alcanzar el Estado Supremo. Así, pues, Sagun'a Brahma acepta la
influencia de Prakrti por un determinado periodo con el sólo propósito de que
cada una de Sus conciencias individuales alcancen el Estado de Mukta Purus'a.
Es precisamente con este objetivo en perspectiva, que toda conciencia
individual cae bajo la influencia de Prakrti a instancias de Esta. Si la
emancipación de cada conciencia individual es el objetivo, el periodo por el
cual Sagun'a Brahma acepta la influencia de Prakrti, tendrá que durar hasta que
cada conciencia individual sea liberada de la atadura o hasta que cada uno
alcance el estado de Mukta Purus'a, como Sagun'a Brahma.
Como Sagun'a Brahma quiere que cada uno de
Sus seres se liberen como El (un Mukta Purus'a), tendrá que convertirse en un
número infinito de seres a fin de poder satisfacer Su deseo de liberarlos. An’u
o ser, significa la partícula más pequeña o diminuta. Para poder dividirse en
seres, Sagun'a Brahma ha tenido que asumir una forma burda, porque no es posible
dividir algo sutil. Por ejemplo, el fuego que es una forma particular del
factor luminoso (Tejastattva) es más sutil que la tierra o factor sólido
(Ks’ititattva). ¿Puede ser dividido o separado? Encender dos cerillas en forma
separada producirá dos llamas, pero si son sostenidas conjuntamente habrá
únicamente una llama, y resultará imposible distinguir entre las dos llamas de
las dos cerillas. Pese a todos nuestros esfuerzos, no podremos demarcar una
línea entre las llamas producidas por las dos cerillas. Las llamas pierden su
identidad individual para convertirse en un solo objeto o entidad. Entonces, no
es posible dividir o separar el fuego. Pero si se mezclan dos puñados de arena,
es posible separarlos en dos grupos diferentes de nuevo. Por lo tanto, a
diferencia del fuego, la tierra puede dividirse en partes. El fuego es más
sutil que la tierra, pero es más burdo que el éter o el aire. Ya que no es
posible dividir el fuego, ni siquiera surge el interrogante sobre si el posible
dividir el éter, el aire o la Conciencia Cósmica (Bhu’ma’cartanya), que son
mucho más sutiles. No es posible dividir el agua o el éter, porque pese a todos
nuestros esfuerzos, no podemos discernir una línea de demarcación entre las
diferentes partes del agua. Tan sólo la tierra o factor sólido (Ks’ititattva)
el factor fundamental más burdo puede dividirse en distintos seres, como se
desee. Sagun'a Brahma tuvo que asumir una forma burda para poder dividirse en
innumerables seres. El existe como varios seres individuales únicamente en el
factor sólido (Ks’ititattva), pues no puede dividirse en seres en ningún otro
factor. También se puede decir que el universo burdo apareció, sólo con la intención
de formar multiplicidades infinitas de la Entidad Suprema Cualificada (Sagun'a
Brahma), como innumerables conciencias individuales.
La conciencia individual aparece únicamente
en el factor sólido (Ks’ititattva). Sagun'a Brahma quiere que cada una de sus
conciencias individuales se emancipe, y para este propósito, y de la misma
manera en que por voluntad propia asumió la forma más burda en el factor sólido
(Ks’ititattva) bajo la influencia extrema de los principios cualificadores de
Prakrti, nuevamente, por su propio deseo, avanza hacia lo sutil a fin de
liberarse gradualmente de la atadura. Para Caetanya o Conciencia, la liberación
de la atadura de Prakrti significa el desarrollo de la sutileza, hasta
finalmente retornar a la Conciencia Cósmica se mueve de lo sutil a lo burdo; tiene
el propósito de formar a partir de Ella misma Sus infinitas multiplicidades
como conciencias individuales. La siguiente fase del movimiento, de lo burdo a
lo sutil, tiene la intención de liberar a la conciencia individual de la
atadura de Prakrti. Sagun'a Brahma tiene por objetivo la liberación de todos
Sus seres, y para satisfacer dicho propósito, El tiene que manifestarse como la
creación que avanza de lo sutil a lo burdo y luego de lo burdo a lo sutil, en
sus dos fases. Así, el propósito u objetivo de Sagun'a Brahma al crear este
universo, es obtener la liberación de cada uno de Sus seres o de todas Sus
multiplicidades, y lograr para ellas la condición de Mukta Purus'a
(emancipadas).
Para convertirse en Mukta Purus'a es
esencial alcanzar a Nirgun'a Brahma (Entidad Suprema No Cualificada). El deseo
de Sagun'a Brahma de liberar a Sus seres sólo será satisfecho cuando cada una
de las conciencias individuales alcance a Nirgun'a Brahma, según el deseo de
Sagun'a Brahma. Tenemos que analizar la posibilidad o capacidad de Sagun'a
Brahma de obtener el logro de Nirgun'a Brahma para sus conciencias
individuales.
La creación es únicamente un reconocimiento
psíquico o imaginación (Kalpana) de Sagun’a Brahma. Entonces, es en la onda de
pensamiento de Sagun'a Brahma en donde El forma un número infinito de
conciencia individuales en el factor sólido (Ks’ititattva). El reconocimiento
psíquico, imaginación (Kalpana) u ondas de pensamiento, son sólo funciones de
la mente, y su actividades dependen de la mente que las crea. Es justo como la
onda de pensamiento que crea Caracas en la mente de Simón; está confinada a los
límites de la mente de Simón y la mente de Roberto no puede verla. Si la
imaginación (Kalpana) o el reconocimiento psíquico está confinada a los límites
de la mente que la crea entonces, la conciencia individual que existe dentro de
la expansión de la onda mental de Sagun'a Brahma tiene que estar confinada dentro
de los límites de la mente de Sagun'a Brahma. Por lo tanto, la conciencia
individual no puede ir más allá de la mente de la Entidad Suprema Cualificada.
Nirgun'a Brahma se encuentra más allá del campo de acción de la mente de
Sagun'a Brahma, y por ello, ninguno de los seres de Sagun'a Brahma podrá
alcanzar a Nirgun'a Brahma, aunque así El lo deseara. El propósito de Sagun'a
Brahma de liberar a Sus seres y hacerles como El Mukta Purus'a (emancipado) no
puede cumplirse, y pierde todo significado si ninguna conciencia individual
puede alcanzar a Nirgun'a Brahma, aunque El lo desee. Tenemos que analizar que
hace entonces Sagun'a Brahma para lograr Su objetivo.
Brahma no tiene principio, como tampoco lo
tiene Prakrti. Cuando Purus'a (conciencia) está menos condensada, Prakrti
(principio operativo) cualifica a Purus'a, y Brahma recibe entonces el nombre
de Sagun'a Brahma o Entidad Suprema Cualificada. Si Brahma es eterno, el Purus'a
menos condensado en El ha tenido que haber existido durante toda la eternidad.
La influencia cualificadora de Prakrti tiene que haber estado cualificando a
Purus'a eternamente, porque Prakrti ha estado influyendo sobre el Purus'a menos
cualificado durante toda la eternidad. Pero anteriormente vimos que Sagun'a
Brahma es un Mukta Purus'a (emancipado). Esto muestra que Sagun'a Brahma, quien
anteriormente se encontraba bajo ataduras, más tarde se emancipó. Sin embargo,
aquí surge el interrogante sobre el agente que promueve a emancipación de
Purus'a de la influencia de Prakrti. No existe otra entidad diferente de
Purus'a que haya estado bajo la influencia de Prakrti desde la eternidad. En
ausencia de una tercera entidad y siendo que Purus'a se encuentra bajo la
influencia de Prakrti, el único curso posible para Su liberación es por medio
de Su propio deseo y esfuerzo. El esfuerzo por liberarse uno mismo de la
influencia de Prakrti se llama sadhana.
Antes que Sagun'a Brahma se liberara de las
ataduras se llamaba Praja’pati y después de haber logrado la emancipación por
medio de la sadhana y convertirse en Mukta Purus'a, se le llamó Hiran’yagarbha.
Sagun'a Brahma quiere, pero no puede,
alcanzar el estado de Nirgun'a para la conciencia individual o Purus'a individual,
y su objetivo no se logra. El objetivo de Sagun'a Brahma sólo se puede lograr
si la conciencia individual también alcanza a Nirgun'a Brahma practicando sadhana,
como Praja’pati. Sadhana significa un esfuerzo con ahínco o un esfuerzo con
intenso deseo. Sadhana por Mukti (emancipación) significa llevar a cabo un
esfuerzo con empeño, con el intenso deseo de liberarse de la atadura de los
principios cualificadores de Prakrti. El esfuerzo con un deseo intenso de
liberarse de la atadura de Prakrti obtiene resultados únicamente si la
conciencia individual se percata de su posición subordinada y comprende su
atadura bajo los principios cualificadores de Prakrti. El asunto de la
emancipación no se aplica para quien no se ha dado cuenta de su atadura y dependencia.
Entonces, para poder liberarse, es necesario ser consciente de que se encuentra
encadenado. Sólo después de percatarse de esto se siente la necesidad de buscar
un método para la liberación. Para que la conciencia individual alcance la
emancipación se requiere tanto ser consciente de que se está bajo ataduras como
del esfuerzo metódico para lograr la liberación. Los seres tienen que estar lo
suficientemente evolucionados para estar conscientes de su atadura y para poder
encontrar el medio que los libere de dicha atadura. En el factor sólido
(Ks’ititattva) los seres son inanimados cuando surgen en la creación. Ese ser
inanimado (Jada) es incapaz incluso de percatarse de su propia existencia por
encontrarse bajo la extrema influencia de Prakrti, y nunca podrá encontrar el
medio para su emancipación. El objetivo de Sagun'a Brahma consiste en la liberación
de cada uno de Sus seres, pero El no puede lograrlo completamente en el caso
del ser inanimado (Jada). Entonces, Sagun'a Brahma lo libera de la influencia
de Prakrti, tanto como le es posible según Su capacidad. Este es el motivo por
el cual los humanos poseen una conciencia claramente reflejada, ya que ellos
constituyen la última etapa de la creación. En los humanos la expansión no es
completa, no pudiendo obtener la liberación absoluta de la atadura de los
principios cualificadores de Prakrti. Pero en ellos, la conciencia está
claramente reflejada, lo cual les permite ser conscientes de esta
subordinación. Esto también les proporciona la capacidad de hacer el esfuerzo
por llevar a cabo la sadhana para su emancipación. Sagun'a Brahma se puso bajo
la influencia de Prakrti y creó la creación con la intención de crear a los
humanos fueron, capaces de practicar sadhana. Entonces, los humanos fueron
creados únicamente para practicar sadhana y lograr la emancipación (Mukti) a
pesar de que fueron creados para este propósito van contra los deseos de la
Entidad Suprema. Contradicen el propósito mismo de la creación de los seres
humanos.
En los humanos, la conciencia es un reflejo
en la placa mental, precisando de un A’dha’ra o cuerpo hecho de los cinco
factores fundamentales, originado de Sagun'a Brahma; pero la Conciencia Cósmica
no depende de ningún cuerpo (A’dha’ra) Sagun'a Brahma o la Entidad Suprema
Cualificada no tiene un cuerpo como el de un ser humano. Los humanos son la proyección
del pensamiento de Sagun'a Brahma y existen dentro de la mente de otra entidad
y hubiera surgido como su proyección de pensamiento. Sagun'a Brahma no tiene
una causa. No tiene principio ni fin. Como tal, no puede existir dentro de la
mente de otra entidad y adquirir un cuerpo, la conciencia en los humanos, es
tan sólo un reflejo de la Conciencia Cósmica, mientras que la conciencia de
Sagun'a Brahma es la Conciencia Cósmica misma. Los humanos también reciben
Antahkaran’ah (fuerza psíquica introvertida) como Sagun'a Brahma. Pero la mente
de un ser humano es únicamente una parte de la Mente Cósmica de Sagun'a Brahma,
tal como su conciencia es sólo una multiplicidad de la Conciencia Cósmica. El
ser humano también puede crear en sus ondas de pensamiento de la misma manera
que Sagun'a Brahma creó el universo en Sus ondas de pensamiento. Antes vimos
que esa capacidad de Simón para crear a Caracas en su imaginación u ondas de
pensamiento, mientras permanece sentado en Bogotá, es sólo momentánea, y
aparece como real únicamente ante él. Por otra parte, la creación del universo
por parte de Sagun'a Brahma aparece como real y no momentánea. Esto se debe a
que los humanos, siendo una parte de Su creación formada como la proyección del
pensamiento de Sagun'a Brahma, tienen una existencia relativa conjuntamente con
el resto de la creación. El cosmos o Sagun'a Brahma observa Su proyección de
pensamiento como algo real, y el ser que esté dentro, naturalmente tiene que
sentirlo como real. En consecuencia, los humanos consideran la proyección de
pensamiento de la Entidad Suprema Cualificada y Su creación, el universo, como
una realidad. La mente de Simón y su proyección en la imaginación es limitada;
Roberto no puede operar dentro de ella; los objetos imaginados de la mente de
Simón y su proyección en la imaginación es limitada; Roberto no puede operar dentro
de ella; los objetos imaginados de la mente de Simón pueden ser considerados
reales únicamente por él durante el tiempo que dure el destello de su
imaginación. La mente de Roberto no existe dentro de la mente de Simón, por
ello, el primero no puede encontrar estos objetos como algo real. Si la mente
de Shyama existiera dentro de la mente de Simón, el primero habría visto el Caracas
creado por las ondas de pensamiento de la mente de este último y, al igual que
Simón, habría considerado la creación imaginada de Caracas como un hecho real.
Por ejemplo, hemos visto antes que una persona puede extender o proyectar su
mente hasta traer las mentes de otros dentro de su campo de acción. En ese
momento, otros ven la imaginación de esa persona considerándola como algo real;
como el truco de la soga del mago. Entonces, los seres humanos también pueden
crear objetos en sus ondas de pensamiento, pero estos son sólo réplicas de sus
experiencias anteriores. Tienen que ver o escuchar sobre el objeto que crean en
su imaginación. Como Brahma no tiene causa, nada existía antes o más allá de El
de manera que El pudiera copiar algún objeto en Sus ondas de pensamiento. Por
lo tanto, las ondas de pensamiento de Brahma son siempre nuevas. Ni están ni
pueden estar basadas en experiencias pasadas, como la imaginación de los seres
humanos es la que hay entre sus propiedades, características o Dharma. El
Dharma de los seres humanos es practicar Sadhana y convertirse en Mukta Purus'a
(ser emancipado), mientras que el de Sagun'a Brahma es proveer de una
oportunidad a cada uno de sus seres para convertirse en Mukta Purus'a. De
hecho, todo el universo y a los seres humanos en él, está únicamente dirigido
hacia el propósito de la emancipación de cada uno de Sus seres.
4.- ¿Quien Soy Yo Y Que Soy Yo?
Los seres humanos constituyen el último
peldaño en la escalera evolutiva de la creación. En ellos, la conciencia está
claramente reflejada en un cuerpo físico hecho de los cinco factores
fundamentales provenientes del cuerpo cósmico de la Entidad Suprema Cualificada
(Sagun’a Brahma). Este reflejo claro de la conciencia corresponde a la conciencia
individual (A’tman) y el cuerpo físico de los cinco factores que recibe este
reflejo se llama cuerpo humano. Por lo tanto, un ser humano tiene conciencia
individual (A'tman) y cuerpo. El poseerlos a los dos demuestra que el ser
humano no es ninguno de ellos. Si los seres humanos fueran A'tman (conciencia
individual), no podrían reclamarla a ésta como su A'tman; alternativamente, si
fueran solamente cuerpos, no podrían decir, “Este es mi cuerpo”. Son algo
diferente de estos dos. Existe otra entidad en los seres humanos que reclama la
posesión de A'tman y del cuerpo. Esa otra entidad parece ser la dueña del
A'tman y del cuerpo. ¿Qué es esa otra entidad?
El sentimiento puro de “yo” no es más que
una idea abstracta. Una pequeña introspección mostrará que este sentimiento de
“yo existo” es una idea. Surge como resultado del pensamiento. Este sentimiento
de “yo” sólo puede aparecer cuando hay conciencia; y es con conciencia o
Jina’na, no se puede tener el conocimiento de la existencia y, consecuentemente,
la idea o sentimiento de “yo”. A'tman es conciencia individual o Purus'a
individual, y debido a que se encuentra dentro del campo de acción de Sagun'a
Brahma, será cualificado por los principios de Prakrti de la misma manera como
ocurrió en el caso de Purus'a en Sagun'a Brahma. Es debido a la influencia
cualificadora del principio sutil del Prakrti que A'tman adquiere el conocimiento
de su existencia, o que surge el sentimiento puro de “yo”. Y es debido a esta
idea de la existencia que se forma el sentimiento de “yo”, de donde la
identidad individual del “yo” es sólo una idea. Así, esto sucede como una
proyección formada debido a la influencia cualificadora de la Prakrti sutil
sobre la conciencia individual. Por lo tanto, este sentimiento de “yo” no es ni
el A'tman ni la conciencia individual. La individualidad de los seres humanos o
su sentimiento de “yo” no es conciencia individual. Es únicamente una idea
objetiva de la conciencia individual, el conocimiento a partir del cual surge
por la influencia cualificadora de Prakrti. Entonces, el sentimiento de “yo” de
los seres humanos depende completamente de la conciencia individual, tal como
la existencia de una tabla de madera depende del árbol. La tabla de madera no
puede ser llamada árbol; similarmente, esta entidad del “yo” no puede ser
llamada conciencia individual. Es sólo una idea que depende de la conciencia
individual, formada como resultado de la influencia cualificadora de Prakrti
sutil sobre ella.
Ya se ha mostrado antes que el buddhitattva
aparece debido a la influencia cualificadora del principio sutil de Prakrti sobre
la conciencia individual. Esto también hace aparecer el sentimiento de “yo” y
crea el conocimiento de la existencia de la conciencia individual. Consecuentemente,
la entidad individual del “yo” no es conciencia individual; es buddhitattva,
que es sólo una parte de la mente.
La entidad del “yo” de los seres humanos es
buddhitattva, que es más sutil que aham’tattva y que citta. Entonces, ¿qué son
aham’tattva y citta? Ya se explicó en el primer capítulo que aham’tattva (ego)
aparece como resultado de la influencia cualificadora del principio mutativo de
Prakrti sobre buddhitattva, que hace que éste se manifieste como aham’tattva.
Al ser posteriormente cualificado por el principio estático de Prakrti,
aham’tattva se manifiesta como citta. En realidad es el sentimiento puro de
“yo” (buddhitattva) quien se ha manifestado como el aham’tattva (ego) y como
citta debido a la influencia cualificadora de los principios mutativo y
estático de Prakrti, respectivamente. Aham’tattva (ego) y citta son sólo formas
funcionales más burdas de la entidad del “yo” de los seres humanos. Por lo
tanto, la mente de los seres humanos es una proyección posterior de su
sentimiento de “yo” (buddhitattva), y está hecha únicamente de esa entidad.
La conciencia individual o A'tman se
refleja sólo cuando hay un cuerpo físico hecho de los cinco factores
fundamentales del Macrocosmos. Mahattattva aparece como resultado de la influencia
de la sutil Prakrti sobre la conciencia individual; por eso, Mahattattva o
sentimiento de “yo”, también depende de un cuerpo físico. Debido a que
Mahattattva invade cada rincón del organismo y tiende a identificar este “yo”
con el cuerpo. Sin embargo, anteriormente se explicó que este sentimiento de
“yo” y el cuerpo no son la misma entidad. Son diferentes; el sentimiento de
“yo” es Mahattattva y el cuerpo físico no es otra cosa que su refugio
(A’dha’ra).
Así, el sentimiento de “yo” de un ser
humano no es ni su conciencia individual ni su cuerpo; es únicamente la
creación mental de la conciencia individual, llamada Mahattattva o buddhitattva,
y este “yo” es posteriormente manifestado como las otras dos formas funcionales
de la mente: aham’tattva (ego) y citta.
5.- ¿Cuál Es Mi Relación Con El Universo Y Con La Entidad Cósmica?
Nirgun'a Brahma es el estadio Supremo de
Brahma, y se alcanza cuando la conciencia deja de estar bajo la influencia
cualificadora de Prakrti. Sagun'a Brahma, la Entidad Suprema Cualificada, se
encuentra bajo la influencia cualificadora de Prakrti. A Sagun'a Brahma también
se le llama Bhagava’n. Al alcanzar la liberación de la atadura de la influencia
cualificadora de Prakrti, la conciencia (Purus'a) adquiere el Estadio Supremo y
logra el estado de Nirgun'a, la conciencia No Cualificada. El A'tman o
conciencia individual, siendo un múltiplo de la sumatoria de conciencias
individuales dentro de la Entidad Suprema Cualificada, es también múltiplo de
Bhagava’n. Por lo tanto, la conciencia individual también es Bhagava’n, y al
ser liberada de la atadura de Prakrti, se sumerge en Nirgun'a para lograr el
Estadio Supremo.
En el capítulo anterior se explicó que el
sentimiento de “yo” de los seres humanos no es el A'tman o conciencia individual.
El conocimiento de la existencia o el sentimiento de “yo” es distinto de la
conciencia individual. También se explicó que este sentimiento de “yo” es únicamente
una proyección metamorfoseada de la conciencia individual. Entonces, la entidad
“yo” de los seres humanos no es Bhagava’n. Es una forma asumida o modificada de
Bhagava’n. Por ejemplo, una persona que se llama Simón, mientras actúa en el
escenario como Ulises, se le llamará Ulises y no Simón. La personalidad de
Simón interpretando a Ulises no corresponderá a la verdadera personalidad de
Simón. Será tan sólo una personalidad asumida o modificada, y mientras dure
interpretando ese papel, se le llamará Ulises y no Simón. Similarmente,
mientras el sentimiento de “yo” corresponda a la identidad de la persona, ésta
será diferente de su A'tman o Bhagava’n, y la persona con este sentimiento de
“yo” permanece únicamente como una forma asumida o modificada de la conciencia
individual (A'tman). Así, se ve que es precisamente el sentimiento de “yo” de
una persona lo que la mantiene alejada de su conciencia individual. De hecho,
es este sentimiento de “yo” lo que hace de un ser humano una entidad diferente
de Bhagava’n. Al finalizar el drama en el que Simón interpretó el papel de
Ulises, él retorna a su personalidad original y se le llama Simón. De igual
manera, al liberarse de su sentimiento de “yo”, la forma modificada o asumida
de la conciencia individual deja de existir, y la conciencia individual
(A'tman) se convierte en Nirgun'a (no cualificada), pues la forma asumida anteriormente
existía sólo como resultado de la influencia cualificadora de Prakrti. La
finalización de esta forma modificada o asumida de la conciencia individual
significa la liberación de la atadura de Prakrti. Por lo tanto, el sentimiento
de “yo” en los seres humanos es lo que crea las diferencias entre las personas
y sus conciencias individuales. A decir verdad, es precisamente este
sentimiento de “yo” lo que evita que la conciencia individual o A'tman alcance
el Estadio Supremo.
El sentimiento de “yo” de un ser humano es
sólo la conciencia individual metamorfoseada; sin embargo, esta entidad del
“yo” es distinta de la conciencia individual o Bhagava’n; en consecuencia, la
conciencia individual no puede ser responsabilizada por llevar a cabo las acciones
o experimentar sus consecuencias mientras esas acciones sean llevadas a cabo
por ese “yo”. Por ejemplo, las consecuencias de las acciones realizadas por
Simón en el escenario bajo el papel de Ulises, no afectarán a Simón. Se puede
asumir que Ulises sólo se verá afectado mientras el intérprete sea la personalidad
asumida y no Simón, en plena capacidad de su personalidad original. Simón, en
su capacidad original, será sólo el testigo de todo lo que la forma asumida
haga o experimente. Similarmente, quien actúa y experimenta el resultado de
todas las acciones es la forma proyectada o modificada del “yo”. La conciencia
individual, ni lleva a cabo acciones ni experimenta resultados. Unicamente es
testigo de las acciones y de los resultados derivados de ellas.
En el primer capítulo se dijo que la
conciencia individual es la entidad conocedora. Unicamente se le puede tomar
como la entidad conocedora o testigo, y el sentimiento de “yo” de los seres
humanos es la otra entidad que crea en ellos el sentimiento de existencia y les
establece su propia existencia. La conciencia individual siempre permanece como
una entidad testigo, y cualquier acción llevada a cabo por la entidad “yo” no
tiene ningún efecto sobre aquélla. Una entidad testigo o conocedora no tiene
que llevar a cabo ninguna acción, por lo tanto, el rango de conciencia
individual permanece inmodificado como entidad atestiguadora. Sólo quien
siembra, cosecha; entonces, únicamente la entidad denominada sentimiento de
“yo” experimentará los resultados de todas las acciones, puesto que este
sentimiento es el generador de todas las acciones. La “entidad testigo” o
“entidad conocedora” únicamente permanece como espectadora, sin experimentar
ningún resultado, ya que no llevó a cabo la tarea. Por ejemplo, Simón, quien
observa un partido de fútbol, nunca obtendrá ningún crédito por ganarlo. Solo
el jugador, Roberto, será proclamado como ganador. El verdadero jugador es
quien gana o pierde el juego, y él es el único que se sentirá fatigado como resultado
del mismo. Simón, quien no es más que un espectador, ni ganará ni perderá, ni
se sentirá exhausto o cansado. Simón, el espectador, será testigo tanto del
juego como del resultado de las acciones. El sabrá el resultado del encuentro y
verá a Roberto exhausto como consecuencia de su juego en el partido. Similarmente,
la conciencia individual o A'tman es el espectador testigo de todas las
acciones llevadas a cabo por los seres humanos y de los resultados
experimentados por ellos. No realiza ninguna acción, por lo tanto, no
experimenta ningún resultado. La conciencia individual o A'tman es únicamente
una fuerza atestiguadora; la entidad todo-conocedora.
El sentimiento de “yo” de los seres humanos
es buddhitattva. Este “yo” proporciona la idea del conocimiento de la existencia.
No suministra ninguna idea sobre llevar a cabo alguna acción. El mero
sentimiento de la existencia no indica que el “yo” realice ninguna acción; por
lo tanto, no es buddhitattva quien actúa. Ya se ha dicho en el primer capítulo
que aham’tattva que surge como resultado de la influencia cualificadora de Prakrti
sobre buddhitattva corresponde a la parte de la mente que trabaja. El
aham’tattva o ego no es buddhitattva, pues el primero se forma a partir del
segundo. Es una manifestación más burda de éste. Quien trabaja es aham’tattva o
el ego; sólo él es quien experimenta los resultados de las acciones.
Buddhitattva, que es una entidad separada e independiente de aham’tattva y que
no es más que un mero sentimiento puro de “yo”, no lleva a cabo las acciones,
por eso no debe experimentar el resultado de las mismas. Sin embargo, en una
reflexión seria, ninguna acción parece posible sin la entervención del
sentimiento de “yo” o sin el conocimiento de la existencia; de otra manera,
¿quién más haría trabajar a aham’tattva? Quien inspira a aham’tattva a trabajar
es el sentimiento de “yo” o conocimiento de la existencia. Así, pues, se
observa que buddhitattva no realiza ninguna acción, pero es gracias a su conocimiento
de la existencia y al sentimiento de “yo” que proporciona, que una persona
pueda trabajar a través de su aham’tattva. Por lo tanto, el sentimiento de “yo”
está relacionado también con el resultado de las mismas. A manera de ilustración
podemos tomar el ejemplo de dos terratenientes cuya disputa resulta en la pelea
abierta de su gente. Como consecuencia de esta lucha, los verdaderos
combatientes, es decir, los hombres de los terratenientes serán heridos, o
pueden incluso morir, pero los terratenientes permanecerán aparentemente
inafectados. No obstante, ellos son los responsables de la lucha, ya que ésta
se inició por estar aquéllos instigando a su gente. Entonces, en apariencia,
quien resulta afectado es la persona que trabaja, pero en realidad, son los
terratenientes quienes indirectamente experimentarán los resultados de la lucha
entre sus hombres. Unicamente ellos serán los ganadores o perdedores.
Análogamente, buddhitattva está también relacionado en forma indirecta con los
resultados de las acciones realizadas por aham’tattva, pese a que es éste el
verdadero realizador de la acciones, quien aparentemente carga con las consecuencias
de las mismas.
Ya se ha explicado en el primer capítulo
que citta surge como resultado de la
influencia cualificadora de Prakrti sobre aham’tattva. Es aham’tattva por lo
tanto quien se manifiesta en una forma más burda, como citta o sustancia
mental. Los resultados de las acciones realizadas por aham’tattva se forman en
citta. Ya se explicó en detalle en el primer capítulo que citta asume la forma
de las acciones de aham’tattva con la ayuda de los diez indriyas. Por ejemplo,
citta tiene que convertirse en un libro para poder permitirle a aham’tattva
verlo. Lo mismo se aplica para poder escuchar un sonido. Citta es una
manifestación burda de aham’tattva, quien a su vez es una manifestación de
buddhitattva. Citta es entonces la porción más burda de buddhitattva y no es
capaz de ninguna acción independiente. Cualquier acción independiente por parte
de una entidad consciente, no es tolerada por Prakrti, quien intenta ir contra
las acciones independientes de una persona. Como el reflejo de conciencia es
completo en los seres humanos, éstos pueden comprender sus limitaciones e
intentan desafiar la autoridad de Prakrti. En este esfuerzo por sobreponerse a
la autoridad de Prakrti, los seres humanos trabajan contra sus designios, y
ella, a su vez, va en contra de los esfuerzos de los seres humanos a fin de
mantener Su dominio sobre ellos. Por lo tanto, las acciones de las personas
están inspiradas por su conciencia con el propósito de romper la atadura de
Prakrti, y el resultado que experimentan es la reacción infligida por Prakrti
para mantenerlos bajo Su atadura.
Veamos ahora cómo se ejecuta una acción y
por qué hay que cargar con las consecuencias en forma de reacción. Toda acción
se origina en la mente y es realizada por ésta, es decir, por sus tres
componentes, buddhitattva, aham’tattva y citta ya se explico anteriormente que
citta tiene que asumir la forma o convertirse en el resultado de cualquier acción
llevada a cabo por un ser humano. Esto significaría que citta deja su forma
normal y se metamorfosea en la forma del resultado de una acción. Por ejemplo,
citta tiene que convertirse en libro para poder verlo. La mente de una persona
tiene que dejar su forma normal y deformarse para poder completar la ejecución
de una acción. Tanto la creación como la existencia de la mente se deben a la
influencia de Prakrti sobre la conciencia, y cuando la conciencia perturbe el
estado normal de la mente inspirándola a trabajar, Prakrti no lo tolera.
Prakrti, siendo el factor dominante, obviamente regresa la mente a su estado
natural y también origina una reacción por la deformación de la mente. Esto se
llama karmaphala. Entonces, Karmaphala es una manifestación de buddhitattva.
Buddhitattva y el sentimiento de “yo” son la misma entidad. Por lo tanto, es
tan sólo el sentimiento de “yo” de los seres humanos que, al crudificarse, se
transforma en citta. Ya hemos visto que un libro sólo puede verse cuando citta
se convierte en el libro. Ya que citta es una transformación del sentimiento
del “yo”, es en realidad este sentimiento de “yo” de los seres humanos lo que
se transforma en el libro, y no es el libro lo que uno ve. Es el propio “yo”
transformado lo que uno ve como libro. Es ese sentimiento de “yo” transformado,
conocido como citta, quien, al captar la vibración ideatoria de la forma creada
por los nervios (ru’patanma’tra), se convierte en el libro mismo. Así, los
mismos seres humanos tienen que convertirse en el resultado de sus acciones, y
cualquier cosa que ven, sienten, oyen, tocan o huelen, es su propio sentimiento
de “yo” o su propio ser transformado.
Mahattattva o buddhitattva proporciona la
inspiración para el trabajo. Aham’tattva ejecuta la acción. Y citta tiene que
convertirse en el resultado de esa ejecución. Mahattattva, aham’tattva y citta
constituyen la mente, luego, es la mente quien trabaja. Es ella quien carga con
las consecuencias. Quien siembra, es quien cosechará. La conciencia individual
(a’tman) está más allá del campo de la mente, por lo tanto, ni trabaja ni carga
con las consecuencias. Simplemente permanece como espectadora en el cuerpo
humano.
La conciencia (Purus'a) y Su principio
cualificador (Prakrti) son independientes uno del otro de sus respectivas
influencias en la Entidad Suprema No Cualificada (Nirgun'a), donde la Conciencia
sostiene el Rango Supremo. Mientras que en la Entidad Suprema Cualificada (Sagun'a),
la Conciencia (Sagun'a) la conciencia (Purus'a) se encuentra bajo la atadura de
Prakrti, lo cual resulta en la creación del universo según los designios de
Prakrti.
El proceso o reacción que restaura la mente
a su forma original- la deformidad estando debida a las acciones de la mente-
se experimenta como karmaphala (resultado de las acciones). La intensidad con
que la acción se lleva a cabo y deforma la mente se experimenta en igual grado
en la reacción o karmaphala. Tiene que enfrentarse la misma presión que se empleó
contra Prakrti al ocasionar la deformidad en la mente a fin de poder restaurar
ésta a su forma normal. Por ejemplo, al ejercer presión con el dedo sobre una
pelota de goma, se forma una depresión, pero al retirar el dedo, la pelota
retorna a su forma o estado original. En el momento de la reacción (cuando la
pelota retorna al estado original), el dedo experimenta una fuerza igual y
opuesta. Aquí la pelota de goma puede compararse a la mente, y el dedo a la entidad
“yo” de los seres humanos, que hace que la mente trabaje creando la deformidad
en ella. Así pues, uno siente la reacción de la mente regresando a su forma original
con la misma intensidad empleada al crear la deformidad. En este proceso de
reacción, Prakrti logra ambos propósitos, tanto el de restaurar la forma
original de la mente como el de castigar al “yo” que inspiró a la mente a
trabajar. De acuerdo con las reglas de Prakrti, la naturaleza de la mente es
regresar a su forma original reaccionando ante cada acción. Por lo tanto los seres
humanos tienen que cargar con las consecuencias de todo tipo de trabajo como
reacción (karmaphala). Según la ley de Prakrti, una persona experimentará las
reacciones por todos sus actos, sean éstos buenos o malos. Por ejemplo, si una
persona roba y le ocasiona sufrimiento a quien le ha robado, esta ocasionará
una distorsión en la mente utilizando su facultad de infligir dolor. La mente
reaccionará para remover la distorsión, y la persona que ha ocasionado el dolor
experimentará una cantidad igual de dolor (en medida mental) como resultado de
esta reacción. Análogamente, si por sus actos una persona le proporciona
felicidad a otros, también experimentará una cantidad igual de felicidad como
resultado del intento de su mente por retornar al estado original. Esto sucede
porque de acuerdo con las leyes de Prakrti, se experimentará una reacción igual
y opuesta durante el proceso de la mente por retornar a su forma normal. Así,
Prakrti hace que los seres humanos carguen con las consecuencias (karmaphala)
de todas sus acciones; con la ayuda del instrumento de la mente creado por
Prakrti; cualquier cosa que un ser humano haga, buena o mala, tendrá que experimentar
una reacción similar (karmaphala).
Nadie puede existir sin llevar a cabo una u
otra acción. Aun cuando se está sentado calladamente se está realizando una
acción; el cuerpo físico puede no moverse, pero la mente siempre activa no se
queda quieta. Incluso sin acción física, la mente se ocupa en acciones,
pensando o imaginando. Una persona puede estar pensando mal de alguien, puede
incluso estar planeando matarle o puede estar pensando en la forma de ayudar a
los demás en su infortunio. Todas estas son acciones y no requieren de ningún
esfuerzo o movimiento físico. Es más, la acción física no es más que la
proyección de la actividad mental. Ya se explicó antes que toda acción es
llevada a cabo por la mente y los diez órganos (indriyas), son solo una extensión
de citta que traduce las acciones mentales en actividad física. Todas las
acciones pueden clasificarse como físicas o mentales. Las acciones realizadas
por la mente con la ayuda de los órganos (indriyas) son físicas, mientras que
las que lleva a cabo ella sola, sin la ayuda de ellos, son mentales. Ambos
tipos de acciones ocasionan distorsiones en la mente, y como resultado de la restauración
de la mente a su estado normal, se ocasionarán reacciones que tienen que
experimentarse. Así, pues, toda acción, sea física o mental, hará que quien la
haga experimente la reacción (karmaphala).
La conciencia completamente reflejada en
los seres humanos les permite comprender su subyugación ante la atadura de
Prakrti. Ellos no quieren continuar en esta situación de esclavitud trabajando
independientemente contra Prakrti, quien a su vez se mantiene infligiéndoles
castigo en la forma de reacciones a sus acciones. En esta tierra, sólo los
seres humanos poseen una conciencia completamente reflejada, y por eso, de
todos los seres vivos, sólo ellos pueden actuar independientemente. Las leyes
de Prakrti castigan únicamente las acciones realizadas en forma independiente o
contra Sus deseos. Por lo tanto, aquéllos incapaces de acción independiente no
recibirán ningún castigo de Su parte. Entonces se verá que, a excepción de los
seres humanos, ningún otro ser vivo experimenta karmaphala por sus acciones.
Tiene que experimentarse karmaphala por
toda acción, corresponda ésta a un acto bueno o a uno malo. Los seres humanos
no pueden existir sin acción ni por un solo instante, y por eso trabajan hasta
el momento de su muerte. Esto no evita que se experimenten las reacciones
después de la muerte. Solo aquéllos que actúan experimentarán sus reacciones
(karmaphala); nadie puede ser sustituido para experimentarlas. ¿Cómo puede una
persona, cuyo cuerpo físico ha sido enterrado o cremado, experimentar las
reacciones (karmaphala)? Esto es lo que se explica en los siguientes párrafos.
La conciencia individual (at’man) es
inmortal. Nunca se modifica. En el curso del movimiento de lo burdo a lo sutil,
la conciencia individual se refleja completamente en el cuerpo humano hecho de
los cinco factores fundamentales creados por la Conciencia Cósmica (Bhu’ma
Purus'a). Purus'a y Prakrti – la conciencia y Su Principio Operativo- son
inseparables; por lo tanto, al refugiarse la conciencia individual (Purus'a) en
un cuerpo humano, su Principio (Prakrti) también se encuentra allí. La
presencia de Prakrti despliega Su influencia sobre la conciencia y provee a ésa
de mente. La mente – que es un efecto de la conciencia individual- y Prakrti
existirán mientras aquéllos dos (Purus'a y Prakrti) existan. La conciencia
individual y su principio (Purus'a individual y Prakrti) constituyen
contrapartidas inseparables, una de la otra. Entonces, la mente sólo existirá
con la conciencia individual. El sentimiento de “yo” sólo se obtiene en la
mente, y mientras ésta exista, ese sentimiento de “yo” también estará allí. Ser
verá pues que el sentimiento de “yo” también impregna el cuerpo físico cuando
la conciencia individual (a’tman) toma refugio en un cuerpo humano. En el
momento en que la conciencia individual deja el cuerpo. Prakrti, que es la
contrapartida inseparable de la conciencia individual, también deja el cuerpo.
La mente, que es una creación de Prakrti, obviamente dejará también el cuerpo
con Ella. Esto resulta en la muerte del cuerpo físico. Así pues, la muerte no
significa la muerte de la conciencia individual ni de la mente. Solo significa
la muerte del cuerpo físico. La conciencia individual (at’man) y la mente,
simplemente dejan el cuerpo físico que antes adoptaron como refugio. Esto lleva
a la cuestión de qué es lo que hace que la conciencia individual abandone el
cuerpo físico. La conciencia individual podría seguir su marcha hacia lo sutil
con el mismo cuerpo físico, hasta fundirse final y completamente en la más
sutil Conciencia Cósmica (Bhu’ma Caetanya). Los cuerpos de los seres humanos
están compuestos de los cinco factores fundamentales que, como vimos antes, son
formas burdas metamorfoseadas de Conciencia Cósmica. Los cinco factores fundamentales
aparecen en la parte de la creación en que la Conciencia Cósmica marcha de lo
sutil a lo burdo. El cuerpo físico humano también se forma en este estado,
según los designios de Prakrti, y obviamente tiene un gran número de factores
en diferentes estados de crudeza. Habrá algunos en un estado representando el
factor etéreo, otros en el aéreo, en el luminoso, en el líquido y en el sólido.
Los que se encuentran en el factor etéreo tendrán que avanzar hacia el factor
aéreo, y así sucesivamente, hasta convertirse en el más burdo, el factor
sólido. Esta es la voluntad de Prakrti, y e el proceso de la creación, la
Conciencia Cósmica se mueve según este patrón. Si tiene que seguirse este patrón
–que es la ley de Prakrti- los cambios en el cuerpo humano son inevitables, y a
fin de traer estos cambios, la muerte es necesaria. Asumiendo que la conciencia
individual pudiera continuar en un cuerpo como su refugio hasta fundirse con la
Conciencia Cósmica, estaríamos enfrentándonos a la posibilidad de un cuerpo
continuando por millones de años, ya que el juego de acciones y reacciones
podría no liberar a la conciencia individual antes que eso. Esto resultaría en
un bloqueo total de la evolución de los factores en un cuerpo durante millones
de años, ya que la cadena de acciones y reacciones puede no seguir el patrón de
la creación y las leyes de Prakrti. De acuerdo con la naturaleza de Prakrti, la
creación tiene que pasar de lo sutil a lo burdo, y, con el paso del tiempo, a
su debido momento, un ser humano también tendrá que dejar su cuerpo en forma
inevitable. Esto también muestra que el cuerpo humano está compuesto de
innumerables partes de los cinco factores fundamentales en diferentes estados
de la creación que, según el patrón de la creación y las leyes de Prakrti,
evolucionaran en innumerables conciencia individuales completamente reflejadas,
con un sinnúmero de cuerpos humanos como refugio.
Así pues, la muerte es inevitable. Todo el
mundo tendrá que dejar este cuerpo físico. La muerte sólo significa la disociación
de la conciencia individual y la mente, del cuerpo; como creación de Prakrti,
la mente siempre permanecerá con la conciencia individual. La individualidad de
los seres humanos o la ida de la existencia yace en su sentimiento de “yo”, que
es parte de la mente y siempre permanece en ella. Ya hemos visto anteriormente
que la muerte no es más que la disociación de la mente del cuerpo, y no
significa la muerte de la mente. En consecuencia, la individualidad del ser
humano y su sentimiento de “yo” no mueren. Este “yo” continuará existiendo con
la conciencia individual mientras la influencia de Prakrti continúe manteniendo
la mente. En el momento en que Prakrti deje de influir sobre la conciencia
individual y no pueda continuar manteniendo la existencia de la mente, este
“yo” también dejará de existir. La individualidad de los seres humanos y su
“yo” no existirán más; y eso será para ellos la emancipación (mukti).
Una persona actúa con la mente y también
experimenta las reacciones (Karmaphala) con la mente. Es ésta, la mente, quien
convierte las acciones mentales en acciones físicas con la ayuda de los diez
órganos o indriyas, y es únicamente ella quien experimenta las reacciones
(Karmaphala) en forma de dolor o placer. Muerte, significa muerte del cuerpo
físico, cuando la mente abandona el cuerpo. Ella, quien lleva a cabo las
acciones y carga con sus consecuencias, sobrevive para experimentar las
reacciones de las acciones llevadas a cabo hasta el momento mismo de la muerte.
Por eso, no hay lugar para el interrogante sobre la entidad que debe
experimentar las consecuencias de las acciones. La mente es la entidad que
actúa y no muere, por lo tanto, sólo ella tendrá que experimentar las
reacciones (Karmaphala).
La mente es sutil y tiene que tomar la
ayuda de una base burda (a’dha’ra) para poder llevar a cabo las acciones. La
base burda (a’dha’ra) es el cerebro en el cuerpo humano, y es precisamente con
la ayuda de esta base (a’dha’ra) que la mente puede operar. La mente y el cerebro
están tan íntimamente conectados que la
una no puede trabajar si el otro. El cerebro si la mente, deja de funcionar;
análogamente, si la base de la mente –el cerebro- no se encuentra en
condiciones adecuadas, aquélla no puede trabajar. El cadáver de una persona
tiene cerebro, pero no funciona porque está muerto y no hay mente en él. De
manera similar, cuando una persona cae inconsciente o es puesta en estado
inconsciente por aplicación de anestesia, su cerebro deja de funcionar por un
cierto tiempo, con el resultado de que su mente tampoco puede funcionar debido
a que su base, el cerebro, no se encuentra en condiciones para operar. El
estado inconsciente no es el estado de la muerte, por eso, ni la conciencia
individual ni la mente abandonan el cuerpo. Pese a que en este estado la mente
permanece en el cuerpo, ella no funciona debido a que el cerebro no está en
condiciones adecuadas y la persona se encuentra totalmente incapacitada para
hacer algo. Por lo tanto, a la mente le resulta necesario refugiarse en el cerebro
como su base física para poder funcionar, e incluso, experimentar las
reacciones (Karmaphala) de las acciones. De hecho, es precisamente para poder
experimentar esas reacciones y debido a la inhabilidad para experimentar esas
reacciones sin el cerebro, que la mente tiene que refugiarse en un nuevo cuerpo
en un nacimiento subsecuente. La mente surge como resultado de la influencia
cualificadora de Prakrti sobre la conciencia individual, y como ésta y su
principio (Prakrti) son inseparables, la conciencia individual también se
refugia en un nuevo cuerpo junto con la mente. En otras palabras, ambas, la
mente y la conciencia individual, renacen. Tienen que renacer a fin de
completar la experiencia de las reacciones a las acciones de vidas anteriores.
Así, se ve que una vez que uno ha nacido, uno tiene que enfrentarse a la
muerte, y el renacimiento después de la muerte es también evitable. Esto
continuará alternándose mientras dure el viaje de la conciencia individual de lo
burdo a lo sutil hasta la fusión final con la Conciencia Cósmica. La conciencia
individual puede tener que continuar este viaje por un periodo indefinido, y
tendrá que seguir tomando refugio en nuevos cuerpos después de descartar los
viejos.
Después de la muerte, la mente es incapaz
de ninguna acción debido a la falta de una base física- el cerebro- y tiene que
renacer para experimentar las reacciones a sus acciones previas. De ahí que el
concepto de cielo o infinito, a donde se supone que los seres humanos proceden
después de la muerte, sea totalmente incorrecto. Se tiene la creencia de que se
experimentan todos los placeres en el cielo como resultado de las buenas
acciones, y todos los dolores en e infierno por las acciones malas. Pero el
dolor y el placer no pueden ser experimentados por la mente en el estado que
adquiera un nuevo cerebro en el momento del renacimiento. El concepto de un
mundo en el cielo o en el infierno después de la muerte es una fantasía muy
equivocada. No hay otro mundo donde existan cielo e infierno. Es únicamente en
este mundo mortal donde uno tiene que renacer para experimentar los placeres
del cielo y los dolores del infierno.
El renacimiento también muestra que no hay
tales cosas como espíritus o almas que se convierten en fantasmas (preta’tman).
Si el renacimiento ha sido racionalmente, la cuestión de la existencia de los
fantasmas no tiene ningún sentido. Es debido a la incapacidad de la mente para
trabajar y experimentar la reacción, que tiene que renacer junto con la conciencia
individual. Esto muestra que la mente no puede experimentar ninguna reacción
hasta que no renazca después de la muerte; por lo tanto, no puede sentir ni
placer ni dolor sin su base física, el cerebro. Se puede aceptar la existencia
del renacimiento o la de los fantasmas, pero no ambas, pues son
contradictorias. Racionalmente, el renacimiento tiene que ocurrir, porque la
mente no puede llevar a cabo ninguna función, ni experimentar los resultados de
las reacciones sin un cerebro que sólo puede adquirir con un nuevo cuerpo
después del renacimiento. Si la mente pudiera funcionar sin un cerebro, podría
continuar con la práctica intuicional para seguir avanzando hacia la fusión con
la Conciencia Cósmica en su existencia después de la muerte. Es precisamente debido
a esta característica (dharma) de la mente que hay que aceptar el renacimiento
y rechazar la existencia de fantasmas considerándolos sólo imaginaciones.
Debido a que en a muerte la conciencia
individual y la mente abandona su refugio físico, la mente, debido a la
ausencia de un cerebro, deja de funcionar. Mientras el ser humano está vivo, la
mente se convierte en no funcional en el estado de inconsciencia, cuando el cerebro
–la base física de la mente- deja de funcionar por algún tiempo. Los estados de
inconsciencia y de muerte son similares, pero el primero es temporal y en él la
mente pierde la conciencia del ambiente pero no deja el cuerpo. En el último,
es decir, el estado después de la muerte, es de mucha mayor duración y en él la
mente no funciona abandona ese cuerpo para siempre.
La conciencia y su principio, Prakrti, son
contrapartidas inseparables. Cuando la conciencia individual abandona el cuerpo
físico, que es creación de Prakrti, la mente también deja el cuerpo y se
refugia en la conciencia individual. Aún en este estado la mente se encuentra deformada
debido a las acciones ejecutadas antes de la muerte. A fin de retornar a su
forma normal, la mente tendrá que experimentar las reacciones que los seres
humanos sienten como placer y dolor como resultado de sus actos. La mente se
vuelve no funcional después de la muerte debido a la ausencia del cerebro, y es
por eso que tiene que permanece en ese estado de deformación con toda la
potencialidad de las reacciones que hay en él. Es un este estado de reacciones
en potencia que la mente abandona el cuerpo y se refugia en la conciencia individual.
Estas reacciones en potencia se llaman sam’skaras. La deformidad de la mente
adquirida por sus actos hasta el momento justo de la muerte, se encuentra
después de la muerte en la conciencia individual como reacciones en potencia
(sam’skaras) encuentren expresión y para que dichas reacciones pueden ser
experimentadas como resultado de las acciones (karmaphala). Esta expresión y
experiencia de las reacciones comienza en el momento mismo del nacimiento; tal
como la mente se va comprimiendo o cambiando por reacciones en potencia
(sam’skaras) al momento de la muerte. El ejemplo de la pelota de goma
representando la mente explicará de manera clara este proceso. Se puede
ocasionar una depresión de un centímetro en la pelota de goma, que es como la
mente y sus acciones hasta el momento de la muerte. Esta depresión crea una
deformidad en la pelota de goma. Esta – según las leyes de Prakrti- debería
intentar retomar su forma normal. El caso de la mente es similar, pero no se
puede retomar la forma normal durante la muerte, porque después de ella no se
pueden realizar acciones. La mente sólo podrá satisfacer su deseo de retomar la
forma normal con el renacimiento, cuando adquiera un nuevo cerebro. Las
reacciones deberían hacer que la mente retome su forma normal, pero debido a la
muerte, permanece incompleta y se refugia en la conciencia individual al
momento de la muerte, bajo la forma de fuerza o energía potencial (sam’skara).
La conciencia individual se refugia en un nuevo cuerpo ene momento del
renacimiento a fin de completar estas reacciones, y la reacción en potencia
(sam’skara), o fuerza potencial, se expresa y hace que la mente reaparezca con
la depresión efectuada en la vida anterior.
Cualquier acción, ya sea buena o mala,
causa una deformidad en la mente, y en el proceso de reobtener su forma normal,
se experimentan las reacciones como buenos resultados por los actos buenos y malos
resultados por los actos malos. Después de la muerte, la mente se refugia en la
conciencia individual como reacción en potencia (sam’skara). A fin de expresar
esas reacciones en potencia, la conciencia individual tendrá que buscar un
cuerpo adecuado para la expresión de dichas reacciones. Por ejemplo, Simón
muere y su mente se refugia en su conciencia individual (A’tman) como
reacciones en potencia (sam’skara). Según las acciones en su vida, Simón debe
experimentar como reacción (karmaphala) el dolor equivalente en medida mental,
a la fractura de un brazo a la edad de ocho años, la felicidad de lograr una
fortuna a la edad de diez, y el sufrimiento de quedar huérfano de padre a la
edad de once. El tendrá que experimentar todo esto para que su mente deformada
recobre la forma normal. Es importante aclarar aquí que la forma actual del
sufrimiento no está predeterminada. No se puede decir cuál será la reacción
específica ante determinada acción. Por ejemplo, no está predeterminado que si
se roba algo, objetos por igual valor de la persona que roba serán robados como
reacción. El sufrimiento se mide en términos de sufrimiento mental, en la misma
proporción en que fue ocasionado a otros al robar su propiedad. Así, la medida
de la experiencia del resultado de una acción es mental y es en términos de placer
y dolor, y la forma actual de la experiencia no tiene relativamente ninguna importancia.
Simón tiene que experimentar el dolor y el placer de todos esos sucesos, y por
ello su conciencia individual tendrá que buscar un cuerpo para renacer, que le
proporcione la oportunidad de experimentar todo esto. A fin de sufrir la agonía
mental de perder al padre a la edad de once años, Simón tiene que nacer de una
familia en donde el padre, según sus propias acciones, tiene que morir cuando
Simón alcance esa edad. Sino fuera así, Simón no podría experimentar la
reacción (karmaphala) del sufrimiento por la pérdida del padre. Entonces, vemos
que la conciencia individual y la reacción en potencia (sam’skara) no pueden
refugiarse indiscriminadamente en cualquier cuerpo para renacer. Tendrá que
seleccionarse un cuerpo adecuado donde haya oportunidad y campo para experimentar
las reacciones (karmaphala). Es solo en ese cuerpo que la conciencia
individual, junto con todas las reacciones en potencia, tomará refugio y renacerá.
La conciencia individual y las reacciones
en potencia (sam’skaras) tendrán que buscar un cuerpo para su refugio, que
provea del campo adecuado para experimentar el resultado de sus acciones. ¿Cuál
es el agente que selecciona ese campo adecuado para ellas? La conciencia
individual no puede llevar a cabo ninguna acción. Es un simple espectador, y la
mente tiene que refugiarse en ella en forma de energía o fuerza potencial, como
reacciones en potencia (sam’skaras); por tanto, la mente tampoco puede funcionar.
Ya se ha dicho anteriormente que hay que experimentar las reacciones según las
leyes de Prakrti, por lo tanto, es también responsabilidad de Prakrti hacer que
se experimenten las reacciones remanentes. En consecuencia, Prakrti, bajo cuya
ley hay que renacer, es quien tiene que encontrar un campo y refugio adecuado
para las reacciones en potencia (sam’skaras) y la conciencia individual. Por
eso es que se dice que después de la muerte, Prakrti selecciona el campo
adecuado que se ajuste a las reacciones en potencia. Tal campo puede estar
disponible en un día, o puede llevar millones de años el descubrirlo, porque la
mente no se puede refugiar en un cuerpo hasta que se consiga el campo que
satisfaga los requerimientos de sus reacciones en potencia. Por eso es que
nunca se puede decir cuándo ni dónde se va a renacer después de la muerte.
Puede haber un sin fin de mundos donde exista vida. La conciencia individual y
las reacciones en potencia pueden conseguir un campo adecuado en cualquiera de
ellos. Por lo tanto, ni siquiera es necesario renacer en esta tierra. Entonces,
queda claro que quienes han renacido en esta tierra tienen un campo adecuado
únicamente aquí, y han adoptado un cuerpo sólo con el propósito de experimentar
las reacciones de sus acciones previas. Los seres humanos siguen llevando a
cabo acciones al mismo tiempo que experimentan las reacciones a las acciones
anteriores. A este experimentar el resultado de las acciones previas se le
llama futuro desconocido o destino (adrs’t’a). Los resultados de las acciones
pueden experimentarse en vidas subsiguientes sin recordar las acciones cuyos resultados
traen felicidad y aflicción, porque la memoria de la persona no es lo
suficientemente grande como para poder recordar o conocer los actos de las vidas
pasadas. Las reacciones que experimentan los humanos fueron acumuladas en vidas
anteriores, pero como en la vida actual no puede dilucidar la causa de tales
experiencias, simplemente lo denominan destino o futuro desconocido. La gente a
menudo sostiene a Parama Purus'a como responsable por las calamidades que les
ocurren, pero en realidad son únicamente ellos los responsables, pues el
sufrimiento del destino no es más que la reacción de sus propias acciones
anteriores. ¿cómo puede ser Parama Purus'a responsable?
Los seres humanos mismos son responsables
por su destino ya que son sólo sus acciones las que lo crean. Unicamente ellos
tienen que cargar con las consecuencias de todas sus acciones. Nadie más puede
ocupar su lugar. Sus buenas acciones generan buenos resultados, mientras que
las malas acciones generan malos resultados, y tendrán que experimentarlos
ambos, sin excepción. Esta es la ley de Prakrti y nadie puede cambiar esta ley.
6.-¿Cómo Deben Vivir Los Seres Humanos En Este Mundo?
Los seres humanos tienen un reflejo de
conciencia completo, lo que los capacita tanto para la acción independiente como
para distinguir entre el bien y el mal. Bueno y malo son ideas relativas; por
lo tanto es preciso determinar lo que es bueno y lo que es malo.
El propósito de la Entidad Suprema
Cualificada (Sagun'a Brahma) al llevar a cabo la creación, es liberar a cada
ser individual y emanciparle como a Sí Misma. Es sólo con esta intención que
los seres humanos, representando únicamente unos cuantos seres, aparecen en la
última etapa del movimiento evolutivo de lo burdo a lo sutil con un reflejo
total de conciencia individual. La influencia de Prakrti (principio operativo)
sobre la conciencia individual disminuye a medida que ésta avanza hacia lo
sutil; por ello encontramos que al conciencia individual en los seres humanos
se encuentra bajo menor influencia de Prakrti que la conciencia individual de
los animales. Esta disminución de la influencia de Prakrti sobre la conciencia
individual se encuentra, obviamente, la merced de Sagun'a Brahma. La Entidad
Suprema Cualificada (Sagun'a Brahma) y Prakrti han tenido que establecer una
alianza al principio mismo de la creación para que esto suceda; de otra manera,
Prakrti – cuya naturaleza misma consiste en cualificar a Purus’a (Conciencia
Suprema) tanto como sea posible- no liberaría a Purus'a de Su influencia.
En la fase de la creación en que el
movimiento es de lo burdo a lo sutil, encontramos que Prakrti libera
voluntariamente a la Conciencia (Purus'a) de Su atadura. Sin embargo, la conciencia
individual permanece bajo limitaciones porque el movimiento de la creación de
lo burdo a lo sutil no llega a un fin. Si en esta posición subyugada, alguna
entidad consciente actúa independientemente, la naturaleza de Prakrti es
castigarla. Como resultado de este castigo, el movimiento evolutivo de la conciencia
individual hacia lo sutil se ve temporalmente afectado.
En la creación se observa que la influencia
de Prakrti es menor donde el reflejo de conciencia es más claro. Si la conciencia
individual pudiera expandir y agrandar su reflejo de conciencia estaría incrementando
su velocidad hacia lo sutil, y la influencia de Prakrti sobre ella decrecería.
Entonces rápidamente al estado de sutileza total.
Así pues, buenas acciones son aquellas que
engrandecen el reflejo de conciencia sin conducir en contra de las leyes de
Prakrti. Seguir las leyes de Prakrti y trabajar según Sus dictámenes eliminará
el sufrimiento de las consecuencias de las acciones (karmaphala), mientras que
el aumentar la densidad del reflejo de conciencia disminuirá la atadura de
Prakrti. Esto permite retornar al Estadio Supremo rápidamente. Las acciones que
hacen seguir las leyes de Prakrti y aumentan además la densidad del reflejo de
la conciencia, se llaman uttama karma o acciones ideales, y están inspiradas
por vidya’ma’ya (fuerza del conocimiento que atrae hacia el Núcleo); ellas
están asociadas con vaera’gya (desapego) y viveka (discriminación).
Comúnmente se entiende por desapego o
vaera’gya el apartarse del mundo llevando una vida de estricta auto-negación
practicando una austeridad excesiva. Vaera’gya no significa esto; no convierte
en recluso; simplemente significa intentar comprender el adecuado uso de las
cosas y utilizarlas correctamente (por supuesto, sin trabajar sólo bajo el
control de los objetos burdos de la mente). Por ejemplo, el alcohol es un
intoxicante dañino tanto para el cuerpo como para la mente; por lo tanto, debe
desistirse de su uso como intoxicante. Los médicos prescriben el alcohol como
medicamento que alivia a los pacientes de su sufrimiento. Así, pues, el mismo
alcohol bajo diferente uso, cambia su carácter de intoxicante dañino a
medicamento útil. El uso del alcohol como medicina es adecuado, y nadie que lo
utilice para este propósito se coloca a sí mismo bajo la influencia dominante
del alcohol. Este correcto uso de una cosa es vaera’gya. El correcto uso de
algo dentro del concepto de vaera’gya no hace que la mente se esclavice por el
deseo constante por el objeto. Uno se vuelve indiferente a él. La mente se sutiliza
desarrollando indiferencia por los objetos burdos o no siendo constantemente
atraída por ellos. El movimiento de la mente hacia lo sutil significa una
disminución de la influencia de Prakrti sobre ella; eso es un avance hacia la
emancipación (mukti), ya que ésta es posible únicamente cuando se es liberado
de la influencia de Prakrti.
La discriminación entre lo bueno y lo malo
es Viveka. El considerar nociva la aplicación del alcohol como intoxicante y
bueno sus uso como medicamento, es viveka. Una misma cosa, por el mero cambio
en su empleo, puede tornarse buena o mala, y la discriminación entre las dos es
Viveka. Es tan sólo con la discriminación (viveka) es necesaria para poder
seguir el desapego (vaera’gya), y vaera’gya es un factor que contribuye
ampliamente para lograr la emancipación (mukti). Así pues, sólo viveka y
vaera’gya son acciones ideales o Vidya’ma’ya’.
Los actos nocivos o Avidya’ma’ya (fuerza de
la ignorancia que aleja del Núcleo) son exactamente lo opuesto de aquéllas. Las
acciones que opacan el reflejo de conciencia y que también conducen en contra
de las leyes de Prakrti son acciones nocivas. La evolución de la conciencia
individual significa únicamente que el reflejo de conciencia se torna más claro
y fuerte debido a que la mente se sutiliza cada vez más. A mayor absorción de
la mente por los objetos burdos mayor es el impulso de la conciencia individual
hacia atrás, porque el reflejo de conciencia se hace cada vez más opaco con una
mayor expresión de Prakrti. Cuando la mente está absorbida en lo burdo
permanece más bajo la influencia de Prakrti, teniendo como resultado que el
movimiento de la conciencia individual hacia delante se detiene. Entonces, las
acciones que inducen contra las leyes de Prakrti también detienen la marcha evolutiva
hacia la sutileza, porque las consecuencias del castigo infligido por desafiar
a Prakrti tienen que sufrirse antes de un progreso ulterior, y la conciencia
individual resulta privada de lograr más sutiliza durante ese tiempo.
Las acciones que canalizan la mente hacia
los objetos burdos e inducen a actuar contra las leyes de Prakrti son nocivas o
Avidya’ma’ya’. Avidya’ma’ya’ es la creadora de s’adripu (seis enemigos) y
as’tápa’sha (ocho ataduras). Los seis enemigos son: ka’ma (anhelo por los objetos terrenales, lujuria), krodha (ira), lobha (avaricia), moha (atracción),
mada (vanidad) y ma’tsarya (envidia); las ocho ataduras son miedo (bhaya), vergüenza (lajja’), odio
(ghrn’a’) duda (shaunka’), kula (orgullo por el linaje) shiila (orgullo por la cultura), ma’na (vanidad) y jugupsa’ (calumnia).
S’at’ significa seis y ripu significa
enemigos. A esas seis tendencias de los seres humanos se les denomina enemigos
debido a que absorben la mente en lo burdo y detienen su movimiento hacia lo
sutil. El Estadio Supremo para la conciencia individual es lo sutil, y
cualquier cosa que la lleve hacia atrás e impida que alcance ese Estadio
Supremo es su enemigo. Es por ello que se hace referencia a esas seis tendencias
como sus enemigos. As’t’apa’sha significa las ocho ataduras. Cualquiera que
esté atado perderá su capacidad de movimiento. En la creación encontramos que
el movimiento de los seres humanos es de lo burdo a los sutil, pero por
desviarse por las ataduras como la vergüenza (lajja’), el miedo (bhaya’), el
odio (ghrn’a’), etc., son absorbidos únicamente por las cosas burdas y su
progreso hacia lo sutil es detenido.
Seguir Vidya’ma’ya’ sería una acción buena,
mientras que seguir Avidya’ma’ya’ sería una mala. Gradualmente Vidya’ma’ya’
conduce hacia lo sutil: Avidya’ma’ya’ detiene el progreso hacia lo sutil. De
acuerdo con las reglas de la creación, el movimiento humano es hacia lo sutil y
todos tienen que seguir Vidya’ma’ya’ para acelerar ese movimiento y poder
retornar rápidamente al Estadio Supremo.
Aquellos que siguen Vidya’ma’ya pueden ser
clasificados en cuatro categorías. Primero, los que siguen las leyes de Prakrti
y hacen un esfuerzo por el progreso de la conciencia individual. Estas son las
personas buenas. Segundo, quienes siguen las leyes de Prakrti pero son
indiferentes ante el esfuerzo por el progreso de la conciencia individual.
Tercero quienes no siguen las leyes de Prakrti y son indiferentes a realizar
esfuerzos por el progreso de la conciencia individual. Estos son llamados más
bajos. Cuarto, quienes no siguen las leyes de Prakrti y además se convierten en
la causa de degradación de su conciencia individual. Tales personas son lo peor
que existe.
El propósito de la Entidad Suprema
Cualificada (Sagun'a Brahma) al crear a los seres humanos es hacerles seguir su
curso hacia lo sutil para poder retornarlos al Estadio Supremo. Esto constituye
la naturaleza (dharma) de los seres humanos. Para poder regresar al Estadio
Supremo es necesario el esfuerzo por la elevación de la conciencia individual,
y las acciones deben también seguir las leyes de Prakrti a fin de que Ella no
cree obstáculos ante el progreso. En consecuencia, las personas de la primera
categoría, es decir, las buenas, son naturales (prakrta manus’ya) ya que
trabajan de acuerdo a su naturaleza (dharma), y sólo ellas están cumpliendo con
el propósito para el cual la Entidad Suprema Cualificada (Sagun'a Brahma) las
ha creado.
Los animales también siguen a Prakrti, pero
debido a la ausencia de un claro reflejo de conciencia individual, no pueden
hacer ningún esfuerzo por la elevación de sus conciencias. Las personas de la segunda
categoría, que simplemente siguen las leyes de Prakrti no presentan, en
absoluto, ninguna diferencia con los animales. Por tanto, no pueden llamarse de
otra manera más que bestias con apariencia de humanos.
Aquellos en la tercera o cuarta categoría
son realmente peores que las bestias. Las bestias siguen las leyes de Prakrti y
no realizan ningún esfuerzo por la elevación de la conciencia individual ya que
ésta no está claramente reflejada en ellas. Puesto que son completamente dependientes
de Prakrti para todas sus acciones, los animales desarrollan un claro reflejo
de conciencia individual con el paso del tiempo. Las personas bajas y las más
bajas de las tercera y cuarta categorías no hacen uso de la conciencia
individual completamente reflejada en sí mismos, y trabajan en contra de las
leyes de Prakrti; la categoría más baja
no sólo trabaja en contra de las leyes de Prakrti, sino que a través de sus
acciones t rae la ulterior degeneración del reflejo de su conciencia
individual. Los de estas dos categorías no sólo son bestias en forma humana;
son más despreciables que las bestias.
Anteriormente hemos visto que las
reacciones a las acciones (Karmaphala) tienen que ser experimentadas. Nadie
está libre de experimentarlas; las reacciones de todas las acciones de uno sólo
pueden ser asumidas por uno mismo. Hay muchos que intentan distintos métodos para
escapar del sufrimiento de las reacciones (karmaphala). A continuación discutiremos
hasta qué punto están sus intentos y métodos basados en la lógica, y si pueden
triunfar escapando a la experiencia de las reacciones (karmaphala).
Muchos creen que podrían escapar a las
consecuencias de sus acciones neutralizando la influencia de las estrellas
(grahasha’nti) o por rituales u ofrendas de sacrificio en arrepentimiento
(para’yashcitta). Esta creencia es incorrecta, porque según las reglas de
Prakrti, a cada acción tiene que seguirle una reacción. La mente tiene que
retomar su normalidad por medio de las reacciones. Esta es la ley de Prakrti y
nadie puede evadirla. Sin embargo, existe la posibilidad de acelerar o
disminuir la velocidad de las reacciones que hacen que la mente vuelva a su normalidad.
Por ejemplo, las reacciones que tomarían un mes en regresar la mente a la normalidad
podrían, con la ayuda del Tantra, completarse en un día o en un año, aumentando
o disminuyendo la velocidad de las reacciones, pero nunca será posible
eliminarlas del todo. Se pueden solicitar cien monedas en préstamo con la
condición de devolverlas en un mes. Es posible persuadir al acreedor para que
difiera las condiciones y extienda el periodo de pago a un año o dos. El
período para devolver el dinero puede extenderse, pero uno no puede escaparse
de su devolución. Similarmente, una persona con un crédito de ciento cincuenta
monedas en su cuenta, bajo la condición de que lo puede gastar todo en un solo
mes a la tasa de cinco monedas por día, bien puede gastar las cien en un solo
día o bien acogerse a la condición original y demorarse un mes en gastar el
dinero. Este será utilizado por el depositario, sea que lo haga en un mes o en
un día.
La forma de experimentar la reacción puede
ser modificada con la ayuda de las prácticas tántricas, como en los dos ejemplos
citados arriba, pero la experiencia de la reacción, o destino, no pueden ser
evadidas. Karmaphala –las consecuencias o reacciones por las acciones – tendrá
que ser experimentada por la persona, y en el mejor de los caso, tan sólo la
intensidad del sufrimiento en un momento dado, puede ser disminuida o
aumentada, disminuyendo o aumentando la velocidad de las reacciones. Es posible
que la condición de devolver las cien monedas en un solo pago pueda resultar
muy difícil para el deudor y que éste tenga que sufrir una gran agonía mental,
pero si la misma cantidad se devuelve en pequeños pagos, el deudor prácticamente
no lo va a sentir.
Así, pues, con la ayuda de las prácticas
tántricas, la intensidad del sufrimiento puede disminuirse incrementando el período
del mismo, con el resultado de no sentir su intensidad, concluyendo
equivocadamente que la experiencia de la reacción (karmaphala) ha sido evadida
o detenida debido a grahasha’nti, es decir, neutralizando la influencia de las
estrellas. Por ejemplo, si al leer el futuro de una persona se encuentra que
ésta tiene que experimentar el sufrimiento mental de la fractura de un brazo,
es posible evitar la fractura del brazo con la ayuda de grahasha’nti.
Pero la cantidad de sufrimiento mental no
puede modificarse o evadirse. El sufrimiento podría repartirse durante un período
de tiempo mayor con un cierto número de accidentes menores. Por ejemplo, la
persona podría hacerse un arañazo en la mano y más tarde podría enfermarse. La
persona sufriría por cuotas hasta que el monto total de sus sufrimientos
equiparen el sufrimiento mental al que estaba destinada a obtener por la
fractura de su brazo. Remitiéndonos a nuestro ejemplo inicial, esto
significaría que el deudor de las cien monedas tendría que estar pagando su
deuda en pequeñas cuotas de una moneda o algo así, hasta que haya pagado
completamente las cien. Aquí el pago de la deuda de las cien monedas representa
el sufrimiento mental por la fractura del brazo, que tenía que haber sido
completado en una sola cuota; pero por la alabanza y la persuasión del
acreedor, es decir, neutralizando la influencia de las estrellas
(grahasha’nti), está siendo pagado en pequeñas cuotas. Pero aun así, hasta que
la devolución de las cien monedas no haya sido completada, el pago tendrá que continuar.
Tal como es posible incrementar el periodo
en que se experimentan las reacciones con la ayuda de grahasha’nti, también es
posible disminuir este periodo. Por ejemplo, algunas personas usan diferentes
piedras, como el zafiro azul, etc., que modifican la manera en que se experimentan
las reacciones. Con esto es posible obtener una fortuna ganando un premio en la
lotería, o una promoción en el empleo. Esto hace que las personas crean que las
cosas suceden debido a grahasha’nti, pero realmente no es así. El destino o el
sufrimiento de las consecuencias por las acciones no puede modificarse ni
evadirse. Ya se ha explicado anteriormente que las acciones que dan felicidad a
los demás, causarán felicidad en la misma medida, en términos mentales. Esta
cantidad de felicidad y placer experimentarlos puede modificarse. Sólo el
período requerido para experimentarlos puede aumentarse o disminuirse.
Retomando el ejemplo del depósito de las ciento cincuenta monedas, vemos que el
dinero que se pretendía gastar en un mes a la tasa de cinco monedas por día,
puede gastarse en un solo día acortando el período de gastos, no dejando nada
para el resto de los veintinueve días del mes. Algo similar es la modificación
que grahasha’nti produce en el destino. Por ejemplo, las mil monedas que se
ganan instantáneamente en un premio de la lotería debido a la influencia de un
zafiro azul, no son otra cosa que el mismo dinero que estaba programado para
que la persona lo recibiera en pequeñas cuotas a lo largo de un período mayor.
La cantidad es recibida en una sola cuota, sin dejar nada de dinero pendiente
para cuotas posteriores; sin embargo, el recibir una gran cantidad en un solo
pago hace pensar que grahasha’nti, o el usar un zafiro azul, le ha cambiado el
destino. De hecho, el destino o la experiencia de las reacciones (karmaphala)
nunca puede modificarse; únicamente la duración de las reacciones puede
cambiarse.
Esta es la razón por la que aquellos que
llevan a cabo prácticas espirituales o intuicionales (Sadhana) con la intensión
de alcanzar la emancipación, experimentan placer y dolor, felicidad y agonía,
rápidamente; de manera que puedan completar la experiencia de las reacciones en
un período de tiempo tan corto como sea posible. Quienes desean la emancipación
(mukti), la desean en esta misma vida; por eso, experimentan todo rápidamente
según sus reacciones en potencia (sam’skaras), para que no quede nada para una
vida futura y puedan lograr la liberación de las ataduras de Prakrti.
Algunos creen que los resultados acumulados
por las malas acciones pueden ser compensados o lavarse con los buenos
resultados logrados por buenas acciones. Según ellos, si las buenas y malas acciones
son iguales en número, no debería quedar nada como saldo para ser
experimentado. Esto, ni sucede así, ni es posible. Ya se ha visto anteriormente
que todas las acciones, buenas o malas, ocasionan una deformidad en la mente.
Durante el proceso en el cual la mente obtiene de nuevo su forma normal, la
deformidad es eliminada por una reacción igual y opuesta. De ahí que cuando es
causada por acciones nocivas no puede eliminarse con acciones buenas, ya que
éstas sólo deformarían aún más la mente. Tiene que haber una reacción
independiente, igual y opuesta a cada acción. Las consecuencias de las buenas o
malas acciones se tienen que experimentar independientemente cuando se elimina
cada deformidad con reacciones independientes. Por tanto, los resultados de las
acciones buenas no pueden ayudar a eliminar el sufrimiento de los malos
resultados por acciones malas. Las consecuencias nocivas de las acciones
nocivas y las consecuencias buenas de las acciones buenas tendrán que
experimentarse separadamente; esta es la ley de Prakrti.
Se ha probado lógicamente que el
experimentar de la reacción (karmaphala) por una acción no puede evadirse.
Siendo así, el culpar a Dios (Bhagava’na) por las consecuencias de nuestras
acciones, o el orar para ser liberados de sufrir esas consecuencias, no es más
que una tontería. Quien lleva a cabo las acciones tiene también que sufrir las
reacciones. Si metes la mano en el fuego, con certeza te quemarás. Culpar a
Dios por haberte quemado la mano es mera ignorancia o estupidez. La naturaleza
del fuego es quemar, y cualquier cosa que entre en contacto con él se quema. De
manera similar es la ley evidente de Prakrti o su misma naturaleza, el que
todas las acciones tengan reacciones. Dios (Bhagava’na) no es en absoluto responsable
por ello. Quien lleva a cabo dichas acciones, quien las realiza es el
responsable por las reacciones; únicamente las personas son responsables por
sus acciones, así como por la carga de las consecuencias de estas acciones.
Un ruego es el acto de pedir un favor con
ahínco. También significa una petición solemne por ciertos beneficios dirigida
al Ser Supremo. Se ruega a Dios por algo que no se posee o se cree no poseer,
con fe en que sólo El puede conferirlo todo, y que por Su mero deseo todas las
cosas pueden ser satisfechas. Rogando u orando se quiere despertar Su deseo
para que nos otorgue las cosas de las que carecemos. Después de un análisis
cuidadoso y racional, ¿no parece este intento que se hace porque surja en Dios
el deseo de satisfacer estas necesidades, un recordatorio a El para que nos dé
algo de lo que nos ha privado? De otra manera no sería necesario recordarle
algo en las oraciones, o intentar que surja en El el deseo de dar. Por ejemplo,
careciendo de dinero y con fe en que sólo Dios puede concederlo, se le rogaría
a El el favor de que lo otorgue. ¿No implica esta solicitud una falta de Dios
al mantenernos carentes de dinero siendo que sólo El puede darlo? Unicamente a
El se le culpa por ello, y rogándole por dinero se está precisamente señalando
Su parcialidad por no dar a uno el dinero que necesita. Por eso, rogarle o
pedirle favores a Dios no es más que señalarle al Unico Dador Sus errores en la
distribución de Sus favores. Esto tan sólo presume carencia de imparcialidad en
El, y por eso se le culpa por hacer muy ricos a unos y muy pobres a otros. El
rogarle a Dios por favores no es otra cosa que hacerle ver los cargos por
imparcialidad levantados en Su contra. Cuando la oración conduce a semejantes
conclusiones, pedirle favores no es otra cosa que ignorancia. Quien lleva a
cabo las acciones también tiene que cargar con las consecuencias, y culpar a
Dios por ello, por Su parcialidad, no nos va a salvar de cargar con las consecuencias.
Una mano metida en el fuego seguramente se
quemará. Ninguna cantidad de ruegos la va a salvar. Que Dios concediera tal
ruego significaría, o bien eliminar la propiedad de quemar que tiene el fuego,
o bien modificar la composición de la mano de tal manera que no resulte afectada
por el fuego y no se queme. Esto no es posible. No existe imperfección en la
creación de Dios, simplemente porque todas las cosas, grandes o pequeñas, siguen
su propia naturaleza (dharma). De otra manera, habría desórdenes a cada paso.
Las oraciones que sólo sirven para recordarle a Dios su parcialidad no pueden
inducirlo a El a modificar las leyes de Su creación. Aquel que espera por sus
ruegos que Dios cambie las leyes de Su creación, sólo está mostrando una
ignorancia consumada.
De acuerdo con las leyes de Prakrti, cada
acción genera una reacción que debe ser experimentada por la persona que llevó
a cabo dicha acción. Esta ley es inmodificable, y el ruego por cambiarla no es
otra cosa que perder el tiempo. Las oraciones no pueden modificar el destino, y
la experiencia de las reacciones (karmaphala) es inevitable.
Stuti es alabar o elogiar las cualidades de
Dios en una canción o himno de alabanza, y no se le puede dar una condición más
elevada que la de adulación. Generalmente se practica la adulación hacia una
persona que puede otorgar un favor, y de quien se espera o busca algo. El
cantar las cualidades de Dios obviamente no puede ser más que con la intención
de complacerle; de otra manera no tendría sentido decirle a El – que todo lo
sabe – que es misericordioso, todopoderoso y benevolente. La intención que existe detrás de la alabanza de estas
cualidades es elogiar a Dios para que así El pueda otorgar algo de Su misericordia.
Siendo todopoderoso, con Su autoridad El puede eximir a la persona de las
consecuencia de sus acciones. Stuti o alabar las cualidades de Dios, no es por
lo tanto otra cosa que adulación, detrás de la cual se esconde una oración para
obtener favores. Stuti es, entonces, tan inefectivo como la oración y
complacerse con ello no es más que una pérdida de tiempo.
La oración y stuti no sirven para nada, y
consentir en ellas no es más que desperdiciar el tiempo, pues obviamente el
rezo y la adulación no pueden conseguir nada. Sin embargo, no ocurre lo mismo
con bhakti, o devoción. Veamos lo que es bhakti. Bhakti es un término sánscrito
derivado de bhaj’+’ktin’ que significa llamar con devoción. No es como stuti o
adular; también es diferente de rezar; es simplemente llamar a Dios con
devoción. Hay que ver la utilidad de esta llamada. La conciencia individual,
que sigue el propósito de la Entidad Suprema Cualificada haciendo un esfuerzo
por regresar a la Conciencia Cósmica omnipresente, tiene que hacer uso de
bhakti, así como aquellos que desean la emancipación. El único camino que conduce
a la Conciencia Cósmica es el dedicarse a El completamente, llamándole.
La cualidad o naturaleza de la mente humana
es tal que ella se convierte en la idea o en la entidad a la cual está dedicada.
Por ejemplo, si uno comienza a pensar que está loco, puede llegar a
enloquecerse realmente ya que la mente está por completo dedicada a esa idea.
De manera similar, si alguien cree que sufre de tuberculosis, se torna tan
preocupado por la idea que llega realmente a desarrollar la enfermedad. La
mente humana está hecha de tal manera que tiene la capacidad de convertirse en
el objeto al cual se encuentra vinculada. La conciencia individual que desea
retornar rápidamente a la Conciencia Cósmica tiene que dedicarse a la
Conciencia Cósmica, y esto es bhakti. “Yo soy Eso” es la idea a la que la
conciencia individual tiene que dedicarse completamente para poder convertirse
en “Eso” algún día. Entonces, bhakti, la devoción o el llamar a la Conciencia
Cósmica conduce a que la persona se vuelva como Eso. Bhakti o devoción no es ni
oración ni stuti.
Sin embargo, algunos dicen que el querer
fundirse con la Conciencia Cósmica o el desear la emancipación es también un
favor que una persona busca por medio de bhakti y por lo tanto, también es oración.
Esto no es cierto pues el propósito de Dios al crear a la humanidad es que la
conciencia individual se emancipe como El y regrese al Estadio Supremo. Este es
el deseo de Dios, y todo en la creación tiene ese propósito y está dirigido a
ello. Aquel que hace un esfuerzo a través de bhakti por lograr el propósito
para el cual fue convertido en ser o para satisfacer los deseos de Dios, no
está orando ni pidiendo ningún favor. Porque aun aquel que no hace ningún
esfuerzo y se aparta del camino, tarde o temprano lo seguirá de nuevo. En consecuencia,
bhakti o devoción no es ni rezar ni elogiar a Dios (stuti). Estas dos no ayudan
a obtener resultados alguno y no son más que una pérdida de tiempo. Bhakti es
el método por el cual uno puede dedicarse completamente a la Conciencia
Cósmica, y esa es la única manera de lograr el regreso más rápido al Estadio
Supremo.
Las consecuencias de las acciones
(karmaphala) tienen que ser padecidas. No hay manera de escapar de ellas.
Incluso rezar o alabar las cualidades de Dios no ayuda. Entonces, ¿cuál es la
solución? La única manera de dejar de realizar actos nocivos cuyas
consecuencias nos mantienen atados a la influencia de Prakrti, aprendiendo de
las consecuencias que se sufren. Por ejemplo, si se pone una mano en el fuego,
tiene que quemarse; es algo que tiene que ocurrir, y ni siquiera la oración
puede liberar de esa consecuencia; la única manera de evitar la quemadura es no
volviendo a meter la mano en el fuego. Similarmente, sin no hay acciones
nocivas no hay lugar para las consecuencias nocivas.
La regla de Prakrti, sobre el hecho de que
hay que cargar con las consecuencias de las acciones, tiene que tener algún
propósito para el bienestar de la humanidad. El propósito de la creación es
permitirle a cada ser emanciparse. Ese es el gran objetivo de la Entidad
Suprema Cualificada al originar la creación, de ahí que sólo se le pueda llamar
la Gran Benefactora. Pese a que está emancipada, se puso bajo la influencia de
Prakrti para el bienestar de cada ser. Karmaphala o carga con las consecuencias
de las propias acciones es una regla muy estricta para el bienestar de los
seres humanos, y que por medio de ella El (Bhagava’na) restringe a los seres
humanos de las acciones nocivas y los conduce a la emancipación. Dios, con Sus
castigos, le enseña a los humanos a no consentir en actos nocivos, pero éstos,
en medio de su ignorancia, únicamente le culpan a El por infligir dolor y
sufrimiento. Culpar a Dios por ser parcial o no ser bondadoso infligiendo dolor
y sufrimiento, o inclusive rezar y adularle para aliviar el sufrimiento, no constituye
el curso adecuado a seguir. El sabio asume el sufrimiento como una lección a
través de la cual el Gran Benefactor le enseña a abstenerse de acciones dañinas
y a desarrollar la discriminación. Consecuentemente, evitar las acciones
nocivas es la acción del sabio y el deber de todo ser humano.
7.- ¿Cuál Es El Propósito De La Humanidad?
El revelar el misterio de la creación
muestra que la Entidad Suprema Cualificada (Sagun'a Brahma), a fin de lograr la
emancipación de cada uno de Sus seres, tiene que originar esta creación. Tiene
que convertirse en el factor sólido más burdo sólo para poder dividir en partes
Su Yo sutil. Esto muestra que Sagun'a Brahma es una Entidad infinitamente
conocedora que, siendo sutil, no puede dividirse en partes. La creación no es
más que la imaginación (kalpana’) de la Entidad Infinitamente Conocedora, en
donde El se imagina a Sí Mismo dividido en distintas partes. La creación
también muestra que esta onda de pensamiento de la imaginación se origina en
El, únicamente para fundirse de nuevo en El, y que la humanidad constituye el
final de la cadena en esta onda de pensamiento. Por lo tanto, tarde o temprano
los seres humanos tienen que fundirse en el sutil Sagun'a Brahma (Entidad
Suprema Cualificada), en el flujo de Sus ondas de pensamiento. Como Sagun'a
Brahma es infinito y sutil, la identidad independiente de un ser humano,
incluso como individuo sutil, no puede continuar después de fundirse en El. No
pueden existir dos entidades similares cuando una de ellas es infinita; por
eso, después de fundirse en El, los seres humanos se convierten en Sagun'a
Brahma. Podemos tomar como ejemplo el caso de la gota de agua que al mezclarse
con un mayor cuerpo acuoso similar en un balde, pierde su identidad como gota
individual al tiempo que se convierte en una sola entidad con el agua del
balde. Similarmente, un individuo, como la gota, pierde completamente su identidad
individual al fundirse con la Entidad Suprema infinita.
La fusión de la conciencia individual con
la Entidad Suprema Cualificada no satisface totalmente el propósito de la creación.
Antes que la conciencia individual pueda alcanzar el rango no cualificado
(Nirgun'a), se funde con la Entidad Cualificada (Sagun'a) y pierde su identidad
convirtiéndose en la Entidad Suprema Cualificada. Esto frustra el propósito
mismo de la Entidad Suprema Cualificada al manifestar la creación.
El deseo de la Entidad Suprema Cualificada es
lograr la fusión para cada uno de sus seres con la Entidad No Cualificada o el
Estadio Supremo. Esto no se satisface no la simple fusión de la conciencia individual
en Ella (la Entidad Suprema Cualificada), bien a través de la Sa’dhana’
(práctica intuicional) o por el transcurso natural del flujo de las ondas de
pensamiento de la Entidad Cualificada. Esta fusión con la Entidad Suprema
Cualificada se denomina mukti que significa liberarse del movimiento de las
ondas de pensamiento de la creación del Supremo. Esta mukti o liberación no es
realmente emancipación. La conciencia individual surge a partir de la sutil
Entidad Suprema Cualificada en Sus ondas de pensamiento y entra de nuevo en el
Srs’t’icakra o Brahma Cakra (Ciclo de la Creación o Ciclo Cósmico), regresando
de nuevo al camino de la emancipación. Así que este mukti no es la emancipación
completa, ya que la intención de la Entidad Suprema Cualificada de alcanzar el
estado no-cualificado para cada una de Sus partes no ha sido completado.
La liberación de las ataduras de Prakrti es
la fusión con la Entidad Suprema No Cualificada alcanzando el Estadio Supremo y
esto se denomina moks’a. La fusión con Brahma, y Ella, no pudiendo influenciarlo
a El, no puede arrastrar a la persona de nuevo a la creación. Así, el individuo
se liberará de sus viajes a través de la creación satisfaciendo el propósito de
la intención de la Entidad Suprema Cualificada. Por tanto, el propósito de los
seres humanos no es fundirse con la Entidad Suprema Cualificada y alcanzar
mukti (liberación). Es algo más elevado que esto. El propósito es alcanzar el
Estadio Supremo; es decir, obtener moks’a o kaevalya mukti (salvación).
8.- La Practica Intuicional Y Su Necesidad
Un esfuerzo completo por la emancipación de
las ataduras de Prakrti es sa’dhana’ o práctica intuicional.
La cuestión estriba en determinar si es
posible la completa emancipación de las ataduras de Prakrti. De otra manera
sería una total pérdida de tiempo llevar a cabo la práctica intuicional
(sa’dhana). En un capítulo anterior relacionado con la creación se explicó que
la Entidad Suprema Cualificada (Sagun'a Brahma), que había sido llamada Praja’pati
por encontrarse bajo la influencia de Prakrti (Baddha-Purus’a), se liberó de
las ataduras (Mukta) realizando práctica intuicional (sa’dhana) y había sido
llamada Hiran’yagarbha. Es así cómo puede concluirse que aquéllos bajo la
influencia de Prakrti pueden lograr la liberación con la ayuda de la práctica intuicional
(sa’dhana). La liberación de las ataduras de Prakrti significa alcanzar el
estado de Nirgun’a. Es tan sólo entonces cuando uno está completamente
emancipado de las ataduras de Prakrti. Praja’pati alcanzó el estado de
Hiran’yagarbha, es decir, se liberó de la atadura de Prakrti, únicamente
haciendo Sa’dhana. La emancipación de la influencia de Prakrti es por lo tanto
posible, y el único método para alcanzarla es la Sa’dhana (práctica
intuicional).
La historia de la creación muestra que en
la fase del movimiento de lo burdo a lo sutil la conciencia individual se
refleja claramente refugiándose en un cuerpo hecho de los cinco factores
fundamentales a partir de la Entidad Suprema Cualificada. Al reflejarse
completamente, la conciencia individual también obtiene una mente debido a la
influencia cualificadora de Prakrti. Los tres principios de Prakrti sutil,
mutativo y estático, le dan a la mente las tres formas funcionales de
mahattattva o buddhitattva (parte de la mente que le permite al ser tener un
sentido de existencia: “yo soy”, aham’tattva (parte de la mente que le proporciona
al ser su capacidad de hacer: “yo hago”) y citta (parte objetiva de la mente:
“yo hice” o sustancia mental), respectivamente. Después, citta se proyecta a
través de los diez órganos físicos o indriyas. Esto significa que debido al
incremento gradual de la influencia cualificadora de Prakrti, la conciencia
individual se metamorfosea en mahattattva o buddhitattva. Posteriormente, con
el incremento de la influencia se hace más burda; se convierte en aham’tattva
hasta que finalmente se torna más burda en la forma de citta, y ésta, con la
ayuda de los diez órganos o indriyas, comienza a proyectarse en acciones
físicas burdas.
La influencia de Prakrti ganó control sobre
la conciencia individual gradualmente, y por ello, para poder liberarse de ese
dominio, la conciencia individual tendrá que retraerse gradualmente. Primero
tendrá que retroceder de citta a aham’tattva, luego de aham’tattva a mahattattva
y, finalmente, la proyección transformada de mahattattva tendrá que retraerse
en la conciencia individual a fin de emanciparse del yugo de Prakrti. Así es
como la práctica intuicional está designada para retraerse gradualmente de la
influencia cualificadora de Prakrti, para que ésta ya no pueda imponer más sus
cualidades sobre la conciencia.
Ya se ha dicho anteriormente que es la
conciencia (Purus'a) en los seres humanos quien tiene que practicar Sa’dhana
(práctica intuicional). Por lo tanto, la Sa’dhana tiene que ser llevada a cabo
por la conciencia metamorfoseada en citta, la través de la cual dicha proyección
de la conciencia se retrae en el aham’tattva. Esto deja únicamente a
aham’tattva y a mahattattva. Entonces, la siguiente entidad que lleva a cabo la
Sa’dhana es la conciencia transformada en aham’tattva. Lo hace para liberarse
de la influencia cualificadora del principio de Prakrti al crearla,
disolviéndose en mahattattva. Así, únicamente permanece mahattattva o el
sentimiento puro de “yo”. Este es el estado de savikalpa sama’dhi, en donde
sólo permanece el sentimiento de mahattattva o sentimiento puro de “yo”,
indistinguible del “yo” Cósmico. Después de esto, mahattattva realiza Sa’dhana
y se disuelve completamente en la conciencia individual, liberando a la
conciencia de las cualidades impuestas por la influencia de Prakrti. Alcanza la
emancipación de las ataduras de Prakrti, lo que se llama nirvikalpa sama’dhi.
Entonces, la práctica intuicional que los seres humanos tienen que realizar se
inicia con citta, siendo seguida por aham’tattva y finalmente por mahattattva,
que emancipa a la conciencia completamente de la influencia cualificadora de
Prakrti.
No es sencillo liberar la mente de la
influencia cualificadora de Prakrti. Ya que los seres humanos tienen conciencia
individual, ¿es Prakrti individual la única que influye sobre ella? No es así.
En Nirgun'a Brahma (Entidad Suprema No Cualificada) la Conciencia no es influenciada
por Prakrti, porque en ese estado Prakrti es la contraparte más débil. Así como
Prakrti infinita no está en capacidad de influir sobre la Conciencia Infinita,
así tampoco Prakrti individual lo está para influir sobre la conciencia
individual. Sería incorrecto asumir que en el estado cualificado de Brahma, es
Prakrti individual quien cualifica a la conciencia individual. Pero, si esto no
es así, y ya que sin Prakrti cualificando a la conciencia no puede haber
Sagun'a Brahma (Entidad Suprema Cualificada), ¿qué Prakrti cualifica a la
conciencia? Puede asumirse de esto que dos Prakrtis individuales cualifican a
una conciencia individual ya que una sola Prakrti individual es la contrapartida
más débil de la conciencia individual. Esto también podría conducir al supuesto
de que la Conciencia Cósmica infinita está siendo cualificada por dos Prakrtis
infinitas. Esto no tiene lógica y no puede ocurrir. Prakrti es una fuerza única
y no puede ser dividida en seres o partes. Entonces, tan sólo Prakrti infinita
puede influir sobre cada conciencia individual. Prakrti infinita puede influir
sobre cada conciencia individual. Prakrti infinita cualifica cada conciencia
individual por medio de Su infinita influencia cualificadora, y la conciencia
individual tiene que luchar contra Prakrti infinita por la emancipación. Tiene
que luchar contra Prakrti infinita por la emancipación y derrotarla; es por ello que la Sa’dhana no
es tarea fácil.
Prakrti es una fuerza compuesta que siempre
se encuentra agitada; por eso la creación siempre está cambiando. Todo lo que
está manifestado en este Srs’t’icakra (Ciclo de la creación) es Conciencia Cósmica
metamorfoseada; y por eso los cambios en el Ciclo de la Creación producen
cambios respectivos en la Mente Cósmica. Es decir, la Mente Cósmica también
resulta perturbada y esto conduce a modificaciones en el flujo de la creación.
Pero los cambios en el flujo de la creación son lentos y graduales ya que a
Prakrti le toma cierto tiempo materializar un cambio en la Mente Infinita. Es
precisamente debido a que la Conciencia Cósmica es infinita que los cambios
graduales y no muy rápidos. Incluso a la siempre mutativa Prakrti le lleva
algún tiempo recorrer la Mente Cósmica infinita antes de poder materializar
cualquier modificación. Mientras trae a la Mente Cósmica bajo una mayor
atadura, Prakrti también influye sobre la mente individual, produciendo en ella
una inquietud y un movimiento insondable. La mente individual se torna extremadamente
perturbada y mutable debido a la total influencia de la Infinita Prakrti. La
inconstancia y naturaleza permanentemente cambiante de la mente no requiere de
descripción ya que todo el mundo la entiende muy bien. Esta cualidad en la
mente humana es el don otorgado por Prakrti quien imparte su calidad de
inquietud perpetua en todo lo que crea.
La inquietud perpetua de Prakrti hace a Su
creación – la mente individual – también perturbada a lo largo de toda su existencia.
Algunas veces y en algunos lugares puede estar más agitada mientras en otros
puede estar menos perturbada. Como que la inquietud es una cualidad impuesta
por Prakrti, variará según sea la influencia de Prakrti. La mente se encuentra
menos agitada o perturbada donde la influencia de Prakrti es menor. Su
influencia es menor en mahattattva y mayor en citta, por tanto, la primera es
menor inquieta que la última. La Sa’dhana o práctica intuicional disminuye la
influencia de Prakrti sobre la conciencia individual aminorando
consecuentemente la inquietud de la mente. Prakrti es la única responsable por
impartirle perturbación a la mente, y con la disminución de su influencia, la
vacilación de la mente también disminuye. Por tanto, la vacilación de la mente
no puede apaciguarse hasta que la conciencia individual no se emancipe de la
influencia de Prakrti.
Aminorar la vacilación de la mente y
desarrollar su concentración son la misma cosa. Es así cómo la concentración de
la mente no es posible mientras la conciencia individual no sea liberada de la
influencia cualificadora de Prakrti. Este es también el objetivo de la Sa’dhana
o práctica intuicional. Para poder concentrar la mente es necesario, antes que
nada, liberar su manifestación más exterior – citta – de la influencia de
Prakrti. El siguiente sería aham’tattva y finalmente y finalmente mahattattva o
buddhitattva debe ser liberado de Su influencia. La mente, esparcida en citta,
aham’tattva y mahattattva tiene que retraerse gradualmente de ellas; sólo
entonces podrá concentrarse. En consecuencia, la concentración de la mente no
es otra cosa que Sa’dhana o práctica intuicional, la que libera a la conciencia
individual de la influencia de Prakrti.
Es preciso determinar hasta qué punto la
concentración de la mente conduce a la emancipación. La completa retracción de
la mente de sus manifestaciones es concentración de la misma, pero no es la aniquilación
de la mente. La mente se crea debido a la influencia cualificadora de Prakrti
sobre la conciencia individual, y mientras la mente exista, la influencia de
Prakrti tiene que estar presente. La concentración de la mente no significa la
emancipación de las ataduras de Prakrti. Sólo es el camino más seguro que
conduce a la emancipación. Incluso durante la concentración total la mente
existe, pero la influencia de Prakrti es completamente incapaz de inquietarla.
La influencia cualificadora del principio de Prakrti es mínima en mahattattva,
y en una mente concentrada queda únicamente mahattattva ya que las otras dos contrapartes,
aham'tattva y citta, están retraídas en ella. Mahattattva o buddhitattva
existirá mientras la mente no haya sido aniquilada. Mahattattva es el
conocimiento de la existencia o el sentimiento puro de “yo”. Entonces, la
concentración de la mente no es emancipación completa (moksá, salvación o
maha’nirva’ná). La concentración de la mente es sólo savikalpa sama’dhi, en
donde el único sentimiento que permanece es “yo soy Eso”.
La creación se crudifica debido a la
creciente influencia de Prakrti. Cuanto mayor sea Su influencia, más burda será
la creación, mientras que con menor influencia, será más sutil y citta lo más
burdo. La Sa’dhana o práctica intuicional para la emancipación sólo puede llevarse
a cabo con la mente. La crudeza o la sutileza dependen del grado de influencia
de Prakrti, y con la disminución de Su influencia la mente se retraerá en lo
sutil. Normalmente la mente es absorbida por las cosas del mundo, que surgen
como resultado del más alto grado de influencia de Prakrti sobre el citta
Cósmico. Cuando la mente es absorbida en la expresión externa de la crudeza,
sufre una influencia aún mayor de Prakrti.
Ya se ha visto antes que con el completo
reflejo de la conciencia individual, la mente humana alcanza la libertad de acción,
y con ésta surge el deseo de deshacerse del yugo de Prakrti. Así es cómo
Prakrti creó dos conceptos opuestos ilusorios o ideas llamadas Ma’ya (ilusión).
Estas son Avidya’ma’ya (fuerza de la sabiduría, que acerca al Núcleo) y
Vidya’ma’ya (fuerza de la sabiduría, que acerca al Núcleo). Quienes hacen uso
de su libertad en prosecución de Vidya’ma’ya muy pronto regresan al Estadio
Supremo, porque Vidya’ma’ya conduce la mente hacia lo sutil. Mientras aquellos
que hacen uso de Avidya’ma’ya permanecen experimentando las reacciones a sus
acciones (karmaphala) lo cual los hace andar errantes en las ondas de pensamiento
de la Entidad Suprema Cualificada.
Avidya’ma’ya arrastra y absorbe la mente
hacia los objetos burdos; en realidad Avidya’ma’ya actúa como el arma con la
que Prakrti mantiene la mente subyugada atándola a los objetos burdos del
mundo. La Sa’dhana o práctica intuicional conduce a la liberación de la atadura
de Prakrti sutilizando la mente. La disminución de la influencia de Prakrti
lleva la mente hacia lo sutil, y los seis enemigos (S’adripu) y las ocho ataduras
(As’t’apa’sha) ya no la perturban ni la atan. De la misma manera que la
disminución de la influencia de Prakrti libera de las cadenas y de la
influencia de Avidya’ma’ya, lo contrario también es cierto, o sea, la
liberación de las cadenas y de la influencia de Avidya’ma’ya disminuirá la
influencia de Prakrti. Entonces, Avidya’ma’ya nunca podrá ayudar a obtener la
emancipación puesto que lo único que hace es atar la mente y absorberla en las
cosas burdas del mundo, lo cual la crudifica más e incrementa la influencia de
Prakrti sobre ella. Apaciguar la vacilación de la mente, concentrarla y
sutilizarla; son maneras de obtener la libertad de las ataduras de Prakrti.
Quien persigue Avidya’ma’ya nunca podrá lograrlo. Una mente absorbida en los
objetos burdos del mundo sólo logrará volverse más burda puesto que su
vacilación se incrementará y la concentración será una imposibilidad. Una mente
así nunca podrá alcanzar la emancipación y liberarse de la atadura de Prakrti.
Por tanto, es imperativo abandonar la prosecución de Avidya’ma’ya a fin de
lograr la emancipación.
Con la práctica de la Sa’dhana la
conciencia individual asegura la liberación de las ataduras de Prakrti y
alcanza el Estadio Supremo. La conciencia se encuentra sometida dondequiera que
la influencia de Prakrti sea mayor. La conciencia es conocimiento absoluto
(Jina’na), lo cual incluye intuición e intelecto. Entonces, una mayor
influencia de Prakrti conduce a una mayor ignorancia, ya que la conciencia
queda subyugada. La disminución en la influencia de Prakrti llevará de manera
natural hacia una mayor sabiduría y hacia un más claro reflejo de conciencia,
porque la influencia de Prakrti es la causa de la ignorancia. La práctica
intuicional elimina o disminuye la influencia de Prakrti, y, obviamente, resulta
en mayor conocimiento (Jina’na) y más reflejo de conciencia.
Sa’dhana (práctica intuicional) consiste en
entablar una guerra contra Prakrti infinita y ganarla liberándose de Su yugo.
Prakrti es una fuerza única que lo controla todo, incluso los fenómenos
naturales. Entonces, Sa’dhana significa adquirir la supremacía sobre Prakrti,
la fuerza única que lo controla todo. Ya se ha visto antes que la conciencia
(Purus'a) y Prakrti son inseparables. Al ser derrotada Prakrti, que era la
controladora de Purus'a antes de la guerra, queda bajo su control. Así, con Su
Victoria en la guerra contra Prakrti, gracias a la Sa’dhana, la conciencia se
convierte en el Maestro de la fuerza única que todo lo controla, lo cual deja a
Prakrti incapacitada para ejercer influencia alguna sobre Purus'a. De ahí que
la Sa’dhana convierte a la persona en poseedora de inmensos poderes
sobrenaturales.
La Sa’dhana engendra poderes
sobrenaturales. Pero hay que determinar cuál es su uso correcto y adecuado. El
Estadio Supremo de Brahma es No Cualificado (Nirgun'a), en donde Purus'a y
Prakrti están juntos; no obstante, Purus'a es más prominente y Prakrti no puede
cualificarlo. Siendo Prakrti más débil en Nirgun'a Brahma (Entidad No Cualificada)
podría ser manejada por Purus'a (Conciencia). Purus'a podría tratar
despóticamente a Prakrti; sin embargo, no lo hace. En ausencia de la influencia
de Prakrti sobre la conciencia, no surge en Purus'a el deseo de tratarla
despóticamente. Tal deseo en la conciencia sólo aparece cuando está siendo influenciada
por Prakrti, lo que a su vez es posible únicamente cuando la conciencia se hace
más débil que Prakrti. Entonces, incluso el deseo de tratar despóticamente a
Prakrti surgirá sólo de la debilidad de la conciencia, lo que colocaría a
Purus'a bajo la influencia de Prakrti incapacitándolo para tratarla así a Ella.
La conciencia individual se libera gradualmente de la atadura de Prakrti. El
uso de este Purus'a logrado por la Sa’dhana para tratar despóticamente a Prakrti,
sería como evitar a que regrese la influencia de ésta. Es únicamente la
influencia cualificadora de Prakrti la que crea el deseo por el uso del poder.
Entonces, al desear utilizar o al usar realmente este poder, la persona se está
colocando voluntariamente bajo el control de Prakrti. Esto trae como resultado
que todo esfuerzo por conquistar a Prakrti con la ayuda de la Sa’dhana es
contrarrestado al caer bajo la influencia de Prakrti. No hay emancipación para
una persona así. De esta forma nunca se puede conseguir la liberación de la
influencia de Prakrti.
Hay gente que utiliza el poder obtenido por
la Sa’dhana para ganar la admiración de otros. La exhibición de los poderes
sobrenaturales haría que los demás lo adulen, respeten e incluso adoren. Las
otras personas lo mirarían como a un gran devoto (Sa’dhaka). Este es el único motivo
que existe detrás de la demostración que se hace de los poderes. El deseo de
exigir respeto y devoción de los demás no es más que estar atrapado por la
vanidad (ma’na) y el orgullo (mada) de Avidya’ma’ya. Utilizar el poder para
tales objetivos es lo que Avidya’ma’ya persigue, y seguir a Avidya’ma’ya
conduce a la degradación. Así, pues, cualquier uso de poderes sobrenaturales
lleva a uno a quedar bajo el control de Avidya’ma’ya, lo que inevitablemente lleva
a la caída y la degradación.
Muchos consideran adecuado utilizar el
poder obtenido por la Sa’dhana para aliviar el sufrimiento, por ejemplo, para
proporcionar alivio a una seria enfermedad. Difícilmente hay algo de lógica
detrás de esto. Cada uno tiene que acarrear las consecuencias de sus acciones,
y las enfermedades, sufrimientos o calamidades no son otra cosa que diferentes
formas de sufrir dichas consecuencias. Bhagava’na (Dios) es benevolente, y es
de acuerdo a Sus leyes que hay que sufrir las consecuencias de las acciones. A
través de este sufrimiento se aprenden las lecciones para abstenerse de hacer
lo nocivo. Este es el propósito que hay detrás de Dios haciendo sufrir las
consecuencias. El interferir en esta ley divina con la ayuda de los poderes
sobrenaturales adquiridos a través de la Sa’dhana no es benevolencia. Las
reacciones a las acciones (karmaphala) tienen que ser experimentadas, y no está
bajo la autoridad de nadie, incluso del más grande de los devotos (Sa’dhaka) el
evitarlas. A lo sumo se podrá posponer el sufrimiento, pero el hacedor de la
acción tendrá que sufrir las consecuencias remanentes, y puede tener que buscar
un renacimiento para ello. Mientras que como castigo, el sufrimiento por una
larga enfermedad puede despertar el deseo por la Sa’dhana a fin de logra la
emancipación. Pero muchos discípulos descarriados e ignorantes privan a las
personas de la oportunidad de que este despertar surja, aliviándoles su
sufrimiento con la ayuda de los poderes sobrenaturales logrados por medio de la
Sa’dhana. Ellos, en realidad, le están haciendo un perjuicio en lugar de un
servicio a quien sufre.
Al uso del poder obtenido gracias a la
Sa’dhana debe vérsele como una blasfemia. Porque, ¿no es acaso un reto a la supremacía
de Dios neutralizar la efectividad de las leyes de Su naturaleza con la ayuda
de poderes sobrenaturales? Se podría cruzar un río caminando sobre el agua, su
puede caminar sobre el fuego embravecido, o incluso curar enfermedades incurables;
esa persona estaría invariablemente utilizando sus poderes para anular la
naturaleza (dharma) del agua y del fuego, e intervenir con la ley de Prakrti,
la cual se encarga de que sufran las reacciones por todas las acciones. Quien
quiera que se ponga a caminar sobre el agua de un río tiene que ahogarse. El
fuego posee la propiedad de quemar cualquier cosa que entre en contacto con él.
De manera similar, hay que acarrear con las consecuencias de las acciones.
Evadir estos efectos es retar la autoridad de Dios. No es meramente retar, sino
derribar la constitución misma de la creación y su leyes. No puede existir blasfemia
más grande.
Cada acción tendrá una reacción y ésta
deberá ser experimentada. El uso de los poderes sobrenaturales es también una
acción. No es una simple acción, sino una acción blasfema, un acto nocivo. Una
persona está obligada a sufrir las consecuencias de tal acción, y mientras no
haya agotado la experiencia de todas las reacciones en potencia (sam’skaras) no
podrá lograr la liberación de las ataduras de Prakrti. Por tanto, el uso de
poderes sobrenaturales obtenidos por la práctica intuicional no se justifica en
ninguna circunstancia. El hacerlo conduce invariablemente a la caída y
degeneración, por ello es esencial refrenarse ante la tentación de utilizar
dichos poderes.
Se puede lograr la emancipación por medio
de la práctica intuicional (Sa’dhana); entonces, debe haber una técnica especial
para ello, y sólo puede enseñarla quien conozca dicha técnica. ¿significa esto
acaso que un preceptor (Gurú) es absolutamente necesario para aprender la
práctica intuicional y logra la emancipación o es algo que se puede aprender
por sí mismo? Pese a sus mejores esfuerzos, un hombre en prisión con manos y
pies encadenados, no podrá liberarse a menos que alguien abra las rejas y
desate sus cadenas. Similarmente, las personas se han encadenado con Prakrti y
se han hecho prisioneras en esta gran cárcel, el mundo. Y nunca les será
posible liberarse sin la ayuda de otra persona.
Por otro lado, a nadie le es posible
aprender un arte por sí mismo. Es preciso tener a alguien que lo enseñe o a
quien imitar. Aquella persona de quien se puede aprender un arte es un
preceptor. La práctica intuicional (Sa’dhana) es también un arte, por lo tanto
tiene que aprenderse de un preceptor. Es decir, la emancipación no es posible
sin un preceptor (Gurú). Un Gurú es siempre una necesidad primordial para obtener
la emancipación.
Aquel que se encuentra bajo las ataduras no
puede liberar a otros de éstas. Quien tenga manos y pies encadenados no puede
desatar las cadenas de los demás. Así igual, la persona que no está emancipada
ella misma no puede ayudar a los demás a lograr su liberación. Unicamente un
muktapurus’a (persona emancipada) puede convertirse en un preceptor. A una persona
se le puede llamar emancipada sólo cuando ha logrado la liberación de la
influencia cualificadora de Prakrti. La única entidad que se encuentra
completamente libre de la influencia de Prakrti es la Entidad Suprema No
Cualificada (Nirgun'a Brahma) y por lo tanto, sólo a esta Entidad se le puede
llamar realmente emancipada.
Sin embargo, Nirgun'a Brahma o Entidad No
Cualificada, nunca puede servir como instrumento para proporcionar emancipación
a otros. Encontrándose bajo la ausencia de la influencia de Prakrti no puede siquiera
tener la voluntad o el deseo por la emancipación de otros. Sólo puede ser
preceptor aquella persona que por su Sa’dhana haya alcanzado el Estadio Supremo,
y que, por voluntad propia, haya tomado forma humana nuevamente por un periodo
determinado, para el bienestar de todos los seres vivos. Quien se somete bajo
la influencia de Prakrti voluntariamente por el bienestar universal, imponiendo
la existencia mundana sobre sí, es el Gran Preceptor. Se encontrará bajo la
influencia de Prakrti mientras mantenga el cuerpo físico, y al renunciar a él
con la muerte, regresará al Estadio Supremo; la Entidad Suprema No Cualificada.
La Entidad Suprema Cualificada (Bhagava’na)
está emancipada, y también lo está el Preceptor (Gurú). Esto demuestra que no
existe diferencia entre el preceptor y Bhagava’na. El no puede ser otra entidad
excepto la Entidad Suprema Cualificada (Sagun’a). Entonces, El es Sagun’a
Brahma o Bhagava’na encarnado. El deseo de la Entidad Suprema Cualificada
(Sagun'a Brahma) es lograr la emancipación para cada uno de sus individuos, y
con esta intención llevó a cabo la creación. Sagun'a Brahma no tiene forma y no
puede ser visto o escuchado (Nira’ka’ra). Una Entidad así no puede ayudar a los
humanos a lograr la emancipación. Tiene que asumir una forma humana para poder
ayudar a Sus entidades en la forma de preceptor (Gurú). El preceptor es Bhagava’na
encarnado; no existe la menor duda al respecto.
Pese a que es difícil encontrar a un
muktapurus’a o sadguru (gran preceptor), no es preciso buscarle en las selvas,
las montañas y las cuevas según la creencia popular. El propósito de la Entidad
Suprema Cualificada al manifestar la creación es lograr la emancipación para cada
una de Sus entidades. A fin de satisfacer este propósito, El tendrá que
presentarse ante cualquiera que esté anhelando la emancipación. Este anhelo o
estado de inquietud mental causado por el intenso deseo por obtener la
emancipación anuncia la llegada del momento oportuno. La Entidad Suprema
Cualificada aparecerá en la forma de un gran preceptor ante aquellos que han
alcanzado este momento oportuno en virtud de su intenso deseo por la
liberación. Si esto no fuera así, el propósito de la creación no sería
satisfecho; no sería más que una trampa y el Creador, la Entidad Suprema
Cualificada, sería la causa de la esclavitud. Entonces, el errar a través de
selvas y montañas en búsqueda de un preceptor es algo fútil. Lo más esencial es
encender en el corazón un anhelo, un intenso deseo por la libertad.
Es necesario saber cuáles son las
cualidades de un gran preceptor, para que incluso un ignorante pueda
reconocerle ¿Será característica de un gran preceptor (Sadguru) la posesión y
exhibición de poderes sobrenaturales o divinos? Un gran preceptor es una
persona emancipada y es maestro de todos los poderes sobrenaturales, pero ¿es
necesario que los exhiba para ser reconocido como preceptor? Vimos antes que
bajo cualquier circunstancia el uso de poderes sobrenaturales lleva a la
degradación ya que ellos conducen a quien los usa a estar bajo el control de
Avidya’ma’ya (fuerza de la ignorancia). Pero Avidya’ma’ya no puede atraer o
tener ninguna influencia sobre una persona liberada. Tal persona bajo ninguna
circunstancia será influenciada por Avidya’ma’ya. Por tanto, quien reclama ser
un gran preceptor debido a los poderes sobrenaturales, o que los exhibe, es
únicamente un impostor. Tal persona no está emancipada y nunca podrá liberar a
los demás. Una persona así debe ser evitada como una serpiente venenosa. La posesión
y exhibición de poderes sobrenaturales o divinos no son cualidades por las que
se pueda reconocer a un gran preceptor. Un gran preceptor es una persona
emancipada. Un preceptor está libre de la influencia de Prakrti. Avidya’ma’ya
no puede atrapar a un Sadguru.
Los seis enemigos – ka’ma (anhelo por
objetos terrenales, lujuria), krodha (ira), lobha (avaricia), moha (atracción),
mada (vanidad) y ma’tsarya (envidia) - y las ocho ataduras – miedo (bhaya),
vergüenza (lajja), odio (ghrn’a’), duda (shaunka’), kula (orgullo por el
linaje), shiila (orgullo por la cultura, ma’na (vanidad) y jugupsa’ (calumnia)
- no tiene ningún efecto alguno sobre un
preceptor emancipado (Sadguru). A fin de seguir el Dharma (naturaleza) de la
creación, un Sadguru vive en completa armonía con Vidya’ma’ya, y practica
Viveka (discriminación) y Vaera’gya (adecuado uso de los objetos mundanos).
Sólo una persona así es un gran preceptor (Sadguru).
La práctica intuicional (Sadhana) tiene que
aprenderse de un gran preceptor (Sadguru) y por su práctica sistemática se
logra la emancipación. No se puede lograr nada meramente dependiendo del
preceptor sin ejercitar la práctica intuicional (Sa’dhana). Todo el mundo debe
llevar a cabo la práctica intuicional. La emancipación no es posible sin ella.
Algunas personas tienen la errónea impresión de que no hay que hacer esfuerzo
alguno y que lograrán la emancipación por la gracia de su preceptor. Es cierto
que la liberación no es posible sin la bondad del gran preceptor. Pero se
equivocan si creen que la liberación se puede obtener sin esfuerzo. Hay que
merecer la bondad para que ésta sea conferida. Nunca le es otorgada a un discípulo
que no la merezca. Para merecer la gracia de un Sadguru es necesario seguir un
sistema de práctica intuicional con devoción y fe, y no asumir que el gran
preceptor le dará gratuitamente todo sin ningún esfuerzo por parte del
discípulo. Otras personas piensan que ya que son los discípulos de un gran preceptor
los llevarán consigo cuando se vaya, de la misma manera que un pastor reúne
todo su rebaño que está pastando antes de dejar la pradera al anochecer. Esta
manera de pensar no es correcta. Un gran preceptor no viene al mundo a reunir
discípulos como ganado. El gran preceptor viene a liberar a las personas, a
elevarlas a la divinidad. La gente tiene que hacer un sincero esfuerzo
realizando su práctica intuicional (Sa’dhana). La dependencia ociosa en el
preceptor no puede lograr la emancipación.
Cuando se inicia la práctica intuicional
surgen problemas y se presentan obstáculos en su prosecución. La Sa’dhana es el
esfuerzo por liberarse de las ataduras de Prakrti. Esta subyugación se mantiene
gracias a la distorsión auto–creada de la mente. A fin de lograr la liberación,
la mente tiene que ser restaurada a su estado natural eliminando estas
distorsiones. Ya se ha demostrado antes que éstas son las reacciones a las
acciones de cada quien, y que no pueden ser eliminadas sin haber sido
experimentadas. Entonces, la emancipación no será posible hasta que no se hayan
experimentado completamente las reacciones restantes por todas las acciones de
las vidas anteriores. La gente común experimenta estas reacciones de manera
normal, y si quedan algunas pendientes en el momento de la muerte, la persona
vuelve a nacer hasta agotarlas. Aquellos que se dedican a la práctica
intuicional no quieren volver a nacer para experimentar las reacciones
remanentes. En su ansiedad por lograr la emancipación se apresuran a agotar las
reacciones que quedan pendientes en esa vida. Por eso, deben mirar a los problemas
como una buena señal ya que ellos aceleran el agotamiento de las reacciones
remanentes.
Sa’dhana es el esfuerzo por liberarse de la
fuerza cualificadora de Prakrti. Avidya’ma’ya es también una cualidad e
igualmente hay que renunciar a ella. Si un inquilino ha estado ocupando una
casa por un largo período resultará extremadamente difícil desalojarle, especialmente
si ha sido tratado como un inquilino respetable por un largo tiempo. Nunca
abandonará la casa voluntariamente y colocará toda clase de obstáculos en tu
camino. Tendrás que luchar contra todas sus maniobras, y sólo te dejará entrar
a la casa cuando lo hayas derrotado completamente. De manera similar, como se
ha estado a merced de Avidya’ma’ya durante muchas vidas, ella no se irá
fácilmente cuando se inicia la práctica intuicional. Tal como el intimidante
inquilino, Avidya’ma’ya colocará todos los obstáculos posibles en el camino
cuando se intenta destruir su influencia. La Sa’dhana, tal como la enseña un
gran preceptor, es la manera de eliminar Avidya’ma’ya. El éxito en la Sa’dhana
es lo único que hace que Avidya’ma’ya disminuya su influencia. Por tanto, el
inicio de la verdadera Sa’dhana está marcado por una gran resistencia por parte
de Avidya’ma’ya, quien a través de los obstáculos, intenta impulsar a la
persona a abandonar la Sa’dhana. En sus intentos por subyugar a Avidya’ma’ya,
la Sa’dhana encontrará naturalmente la resistencia de la fuerza maligna de
Avidya’ma’ya. Los obstáculos en la Sa’dhana deben mirarse como un indicio del
éxito en el intento por eliminar Avidya’ma’ya. Los obstáculos no son creados
por Dios o por el gran preceptor (Sadguru), puesto que ambos desean que cada
una de las entidades logre emanciparse como ellos mismos. Son creados por
Prakrti, contra quien se establece la guerra. Si uno ha de ganar, Prakrti tiene
que ser derrotada con el arma de la Sa’dhana, contra la cual Avidya’ma’ya se
defiende colocando obstáculos en el camino. Los obstáculos en la Sa’dhana deben
ser mirados como una buena señal, pues son un indicio de que la influencia de
Avidya’ma’ya está decayendo.
La Entidad Suprema Cualificada (Sagun'a
Brahma) le ha dado a cada uno de Sus individuos una conciencia completamente
reflejada. Ella da curso a la manifestación de la creación y a la evolución de
la humanidad para permitirle al individuo llevar a cabo la práctica intuicional
y lograr la emancipación. Los demás seres vivos no poseen una conciencia
completamente reflejada, y tampoco son capaces de practicar Sa’dhana o de
alcanzar la emancipación. La conciencia individual se encuentra totalmente
reflejada en todos los seres humanos; por ello, todos tienen igual derecho a
practicar Sa’dhana. Ningún otro ser vivo, hasta que no ha evolucionado hasta el
estado de ser humano, tiene la capacidad de realizar la práctica intuicional.
Como todos tienen igual derecho a hacer
Sa’dhana, a la Entidad Suprema Cualificada (Sagun'a Brahma) le es necesario
llegar a todos en la forma de gran preceptor. Pero esto no sucede porque debido
a la falta de interés que tienen las personas en alcanzar la emancipación, no
pueden reclamar su derecho a la Sa’dhana. El gran preceptor está disponible
sólo para quienes tienen un intenso deseo por la emancipación. El momento
oportuno ha llegado únicamente para ellos y sólo ellos pueden reclamar su
derecho a la Sa’dhana y encontrar al gran preceptor (Sadguru).
Los seres humanos tienen el poder de la
discriminación debido a que poseen una conciencia individual completamente
reflejada. Pueden discriminar entre lo bueno y lo malo y elegir vivir una buena
vida. El deseo por la emancipación es bueno, pero como toda acción o deseo
tiene que tener alguna causa, este deseo tiene que ser despertado entre los
seres humanos. En consecuencia, desarrollar un deseo intenso por la
emancipación o lograr el derecho a practicar la Sa’dhana depende del propio
esfuerzo. El gran preceptor no puede ser acusado de parcialidad por enseñarle
la práctica intuicional únicamente a aquellos que en verdad la merecen. Sagun'a
Brahma quiere liberarlos a todos, pero hay que ganarse el derecho a practicar
la Sa’dhana por esfuerzo propio, porque pese a que todos los seres humanos
tienen una conciencia completamente reflejada, muchos no han podido desarrollar
un intenso deseo por la emancipación. Dios no puede ser culpado por la indiferencia
humana ante el querer lograr la emancipación, lo cual impide que la persona
encuentre al gran preceptor. Es deber (Dharma) de cada uno crear el deseo por
la emancipación ya que ese es el deseo del Señor y es precisamente por eso que
el Señor ha hecho esta vasta creación.
El propósito de Sagun'a Brahma es liberar a
cada una de Sus entidades, y es esa la única razón por la cual El hizo esta
inmensa creación. Tarde o temprano todos obtendrán la emancipación, porque ese
es el deseo del Señor. Puede ocurrir pronto o después de un período indefinido.
La única manera de lograr la emancipación es través de la Sa’dhana, en
consecuencia, todos tendrán que empezar a practicarla algún día en su búsqueda
de la liberación de las ataduras de la creación. Por eso el sabio debería
comenzar la Sa’dhana tan pronto como le sea posible para ganar la emancipación
rápidamente. Los sabios se dan cuenta que demorarse es sufrir innecesariamente
bajo la atadura de la creación, que no es su residencia permanente.
Observar un campo transitorio como la
propia residencia y sufrir las dificultades y rigurosidades de dicho campo es
una tontería: sabiendo que ésta no es la meta final y que no se tiene derecho a
estar ahí permanentemente; parece razonable hacer un esfuerzo por salir tan
pronto como sea posible. Todos tienen que llegar a su meta algún día. Resulta
imperativo para cada uno alcanzar la emancipación rápidamente practicando
Sa’dhana. Este es nuestro deber permanente.
9.- ¿Por Qué Las Personas Tienen Miedo De Las Practicas Espirituales?
La práctica intuicional, Sa’dhana, es el
deber fundamental de todos. Sin embargo, pocos llevan a cabo esta labor. En general,
las personas tienen temor de practicar Sa’dhana. Ese temor impide que realicen
la práctica intuicional. Vamos a ver hasta qué punto está justificado su temor.
En un principio consideran renunciar a la
vida mundana, ya que piensan que esto es un requisito esencial para la práctica
intuicional. Según ellos, la Sa’dhana no puede reconciliarse con su estilo de
vida ordinaria. Observan la emancipación como un privilegio de los ascetas,
inalcanzable para las personas mundanas comunes. Este requisito, ni es
necesario ni parece ser lógico. Un análisis de las ventajas obtenidas por
seguir este camino muestra que sólo existen dos. Suministra soledad alejando a
la persona de la sociedad humana, lo cual ayuda en la práctica intuicional.
También aleja a la persona del contacto inmediato con las tentaciones y
problemas del mundo, lo cual le puede ayudar a destruir la influencia de
Avidya’ma’ya. Es únicamente debido a estas dos ventajas que se podría
considerar olvidar la vida mundana como algo esencial para la práctica intuicional.
No se puede negar que el ruido del mundo
exterior constituye un impedimento para la práctica intuicional y hace de la soledad
algo muy deseable. Pero ya se explicó anteriormente que los impedimentos son
creación de Avidya’ma’ya, que es la propia fuerza negativa dentro de cada uno.
Con simplemente dejar la vida mundana y vivir en la selva, la persona no se puede
liberar. Avidya’ma’ya irá contigo a las selvas y a las montañas y creará obstáculos
en la Sa’dhana sustituyendo los ruidos de la sociedad humana por los aullidos
de los animales.
Es algo natural que una persona se
acostumbre a su ambiente y no se vea perturbada por él. Por ejemplo, a una
persona de una aldea solitaria le sería imposible dormir en una casa en el
centro de Calcuta debido a los chillidos y alaridos de los camiones y los
buces, mientras que una persona que vive ahí está acostumbrada a dormir profundamente
por la noche. De manera similar, una persona acostumbrada a vivir en una ciudad
como Calcuta puede sentirse bastante temerosa por tener que dormir en una aldea
solitaria, aun cuando sea por una sola noche. Igualmente, puede resultar algo
difícil practicar Sa’dhana en un ambiente ruidoso al comienzo, pero después de
haberse acostumbrado a ello ya no habrá dificultad. Irse a la jungla en busca
de soledad no parece tener ningún sentido real.
Veamos si retirarse a la selva ayuda a
evitar las tentaciones mundanas. Una tentación como la avaricia (lobha) es un
principio de Avidya’ma’ya. Sólo puede superarse reduciendo la influencia de Avidya’ma’ya
por medio de la práctica intuicional (Sa’dhana). Nunca se podrá mantener
alejado de las tentaciones sin haber superado la influencia de Avidya’ma’ya. Y
esto es posible únicamente a través del progreso en la práctica intuicional, y
simplemente olvidarse del mundo retirándose a la selva será de poco o ningún
provecho.
No hay duda de que si uno se mantiene
alejado de los objetos de atracción, no tendrá oportunidad de usarlos pudiendo
así perder gradualmente el apego por ellos, mientras que si se permanece en su
cercanía, podría verse más atraído. Sin embargo, si una persona es forzada a
renunciar a algo, se verá confinada a la agitación mental. Bajo restricciones
mayores, esta agitación puede volverse insoportable y resultar en enfermedad o
en una completa caída. Forzarse a sí mismo a dejar la vida mundana simplemente
para mantenerse alejado de sus atracciones no servirá de ningún propósito. Esto
ocasiona agitación mental y dolor, y puede incluso traer la caída de uno.
Renunciar al mundo simplemente por una ventaja dudosa en lugar de desarrollar
fuerza de carácter y firmeza de mente no acredita ningún mérito. El valiente
vive entre las tentaciones a fin de enfrentarse y sobre ponerse a ellas paso a
paso, en lugar de evitarlas por temor. Sa’dhana significa sostener una guerra
contra Avidya’, y para ganarla, es necesario enfrentarse al enemigo en lugar de
evadirle. Así pues, no es un enfoque razonable el renunciar a la vida mundana
por temor a sus tentaciones.
Huir de una vida mundana normal por temor a
los esfuerzos y preocupaciones sería igualmente irrazonable. Vivir en sociedad
es problemático porque hay que cumplir con las obligaciones hacia los que
dependen de uno. Hay que ganar dinero para poder cumplir con ellas. Hay que
soportar la agonía de la enfermedad y el sufrimiento de la vida, así como los
problemas de la pobreza si no se es capaz de ganar lo suficiente. Todo esto
crea el deseo de huir de la vida mundana para liberarse de las responsabilidades,
excepto por uno mismo. Pero, ¿incluye esto la evasión de los deberes por la
propia familia? Aquel que huye de la vida mundana por evadir sus obligaciones
sólo muestra un egoísmo extremo. La evasión de los deberes y el egoísmo son
acciones nocivas que tienen que tener consecuencias nocivas, y a menos que las
reacciones sean completamente experimentadas, la emancipación será imposible.
Huir de las responsabilidades y preocupaciones del mundo no capacita a una
persona para olvidarse completamente de la familia que se deja atrás. Con
seguridad aquéllas ocuparán su mente, y eso llevará a la persona bajo la
influencia de la atracción (moharipu) de Avidya’ma’ya. No es posible el
progreso en la práctica intuicional si existe la influencia constante de Avidya’ma’ya,
y en esta situación la mente regresará constantemente al pensamiento de la
familia y de las personas a quienes se ha dejado atrás. Decir que aquellos que
pueden renunciar a la vida mundana se hallan más allá del sufrimiento y las
preocupaciones significaría que han superado la influencia de Avidya’ma’ya,
pues las preocupaciones no pueden ser evitadas cuando Avidya’ma’ya influye
sobre los pensamientos y las acciones de uno. Para ellos, vivir en sociedad o
en la jungla no tiene diferencia alguna. ¿Acaso la persona no se retira a la
jungla para deshacerse de la influencia de Avidya’ma’ya? Y si eso ya se ha
logrado, entonces llevar una vida de asceta en la jungla o una vida mundana
normal sería totalmente inmaterial.
La liberación de la influencia de
Avidya’ma’ya no puede lograrse huyendo de ella; hay que canalizar la mente
hacia la sutileza para poder obtenerla. Por ejemplo, intentar mantener constantemente
alejadas las moscas que revolotean alrededor de una herida no es solución, a menos
que se haga un esfuerzo por sanar esa herida. La práctica intuicional, tal como
la enseña un gran preceptor, es el bálsamo curativo; en con éste que la persona
puede alejarse de Avidya’ma’ya y obtener la emancipación. A medida que la
influencia de Avidya’ma’ya disminuye, las tentaciones y los problemas del mundo
dejan de ser un obstáculo para la práctica intuicional. Debido a que esta es la
única manera de superar Avidya’ma’ya, puede ser fácilmente practicada en la
vida mundana. Al principio Avidya’ma’ya perturbará a la persona, pero una vez
derrotada no podrá crear ningún impedimento en la prosecución de la práctica
intuicional. Conducir una vida mundana y también practicar Sa’dhana es muy
conveniente. Para una persona que vive la vida normal de una cabeza de familia
existen muchas más conveniencias y ventajas disponibles que para un asceta que
haya renunciado al mundo. Retirarse a la selva no es la manera de obtener
alivio de las cargas y preocupaciones del mundo. Existe otra gran ventaja en
vivir una vida mundana. Suministra la oportunidad de servir a la humanidad; un
importante aspecto de la práctica intuicional. Esta gran oportunidad le es
negada a quienes viven en las selvas. La práctica intuicional enseñada por el
gran preceptor debe practicarse con fe y devoción. Puede practicarse en casa;
no es necesario alejarse del hogar y la familia. A medida que se supera
Prakrti, la influencia de Avidya’ma’ya desaparece. La práctica intuicional es
la única manera de subyugar Avidya’ma’ya.
En consecuencia, la práctica intuicional es
una necesidad. Distinguir entre los diferentes lugares para practicar la
Sa’dhana, considerar un lugar más apropiado que otro, o considerar un punto en
particular como bueno y otro como malo es dividir a Brahma. Todos los lugares
en esta creación son la manifestación de la Entidad Cósmica Suprema (Brahma) y
llamar a un lugar bueno y a otro malo es atribuirle esas mismas cualidades a
Brahma. Si la Sa’dhana está basada en la consideración de lo bueno y lo malo
nunca será posible desarrollar el sentimiento de unidad con el resto de la
creación. Nunca será posible amar a los demás como a sí mismo. Para Brahma cada
lugar es lo mismo y la Sa’dhana puede practicarse en cualquier parte. Renunciar
al mundo y huir a la selva es ilógico. Por lo tanto, es irracional no practicar
Sa’dhana por temor a renunciar al mundo.
El temor por Brahmacarya es otro asunto que
disuade a muchos de practicar Sa’dhana. Consideran que Brahmacarya significa
meramente celibato o la renuncia a la relación física con el cónyuge. Se encuentran
engañados por la creencia popular de que de otra manera no es posible llevar a
cabo la práctica intuicional (Sa’dhana). Por eso, es necesario conocer el significado
correcto de Brahmacarya, así como también saber a quién debemos ver como
Brahmacarii. Brahmacarya significa volver hacia el interior las tendencias
extrovertidas de la mente y dedicarlas completamente a Brahma. A fin de
comprender claramente el significado de Brahma carya es preciso saber qué se
quiere decir por tendencias extrovertidas de la mente y cómo deben éstas
interiorizarse. La creación es la manifestación de lo sutil en la forma de
objetos burdos bajo la influencia de Prakrti. La creación burda es el mundo que
se experimenta a través de los órganos físicos, mientras que la mente constituye
la parte sutil de la creación. Si la influencia de Prakrti y permanece
absorbida en los medios burdos de emancipación, mientras que se introvierte más
a medida que se libera de la influencia de Prakrti, dirigiéndose de lo burdo a
lo sutil. Brahma es sutil por naturaleza y si la mente es absorbida en objetos
burdos, no puede ser dedicada a Brahma. Esto puede lograrse disminuyendo la influencia
de Prakrti sobre la mente, puesto que únicamente Prakrti quien mantiene la
mente absorbida en los objetos burdos que la rodean. Por lo tanto, Brahmacarya
significa liberar la mente de la influencia de Prakrti, y un Brahmacarii es
aquella persona cuya mente se encuentra dedicada a Brahma y siempre está
absorbida en El. Una mente así no es atraída por las expresiones burdas de la
creación; es absorbida por lo sutil y dedica todo su tiempo a pensar solamente
en Brahma. Este estado se logra como resultado de la práctica intuicional. Una
persona puede convertirse en Brahmacarii simplemente practicando Sa’dhana. Es
únicamente por medio de la Sa’dhana que la mente puede liberarse de la
influencia de Prakrti y dirigirse hacia lo sutil para absorberse completamente
en Brahma. En general, el simple hecho de superar el deseo sexual (ka’maripu)
se considera como Brahmacarya; pero en realidad, todos los seis enemigos
(s’adripu) y las ocho ataduras (as’ta Pa’sha) son tendencias extrovertidas de
la mente. De estas catorce, el deseo sexual es tan sólo una, y simplemente
superarlo no hace que la persona siga Brahmacarya.
La mente puede volverse Brahmacarii sólo
cuando se libera de todas las tendencias extrovertidas: los s’adripu y s’ta
pasha, conocidos colectivamente como el dominio de Avidya (tendencia
extrovertida) es tan fuerte que sólo puede superarse por medio de la práctica
intuicional. Aquellos que intentan lograr Brahmacarya sin práctica intuicional,
están perdiendo su tiempo. La práctica intuicional, por sí misma, canalizará la
mente en forma gradual de lo burdo a lo sutil, y poco a poco la persona se
convertirá en Brahmacarii. El dominio de s’adripu y as’ta pa’sha, las
tendencias extrovertidas, disminuirá por sí mismo. Con la desaparición de su influencia
la mente ya no se mantendrá más absorbida en lo burdo. No es necesario
renunciar a la vida conyugal para poder llevar a cabo la práctica intuicional.
La atracción por las cosas mundanas originada en el deseo (ka’ma) y el apego
(moha) hace de la relación conyugal una necesidad. La práctica intuicional
ayuda a superar esta necesidad. Hace a la persona indiferente ante ella. Antes
se dijo que la Sa’dhana consiste en entablar una guerra contra Prakrti y derrotarla.
La fuerza de la práctica intuicional ciertamente es mayor que la fuerza de
Prakrti, y por su intermedio se puede lograr Brahmacarya. No importa lo fuerte
que sea el dominio de Avidya’ma’ya, siempre puede ser destruido por la práctica
intuicional. Esta es esencial si uno se quiere convertir en Brahmacarii
mientras que el voto de celibato no lo es. Es necesario mencionar aquí el
significado común de Brahmacarya como “preservación de viirya (semen)”.
El fluido seminal (shukradha’tu) y el semen
(viirya) son necesarios para nutrir las células y las fibras nerviosas. Es necesario
preservarlos a fin de desarrollar firmeza de la mente y agudeza intelectual.
Algunas personas consideran que la práctica
intuicional debe iniciarse e la vejez cuando la persona dispone de más tiempo
libre, cuando ya se ha gastado la primavera de la vida en ganar dinero. Las
personas sienten temor por tener que enfrentar inseguridad y dificultades en la
vejez si no acumulan riqueza suficiente antes que sus cuerpos se debiliten con
la edad incapacitándoles para el trabajo duro. Miran la primavera de la vida
como el período dedicado a la obtención de dinero, y la vejez con su disminuida
capacidad para el trabajo duro, como el tiempo para recordar a Dios. Trabajan
bajo el concepto errado de que el trabajo duro no es necesario para la práctica
intuicional, y por eso la vejez es el tiempo adecuado para ella.
Quien nace tiene que morir, y
constantemente se está aproximando a la muerte sin saber cuándo vendrá. Nunca
hay certeza de que se vivirá hasta la vejez. Sin embargo, las personas reservan
el trabajo más importante – la práctica de la Sa’dhana - , para cuando el
cuerpo ya se ha deteriorado completamente y la atontada mente de la vejez se ha
enredado en las reacciones de ésta a tal punto que siente temor de comenzar
algo nuevo. En general es el temor a la muerte lo que hace que las personas
piensen en Dios en la vejez. Los propios actos negativos comienzan a acechar a
una persona, y ésta empieza a rezar e implorarle a Dios para que la salve de
las consecuencias de sus propios actos. No tiene valor alguno el recordar a
Dios en la vejez cuando ya no es posible concentrar la mente por la debilidad y
la enfermedad del cuerpo y por la preocupación por las reacciones (sam’skaras)
de los actos en esta vida. En esa etapa la mente es atrapada por la flaqueza
del cuerpo, las enfermedades seniles, la muerte amenazante, y ante todo, por
los recuerdos de los incidentes pasados, de manera que resulta imposible concentrarla.
Existe un antiguo dicho indio que dice que tan sólo un bambú joven puede
doblarse, y que si se intenta doblar uno ya maduro, lo único que se logrará es
quebrarlo; en otras palabras, cualquier cosa nueva debe iniciarse temprano en
la vida, así también la práctica intuicional.
Hay personas que evitan la práctica
intuicional (Sa’dhana) por temor a renunciar a los placeres y goces del mundo.
Este miedo los previene de proseguir la práctica intuicional, pese a que no
tiene base lógica alguna. Anteriormente se explicó que los objetos de goce
mundano son creados bajo la influencia del principio estático de Prakrti y que
se observan como si fueran reales debido al dominio de Avidya’ma’ya, y después
la mente es canalizada hacia cosas sutiles. Los burdos placeres y goces
mundanos pierden su atractivo. El deseo por los objetos mundanos (ka’ma), la
atracción por ellos (moha) y la avaricia (lobha) – tres de los principios de
Avidya’ma’ya – los hace parecer deseables, pero con el palidecimiento de estos
tres, la mente deja de desearlos. En general, la mente se deleita con el goce
de los placeres mundanos y su perspectiva de la idea de renunciar ante ellos es
una tortura, pero, cuando la mente deja de desearlos, ya no surge la cuestión
de renunciar a ellos. En ese momento la mente intentará huir de ellos y se
sentirá aliviada en lugar de atormentarse con su ausencia. Porque, ¿no es acaso
la falta de disponibilidad de algo que deseamos mucho lo que perturba la mente?
Si no deseamos un objeto, no lo extrañamos cuando no lo tenemos disponible. Por
ejemplo, un adicto al alcohol se encontrará atormentado si no consigue un poco,
pero si una persona no adicta no consigue un trago, ni sentirá su ausencia. Ni
siquiera surge el tema de estar atormentado puesto que nunca lo ha deseado. La
mente se canaliza hacia la sutileza y deja de disfrutar las prosecuciones
burdas. Cuando se hace difícil tolerar la presencia de objetos burdos no hay
problema con el asunto de perderlos o verse perturbado por su ausencia. Algunos
creen que es necesario alejarse a la fuerza del goce de los placeres mundanos
para poder llevar a cabo la práctica intuicional, y el miedo de sus deseos los
atormenta. Sin embargo, nunca será posible controlar la mente alejándola por la
fuerza de los objetos de placer. Lo único que se logrará con esto es hacer
sufrir al cuerpo y enfermarlo. No hay compulsión en la práctica intuicional; su
sistema – tal como lo enseña un gran preceptor – es tan poderoso que
imperceptiblemente canaliza la mente de las atracciones burdas hacia las
sutiles, desapareciendo el deseo por los goces mundanos y llevándose el dolor
por no lograrlos. Es irracional no llevar a cabo la práctica intuicional por
temor a tener que apartarse de los placeres y goces mundanos. Aquellos que
consideran necesario el apartarse se encuentran equivocados.
En un análisis cuidadoso, los motivos que
le impiden a una persona practicar Sa’dhana parecen no tener ningún fundamento.
Evadir la práctica intuicional (Sa’dhana) –que es el deber fundamental de cada
uno – debido a temores infundados, sólo muestra la ignorancia de una persona.
Es preciso por lo tanto, que nadie evada la Sa’dhana debido a miedos sin fundamentos,
y es preciso más bien que a través de la Sa’dhana, todos se realicen a sí
mismos y se conozcan como la Entidad Suprema Infinita.
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